martes, 3 de abril de 2018

EL NUMBER 1


El amigo de la Cuesta -  Puerto de la Cruz, actualmente residente en el Bajo Ampurdán - Cataluña; ZOILO LÓPEZ BONILLA, remitió entonces (02/04/2018), a través de su blog ZOILOLOBO – RETRODEZCAN, estas notas y fotos que tituló; “EL NUMBER 1”: “…Unas semanas antes de ser inaugurada, los propietarios de la que fuera popular discoteca Number 1 del Puerto de la Cruz, no repararían en gastos de publicidad para darla a conocer entonces. Tal publicidad consistía en un enorme cartel, repartido por todas las calles de la ciudad, donde aparecía el rostro, tocado con sombrero, al estilo de la mítica propaganda de Pachá, del que iba a ser su excelente disc jockey, el holandés Paul, quien ya venía avalado de una larga experiencia como pincha discos, si mal no recuerdo, en distintas discotecas de Ibiza.
El Number 1, situado, si mal no recuerdo, muy cerca de la Plaza de los Reyes Católicos, en la calle Obispo Pérez Cáceres, no se caracterizó que digamos,  desde el principio, precisamente en música bailable al estilo del Cintra Club o Golden Club, por poner sólo un par de ejemplos.
Se trataba, sobre todo, de hacernos escuchar aquello que los mejores grupos de la época, tanto europeos como americanos, habían logrado grabar a lo largo de su extensa carrera profesional. Y en ello consistía el éxito diferencial como disc jockey de Paul, importando desde su propio país y otros, lo más novedoso de la música rock de la época: Chicago, Trafic, Iron ButerflyJohn MayalZappaKing CrimsonDeep Purple, The Dors, Pink Floyd, Rolling Stones, The Beatles y tantos y tantos otros.
De modo que si querías escuchar lo último y además bueno sobre música rock, el Number 1 era el lugar ideal para ello. La cabina de Paul junto a la pequeña pista de baile permitía siempre poder acercarte a solicitar algún tema que te pudiera interesar particularmente.
Desde el exterior, y en ocasiones salvando con suerte  el pago de la entrada a Luis el portero, se bajaba a través de un pequeño tramo de escalera hasta la barra de bar, situada por debajo del nivel de la calle. Desde el bar, sólo unos cuantos escalones descendentes te conducían al plano inferior donde se encontraba la cabina del DJ y la pista propiamente dicha, rodeada de cómodos asientos corridos.
Desde el bar, en sentido ascendente, salvando también media docena de escalones, se terminaba en una sala cuadrangular, sólo provista de asientos, también corridos, y minúsculas mesitas sobre las que descansar las bebidas y donde la presencia física resultaba mucho más discreta. Al fondo, una salida de emergencia te daba acceso directo a la calle de La Hoya.
Por haber trabajado yo también allí durante una larga temporada, es por lo que recuerdo bien a todos sus empleados de entonces con los que siempre me unió una gran amistad: Luis, Momo, FrancisLitoManoloLindaPaulJean Claude y Jean Paul…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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