Fotografía
referente a una procesión por la entonces calle de la Hoya (actual Hermano
Apolinar) de la Villa de La Orotava al final del siglo XIX.
El amigo y compañero
de docencia; JUAN J. MARTÍNEZ SÁNCHEZ. En su libro “LA OROTAVA, SUS CALLES, SU
HISTORIA” en las páginas 70 Y 71, con la colaboración del amigo de la
villa de La Orotava, LICENCIADO EN FILOSOFÍA Y LETRAS; MANUEL DE LORENZO
CÁCERES Y DEL HOYO, nos habla de la histórica calle de La Hoya (actual Hermano
Apolinar), donde tiene su residencia familiar. Otro nombre con el que
desde antiguo se conoce esta vía es el de La Hoya. En tiempos de la Segunda
República se llamó Pablo Iglesias, en recuerdo del fundador del partido
Socialista Obrero Español y de la U. G. T. Más tarde recuperó el nombre
anterior. El 2 de abril de 1950, el abogado y ex-Alcalde D. Jesús González de
Chaves, envió al Excmo. Ayuntamiento un escrito, con el respaldo de
numerosas firmas, solicitando se le diera el nombre de Hermano Apolinar: “…Une ésta calle, de oeste a este, las de San
Francisco y León. Es de las más antiguas de La Orotava. Existía en el
siglo XVI. Es probable que sea una de las que Diego de Mesa trazó por encargo
del Juez Reformador, Ortiz de Zárate, el 29 de Mayo de 1506. Por ella pasaba
una acequia que continuaba por la de León hasta enlazar con la de Home (hoy
Tomás Pérez).
Tiene dos
tramos, uno pendiente, hasta el inicio de la calle Nicolás de Ponte, y otro
llano, a lo largo de cuya acera norte transcurre la verja de la Hijuela del
Botánico, jardín que ocupa parte del solar del Convento de las monjas
Claras.
Se llamaba
calle de Alfaro, cuando sirvió de límite interparroquial al crearse, en 1681,
la Parroquia de San Juan y serle adjudicadas las casas de la parte sur.
Después de un
largo proceso, que ha estudiado el Padre Luis Fernández Martín S.J., la línea
divisoria pasó a la calle de la Guerrita (hoy Cantillo) quedando la que nos
ocupa, toda ella, para la Parroquia de abajo.
El nombre lo
tomó de la familia que tenía su casa en la hoy nº 12. Aquí, bajo la
hospitalidad del Coronel D. Francisco Tomás de Franchi-Alfaro, se refugiaron
los Jesuitas, cuando fueron desplazados de su colegio por las monjas
Dominicas a las que se le había incendiado su convento en 1716. Desde comienzos
del siglo XIX la casa pertenece a la familia Cullen. Su fachada actual es
moderna, obra de D. Mariano Estanga.
Otro nombre
con el que desde antiguo se conoce esta vía es el de La Hoya. En tiempos de la
Segunda República se llamó Pablo Iglesias, en recuerdo del fundador del
partido Socialista Obrero Español y de la U. G. T. Más tarde recuperó el nombre
anterior.
El 2 de abril
de 1950, el abogado y ex-Alcalde D. Jesús González de Chaves, envió al Excmo.
Ayuntamiento un escrito, con el respaldo de numerosas firmas, solicitando se le
diera el nombre de Hermano Apolinar.
El 2 de agosto
de 1951 D. Jesús González insiste a la Excma. Corporación sobre la
conveniencia de honrar la memoria del hermano Apolinar, dándole su nombre
a la calle "La Hoya".
El Director
General de Administración Local accedió a la petición de la Corporación, según escrito de 25 de octubre de
1951. El 22 de noviembre de ese año la Comisión Permanente municipal quedó
enterada del escrito y se procedió al cambio de nombre a la calle.
El 26 de junio
de 1952. Viernes de las fiestas del Corpus, se descubrió la lápida, siendo
Alcalde D. Juan Guardia Doñate.
Muchas de las
antiguas casas de la calle han desaparecido, corno aquella de la parte alta,
donde en el primer tercio del siglo XVI11, vivió el célebre memorialista y
Regidor de la Isla, D. José Antonio de Anchieta y Alarcón, de la familia del
Beato José de Anchieta.
Por citar
algunas de las hoy existentes, que nos parecen de mayor interés arquitectónico,
mencionaremos la que lleva el n°37, espléndido edificio Neoclásico (siglo
XVIII) que fue de los Benítez de Lugo y Saavedra, y más tarde perteneció al
erudito y publicista D. Antonio Lugo y Massieu. Tuvo aquí su consulta el Dr. D.
Máximo Martín Martín.
La casa que
lleva el n° 5, de amplia fachada y hermoso patio es de mediados del siglo
XVIII; la construyó el Marqués de Celada D. Diego Antonio Benítez de Lugo y
Vergara; en el siglo siguiente ta adquirieron los Díaz-Flores y a comienzos del
XX pasó a D. Fernando del Hoyo fonso, Marqués de San Andrés.
La que lleva
el n° 8, antiguamente de la familia Rosell, debe su actual fachada, posterior a
1955, al arquitecto D. Tomás Machado.
Hay otros
muchos edificios que, en general, forman un armonioso conjunto dentro del casco
Histórico Artístico Orotavense; en ellos han vivido, a lo largo del tiempo,
personajes destacados o populares...…”
El amigo José
Luis Abréu, remitió entonces (28/06/2012) estas notas: “…En el numero 5 de esta calle nací yo y viví los mejores
años de mi infancia. Que recuerdos….”
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario