El amigo desde
la infancia de la Villa de La Orotava; Luis Perrera, remitió entonces
(15/04/2017) esta fotografía referente al último tapiz 1988 del gran artista –
alfombrista de la Villa Don José González Alonso.
Don José fue bajo
mi punto de mira el mejor artista - alfombrista del magno tapiz de la Plaza del
Ayuntamiento de la Villa de La Orotava. La verdad que hizo cátedra con su arte,
su talento y su pensamiento.
Sabía medir
con el valor de las tierras de color. Siempre con las manos, sin ninguna
moderna tecnología, Había nacido alfombrista y artista.
Era un hombre
amble y campechano, sabía lo que hacía, nunca se enfrentó a nadie. Media con
precisión el tiempo y la forma de terminar el tapiz para ofrecérselo al
santísimo.
Recuerdo que
un señor me dijo con la marcha de don José, esto ya no es La Orotava.
DIFÍCILES
TRANSPARENCIAS: jamás logradas hasta la fecha por ningún otro artista en el arte
efímero, de la luz, de los velos de las féminas, de las sombras, realizando una
panorámica surrealista a un arte jamás visto hasta la fecha en esa plaza
Evidentemente
en el año 1988 Don José González Alonso dejaba la plaza (nunca se supieron las
causas exactas), esa especie de Catedral sin nombre, parece que había terminado
una obra digna de tal honor; había escrito una verdadera historia de la
alfombra eclesiástica, donde se hallaban templete, rostros, fondos, paisajes,
nubes, y sombras; fragmento de las Etimologías, buena parte de la Regla
Apocalíptica del Nuevo y Antiguo Testamento, muchos rostros de santos y de
varones ilustres, y otras cosas más florecientes y grandiosas. El cuerpo de su
obra lo formaba la colección de los Concilios orientales y occidentales. Era un
monumento único de ciencia canónica resplandeciente.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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