viernes, 20 de abril de 2018

¿PROGRESO, CAMBIOS?, AHORA COMPRENDO


El amigo del Puerto de la Cruz; AGUSTÍN ARMAS HERNÁNDEZ, remitió entonces (21/04/2018) estas notas y foto que tituló; “¿PROGRESO, CAMBIOS?, AHORA COMPRENDO”: “…Transcurridas varias décadas de nuestro sistema democrático actual, puedo ya reflexionar  y sacar conclusiones sobre los diferentes regímenes y formas de gobierno.
Decía el célebre estadista y político Winston Churchill (1874-1965) que la democracia era el menos malo de los regímenes políticos. Reconocía pues, que todos eran malos. Y este supuesto, creía que la democracia era el menos nefasto. Atendiendo a la historia, vemos que el régimen monárquico ha sido el más constante a través de los siglos; y después el aristocrático, con jefe vitalicio temporal sí pensamos en el modelo celeste, Dios es el monarca del Universo, supremo y perpetuo para todas las edades. La Humanidad ha probado todos los sistemas y nunca ha encontrado el gobierno ideal. Quizás estos tiempos que corren nos traiga sorpresas agradables.
Allámonos casi ya en  pleno ambiente electoral ¿nos harán otra vez magníficas promesas los partidos concurrentes? ¿Habrá otra vez de creérselas la masa del pueblo, siempre poco informada? En caso afirmativo, veremos cumplido nuevamente el adagio de los romanos: «el pueblo quiere ser engañado» (pópulus vult décipi).
La sagrada jerarquía no está animando a los cristianos de nuestra patria para que tomemos parte más activa en los terrenos social y político; pues sabe que las asociaciones religiosas están todas en decadencia, y que las políticas tienen el protagonismo en la vida nacional. Confiamos en que no todos estén dormidos, y menos los que vivimos en las estribaciones del gigantesco Teide. Pues sus radiaciones sutiles bien sé que ponen nerviosas a ciertas personas, pero no pienso que adormezcan a ninguna.
SI, ahora comprendo. Pues vine a este mundo en plena guerra civil. Me crié, como tantos otros, en aquellos años del franquismo, en que no teníamos acceso al campo político; por tanto, con pocos o nulos conocimientos en esa esfera. Sabíamos muy bien, no obstante, que España había sido cuna de grandes personajes: políticos. Militares, artista, filósofo, descubridor y conquistador. Pero sobre todo de héroes y santos; de misioneros y apóstoles de Cristo.
No debemos vanagloriarnos de ello, pues Dios se valió de nuestra nación para extender la fe cristiana en muchos países, y para ello le dio los dones y cualidades requeridas. Después, como un árbol que dio sus frutos, hemos languidecido largo tiempo, mientras otras naciones asumían el protagonismo mundial. Se ha realizado la transición a la democracia, con «asombro» del mundo, quizás indebido, pues sabemos que al Domingo de Ramos sucede rápidamente el Viernes de Pasión. ¿Nuestros numerosos políticos buscan principalmente el bien de la nación, o el del propio partido? ¿Se resuelven los problemas o se agravan más? No contesto a esto, pues como he aprendido en nuestro centro Crisipo: <<en la pregunta está oculta la respuesta>>, a juicio de los sabios.
En cuanto al glorioso partido que nos ha gobernado última-mente: lo que hizo, hizo, estando ya a la vista de todos. ¿Qué vendrá el día siguiente, cuando llegue al astro-rey al solsticio de verano, o sea el 22 de junio próximo? No quiero creer en la profecía de un gran vidente francés, (¿?) según el cual: «España se dividirá en dos fuerzas políticas, (¿De derechas e izquierdas?),  no lo sé, produciéndose un gran cambio en muy poco tiempo».  
A estas alturas, vistos los errores cometidos estos años democráticos, comprendemos fácilmente que tampoco fue malo todo durante los históricos cuarenta años del franquismo. ¿Se ha juzgado con ánimo sereno? ¿Se han perdonado los fallos del régimen dictatorial para que al presente podamos también perdonar los fracasos de la democracia?
 ¿Fue importante el cambio en los nombres de las calles? ¿Es positiva la aprobación del   divorcio y aborto? ¿Lo es la pornotelevisiva, la droga, la furiosa afición al bingo y al deporte? Si seguimos  así, me temo que nuestros hijos no esperen a que seamos viejos para meternos en un asilo. Para  terminar: espero con optimismo “muy moderado” las próximas elecciones; pero ante todo, y sobre todo que haya paz y tranquilidad  en nuestra patria. ¡Colaboremos según , nuestras posibilidades!…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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