miércoles, 19 de abril de 2017

LA DULCERÍA DE DOÑA NICOLASA



Década de los años veinte del siglo XX, en la dulcería de doña Nicolasa en la Villa Arriba de La Orotava, industria que durante muchísimos años estuvo en la calle León o Tostones frente a la casa Azul de la Familia Fuentes y Melián.
En la instantánea, la primera por la derecha es la operaria de estos exquisitos pasteles doña Nicolasa madre del que fue jugador de baloncesto del CB. Orotava, CB. Independiente y CB. Águila del Valle en la Villa ya fallecido Deogracias que montó una dulcería en la calle Nueva, la tercera por la derecha es mi pobre y querida madre María del Carmen muy bella entonces, el niño rubio que está de pies sobre la mesa es un hermano de Deogracias y la ultima de la derecha o primera de la izquierda es mi tía Antonia que se despidió de La Orotava con 19 años, una belleza que mi abuelo Bruno Abréu Rodríguez ilustre zapatero y músico de la entonces Banda municipal de Música de Villa de La Orotava adoraba y quería como un tesoro.
Los dulces eran típicos de vuestro terruño, decir que la Villa Arriba fue lugar de dulcerías, rosqueterías, carpinterías, zapaterías, barberías, carpinterías, molinerías, todo un arte de grandes artesanos.
Los dulces expuestos encima de la mesa son los famosos crocantes o clocantes, recuerdo que se hacían para bodas y eran fabricados con azúcares tostadas y achocolatadas.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

1 comentario:

  1. Hola, buenas tardes. En primer lugar quiero darle las gracias por sus publicaciones. Son interesantes y nos ayudan a conocer mejor el lugar en el que vivimos.
    Le escribo porque veo que no nombra a todas las personas que aparecen en la foto, quizás porque no las conozca.
    Yo creo que la segunda por la izquierda es mi abuela Laura Perdigón Yumar. Todos los de mi familia que han visto la foto dicen que es ella.
    Mi abuela era de La Florida y desde muy jovencita entró a trabajar como dulcera en la Casa Azul. Además de hacer dulces, salía a venderlos y llegaba hasta el Puerto de la Cruz con su cesta a la cabeza. Siempre estuvo muy orgullosa de su trabajo como dulcera. Nunca olvidaré las tartas y dulces que nos hacía por los cumpleaños.

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