Pernoctando la plaza
del Kiosco de la Música, de la Alameda o de La Constitución de la Villa de La
Orotava observando la exposición de Fotos en el Tiempo que organizó la
Asociación Cultural “La Escalera” (primavera del 2011) y con el permiso de uno
de sus organizadores el amigo de la Villa de La Orotava; José Antonio García
González, ex - presidente del U.D. Orotava. Por su interés en el contenido,
tomo esta foto referente a las expuestas por el también amigo, muy aficionado a
la fotografía, a la intrahistoria de su pueblo natal; Domingo Hernández
conocido cariñosamente por “El Técnico”.
El viaje a Rusia en el
tiempo de unos muchachos parranderos de La Orotava, que desinteresadamente se
apuntaron a un episodio de visitar la entonces Unión Soviética y la mítica
pontificia Plaza Roja de Moscú, que organizó y le ofreció gratuitamente una Agencia
del Puerto de la Cruz.
El traslado fue un
boom de salida hacía el extranjero, hacía Europa, para promocionar el turismo
del Puerto de la Cruz. Coincidió con un partido de fútbol internacional no
recuerdo si fue previo a la clasificación para un Mundial o un europeo de la
selección Absoluta Española de Fútbol.
Es reminiscencia que
estando un servidor cumpliendo el servicio militar en el hospital militar de
Santa Cruz de Tenerife por el mes de mayo de 1971 y estudiando el primer curso
del Profesorado Mercantil en la Escuela de Comercio de la Capital Tinerfeña,
perdió el equipo español que entonces entrenaba el Húngaro Kubala por 2 – 1,
con la Roja (en esta ocasión vistió de azul integral) jugaban entre otros;
Amancio, Pirri, Iribar, Reina, Luis Aragonés, Velázquez, Marcial, Rifé, Violeta,
Garate, Costas, Benito, Tonono, Asensi, Rechax, Sol…
La foto tan realista
me llama la atención la presencia en ese viaje inolvidable del ebanista de La Villa
de La Orotava Adolfo Padrón Hernández (padre de mis amigos y compañeros de
docencias; los hermanos Pedro y Adolfo Padrón Pacheco), el cual se apuntaba a
todas las novedades turísticas y atractivas de aquellos años.
De pie de izquierda a
la derecha; Juan Felipe Hernández González, Javier Cruz González conocido por
“El Pinto”, José Manuel Lima González, y Adolfo Padrón Hernández.
Agachado de izquierda
a derecha; Peyo y un empleado de “Viaje Insular” que se desconoce su nombre. Curiosamente
la fotografía está tomada en Palma de Mallorca.
El amigo de la
infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN (ESPECTADOR), remitió
entonces (2014) estas notas: “…Desde
Tenerife fueron a ese partido de 1971 al menos dos aviones cuatrimotores de
hélices. La ruta fue Los Rodeos-Mallorca-Un país del Centro Europa-Moscú.
Dos anécdotas: 1ª.-
Uno de los aviones, el de este grupo de la foto, voló uno de los tramos con una
de las cuatro hélices parada, averiada, y los chicos tocadores y cantadores lo
veían y comentaban, pero como estaban en copas no se preocupaban demasiado…
2ª.- La segunda anécdota es que uno de los viajeros, investigador que ha
publicado varios libros sobre turismo y visitantes de siglos pasados en
Canarias, amigo pero no folklorista como estos de la foto, tuvo que quedarse
retenido en el aeropuerto de Moscú todos los días que duró el viaje, y no lo
dejaron salir de dicho aeropuerto, porque su pasaporte tenía los apellidos mal
colocados.
La estricta burocracia
de la Rusia, entonces cabeza de la URSS comunista, le impidió salir del
aeropuerto, aunque le dieron cama y recibió sustento durante los días que duró
la estancia en Rusia.
Todo esto que te
comento lo pueden confirmar los pasajeros de aquel vuelo Tenerife-Moscú, de
1971: Rusia 2-España 1…”
Me cuentan que uno de
los expedicionarios que se llamaba “Juan Antonio” se quedó sin
entrar en Moscú (Rusia), porque tenía el nombre muy parecido a un señor del sur
de Tenerife que se quedó porque su esposa estaba a punto de dar a luz.
Al regreso, en el trayecto de Moscú a Mallorca, se produjo una
sacudida fuerte en el interior de la nave, debido al paro de uno de sus
motores, y tuvieron que realizar una escala de urgencia en Viena (Austria).
El amigo de la infancia en la calle El Calvario de la Villa de
La Orotava; ISIDORO SÁNCHEZ GARCÍA, remitió entonces (2014) estas notas que
tituló; “MIS
VIAJES A RUSIA”: “…Mis viajes a Rusia responden a diversas
razones. Unas veces deportivas, otras políticas y también académicas. En el
primer caso, al mundo del fútbol cuando
Rusia formaba parte de la “diabólica” CCCP, la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas. A España le había tocado eliminarse con la URSS en la Eurocopa de
1960 pero Franco dijo que no. Cuatro años más tarde, cuando terminaba mi
carrera profesional en la ETSIMO de Madrid, tuve la suerte de asistir en el
Estadio Chamartín al match entre España y la URSS. Fue el 21 de junio de 1964 y
ganó 2-1 la España de Villalonga y del general Franco, quien asistió en persona
al estadio madrileño, con gol singular de Marcelino a pase de Pereda batiendo
al mítico Yashin, el arquero más valorado del mundo y apodado “La Araña Negra”
por sus brazos alargados. Ello fue años
más tarde la causa de mi primera visita a Moscú, en mayo de 1971, en una
histórico viaje aéreo desde Tenerife, con Viajes Insular, en un no menos
histórico avión de motores de hélice contratado por el gallego Enrique Maíquez.
Una expedición que saltó de Canarias a Baleares hasta llegar a Viena, donde
cambiamos de pasaporte por razones políticas, para continuar a Varsovia y
aterrizar en Moscú, donde un amigo de la Villa vivió una tremenda e
incomprensible historia diplomática que le impidió disfrutar de la capital de
la URSS. Rusia nos ganó 2-1. El regreso, con aterrizaje forzoso en Viena, y parada logística en Roma, fue de tal
enjundia que me servirá para contar una crónica socio-deportiva y política tal
como me lo recomendó el presidente de la ATP, el amigo Salvador García, cuando
me escuchó recientemente contar el periplo. Afortunadamente aún viven algunos
compañeros de viajes, sobre todo los músicos de la Villa que nos acompañaron.
En las siguientes expediciones la perestroika ya había llegada a Rusia y entre
nosotros surgió el recuerdo de un canario universal nacido en el valle de
Taoro, el ingeniero don Agustín de Betancourt y Molina de Castro. Entonces fui,
como concejal del ayuntamiento del Puerto de la Cruz, a promocionar la ciudad
turística, tanto en Moscú como en San Petersburgo; luego como eurodiputado y
más tarde como enviado especial del gobierno de Canarias, junto con el abogado
Juan Cúllen, para presentar el legado epistolar de la familia Betancourt y
Molina, en la universidad de San Petersburgo. Inolvidables todos los viajes,
así como el último a la ciudad de Puskin, adonde acudí invitado por el
ayuntamiento de la ciudad rusa formando parte de una delegación turística
cultural portuense. Comprobé que la figura de Agustín de Betancourt sigue viva…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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