lunes, 2 de abril de 2018

CALLE “HERMANO APOLINAR”


Fotografía referente a una procesión por la entonces calle de la Hoya (actual Hermano Apolinar) de la Villa de La Orotava al final del siglo XIX.

El amigo y compañero de docencia; JUAN J. MARTÍNEZ SÁNCHEZ. En su libro “LA OROTAVA, SUS CALLES, SU HISTORIA” en las páginas  70 Y 71, con la colaboración del amigo de la villa de La Orotava, LICENCIADO EN FILOSOFÍA Y LETRAS; MANUEL DE LORENZO CÁCERES Y DEL HOYO, nos habla de la histórica calle de La Hoya (actual Hermano Apolinar), donde tiene su residencia familiar. Otro nombre con el que desde antiguo se conoce esta vía es el de La Hoya. En tiempos de la Segunda República se llamó Pablo Iglesias, en recuerdo del  fundador del partido Socialista Obrero Español y de la U. G. T. Más tarde recuperó el nombre anterior. El 2 de abril de 1950, el abogado y ex-Alcalde D. Jesús González de Chaves,  envió al Excmo. Ayuntamiento un escrito, con el respaldo de numerosas firmas, solicitando se le diera el nombre de Hermano Apolinar: “…Une ésta calle, de oeste a este, las de San Francisco y León.  Es de las más antiguas de La Orotava. Existía en el siglo XVI. Es probable que sea una de las que Diego de Mesa trazó por encargo del Juez Reformador, Ortiz de Zárate, el 29 de Mayo de 1506. Por ella pasaba una acequia que continuaba por la de León hasta enlazar con la de Home (hoy Tomás Pérez).
Tiene dos tramos, uno pendiente, hasta el inicio de la calle Nicolás de Ponte, y otro llano, a lo largo de cuya acera norte transcurre la verja de la Hijuela del Botánico, jardín que ocupa parte del solar del Convento de  las monjas Claras.
Se llamaba calle de Alfaro, cuando sirvió de límite interparroquial al crearse, en 1681, la Parroquia de San Juan y serle adjudicadas las casas de la parte sur.
Después de un largo proceso, que ha estudiado el Padre Luis Fernández Martín S.J., la línea divisoria pasó a la calle de la Guerrita (hoy Cantillo) quedando la que nos ocupa, toda ella, para la Parroquia de abajo.
El nombre lo tomó de la familia que tenía su casa en la hoy nº 12. Aquí, bajo la hospitalidad del Coronel D. Francisco Tomás de Franchi-Alfaro, se refugiaron los  Jesuitas, cuando fueron desplazados de su colegio por las monjas Dominicas a las que se le había incendiado su convento en 1716. Desde comienzos del siglo XIX la casa pertenece a la familia Cullen. Su fachada actual es moderna, obra de D. Mariano Estanga.
Otro nombre con el que desde antiguo se conoce esta vía es el de La Hoya. En tiempos de la Segunda República se llamó Pablo Iglesias, en recuerdo del  fundador del partido Socialista Obrero Español y de la U. G. T. Más tarde recuperó el nombre anterior.
El 2 de abril de 1950, el abogado y ex-Alcalde D. Jesús González de Chaves,  envió al Excmo. Ayuntamiento un escrito, con el respaldo de numerosas firmas, solicitando se le diera el nombre de Hermano Apolinar.
El 2 de agosto de 1951 D. Jesús González insiste a la Excma. Corporación sobre  la conveniencia de honrar la memoria del hermano Apolinar, dándole su nombre  a la calle "La Hoya".
El Director General de Administración Local accedió a la petición de la Corporación, según escrito de 25 de octubre de  1951. El 22 de noviembre de ese año la Comisión Permanente municipal quedó enterada del escrito y se procedió al cambio de nombre a la calle.
El 26 de junio de 1952. Viernes de las fiestas del Corpus, se descubrió la lápida, siendo Alcalde D. Juan Guardia Doñate.  
Muchas de las antiguas casas de la calle han desaparecido, corno aquella de la parte alta, donde en el primer tercio del siglo XVI11, vivió el célebre memorialista y Regidor de la Isla, D. José Antonio de Anchieta y Alarcón, de la familia del Beato José de Anchieta.
Por citar algunas de las hoy existentes, que nos parecen de mayor interés arquitectónico, mencionaremos la que lleva el n°37, espléndido edificio Neoclásico (siglo XVIII) que fue de los Benítez de Lugo y Saavedra, y más tarde perteneció al erudito y publicista D. Antonio Lugo y Massieu. Tuvo aquí su consulta el Dr. D. Máximo Martín Martín.
La casa que lleva el n° 5, de amplia fachada y hermoso patio es de mediados del siglo XVIII; la construyó el Marqués de Celada D. Diego Antonio Benítez de Lugo y Vergara; en el siglo siguiente ta adquirieron los Díaz-Flores y a comienzos del XX pasó a D. Fernando del Hoyo fonso, Marqués de San  Andrés.
La que lleva el n° 8, antiguamente de la familia Rosell, debe su actual fachada, posterior a 1955, al arquitecto D. Tomás Machado.
Hay otros muchos edificios que, en general, forman un armonioso conjunto dentro del casco Histórico Artístico Orotavense; en ellos han vivido, a lo largo del tiempo, personajes destacados o populares...…”
El amigo José Luis Abréu, remitió entonces (28/06/2012) estas notas: “…En el numero 5 de esta calle nací yo y viví los mejores años de mi infancia. Que recuerdos….”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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