Aniversario de su fallecimiento. Era el principio de
la década de los años setenta del siglo XX, cuando estaba en activo como
jugador del Baloncesto en el Club AA. AA. Salesianos (actual CB. San Isidro) de
La Villa de La Orotava. A causa de mis estudios del Profesorado Mercantil en la
desaparecida e inolvidable Escuela Universitaria Superior de Comercio de Santa
Cruz de Tenerife, me tuve que retirar de la práctica del baloncesto, pero seguí
como entrenador de las bases del Club, para ello había obtenido dos títulos de
entrenador de Baloncesto (Provincial y Regional).
Estando dirigiendo al Juvenil Águila del Valle de la
cadena del AA. AA. Salesianos (Actual CB San Isidro). Surgió por primera vez en
la historia del Baloncesto norteño, el Club de Baloncesto San Agustín de Los
Realejos. Pertenecía al famoso colegio de segunda enseñanza de la vecina
localidad “San Agustín”, el cual creó una cancha de deporte, en unos terrenos
por debajo de la plaza del Santuario de Nuestra Señora del Carmen. Fui
participe de la inauguración del mencionado recinto, a la vez que dirigía a mis
jugadores. Mi compañero y amigo de la Orotava Vicente Vivas, se encargaba de
dirigir al nuevo CB. San Agustín en donde empezaban a destacar tres jugadores;
Quico, Juan Carlos Domínguez y Paco González Hernández.
A partir de entonces, conocí por primera vez al amigo “PACO”
Francisco González Hernández, que posteriormente junto a los compañeros citados
ficharon en el CB. AA. AA. Salesiano Mayaba. No era de las técnicas
baloncestísticas de sus compañeros Quico y Juan Carlos, pero si destacaba como
un hombre alto, fuerte y preciso, que luchaba bajo los tableros, y lanzaba
balones a la contra.
Paco, Quico y Juan Carlos, pertenecían al AA. AA.
Salesiano Mayaba, en aquella temporada de 1974 – 1975, que siendo presidente
del Club Carlos Rodríguez, optó por darle de baja al Sénior. Sus jugadores al
quedar en libertad se fueron al CB. Puerto de la Cruz. Este percance solo
duró una temporada, puesto que en la 1976 – 1977, retornan de nuevo al CB. AA.
AA. Salesiano, por baja federativa del CB. Puerto de la Cruz, que le cede la plaza
al Club orotavense, que se vio obligado a cambiar su denominación por el CB.
San Isidro. Paco, Quico y Juan Carlos siguieron en el Club, y siguieron
triunfando en el baloncesto villero hasta su retirada definitiva.
Hablando de “PACO” Francisco González Hernández, nació
en la Villa de Los Realejos en el año 1957. Estudió bachillerato y Cou en el
colegio realejero de San Agustín, aunque estuvo un tiempo del bachillerato en
La Salle San Idelfonso de Santa Cruz de Tenerife. Matriculándose en el
magisterio lagunero, donde se graduó y empezó a dar clases de su
especialización, no sé si lo hizo desde el principio en el Colegio de San
Isidro de La Orotava, lo cierto que treinta años después de conocerle, me lo
tropezaba por fuera de mi domicilio en la calle El Calvario, donde aparcaba su
automóvil para dar clases en el mencionado Colegio.
A PACO, le tenía un cariño muy especial, era un hombre
de los llamados; caballero, amable y servicial. Siempre que nos tropezábamos
hablábamos de los viejos tiempos, de aquellas inolvidables épocas del
baloncesto.
El día nueve de diciembre del 2013, día del alumno, al
no tener clases, me personé en una administración de lotería ubicada en la
Sidrona, allí me llevé la sorpresa, de que al amigo y joven “PACO” (58 años),
le había pasado una desazón de su salud y lo habían ingresado en el Hospital
Universitario, tanto fue la sorpresa que me acordé de él, y de aquellos tiempos
del Baloncesto. Una semana después, cuando regresaba de mi actividad académica
del IES La Orotava Manuel González Pérez, me tropiezo con mi antiguo jugador
del juvenil Orotava e Infantil Águila del Valle, Maximino Álvarez Padrón que
conocemos por “Mimi”, compañero suyo en la docencia del Colegio de San Isidro.
Me comunica entonces (2013) que el amigo “PACO”, estaba en cuestión de hora.
Una semana, esperando su recuperación y el destino final era intrigante con la
humanidad. En esas horas que me habla “Mimi”, las flamantes redes sociales, me
informaban su fallecimiento definitivo.
Amigo “PACO”, la vida es así, no nos conocimos como
docentes, pero si en el mundo del Baloncesto, para mí fuiste una gran persona,
una excelente persona, grande como tu altura, comunicador donde los hayas. Y
que más te puedo decir, que ahora tus alumnos orotavenses que tanto te querían,
y compañeros que lo fuimos en el Baloncesto, te seguimos queriendo, estén donde
esté. Espero que sea un lugar de tranquilidad y de felicidad para ti. Adiós
PACO hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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