martes, 26 de diciembre de 2017

ANTONIO LUQUE HERNÁNDEZ



Me recibe amablemente en el despacho de su casa, de la calle Tomás Zerolo, de La Orotava, sobresaliente construcción del siglo XVIII. Su lugar habitual de trabajo, en la planta baja, es una confortable sala atestada de libros, grabados y retratos, entre ellos el de su padre, el inolvidable doctor Emilio Luque Moreno. La historia le atrajo desde temprano, aunque su dedicación a ella no lo fue tanto. Forzado por motivos familiares inició estudios superiores de medicina en la universidad de Cádiz y Complutense de Madrid; luego comenzó la Carrera de Ciencias Políticas en la Complutense, que no culminó por una serie de obstáculos; aunque entre 1970 y 1971 pudo completar un curso de lengua y cultura alemanas en la Ludwig und Maximilian Universitiit de Munich.
Entre 1986 Y 1989 cursó estudios en el Instituto Luís de Salazar y Castro, de Madrid, escuela Nobiliaria, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde alcanzó la diplomatura en Genealogía, Heráldica y Derecho Nobiliario, llevado por su afán en poseer una amplia formación humanística, difícil no sólo por lo anárquico de mi carácter, sino por su desconexión con la moderna metodología de las ciencias humanas.
Sobre la autenticidad de la ciencia histórica, opina sobre el pensamiento de Ortega y Gasset en «HISTORIA COMO SISTEMA» que «la misión de la historia es hacemos reconocibles los otros hombres. Porque aunque parezca mentira no lo son. El prójimo es siempre una ultranza, algo que está mas allá de lo patente». El fin primordial de la Historia es el estudio y relación de los acontecimientos del pasado, esa exposición necesita tener el máximo de fidelidad con los hechos que reseña, para lo que debe estar cronológicamente ordenada y verificada con los métodos de la crítica histórica. Como es lógico, el pasado no puede repetirse, sólo imaginarse. La investigación histórica se basa en el análisis de los documentos cercanos al hecho que queremos conocer, y cuyas valoraciones serán en última instancia personales, pero no por ello no habrá de exigírsele al historiador ante todo el máximo de claridad y objetividad.
En cuanto a falsear la Historia, indica que La Historia, como auténtica disciplina científica, debe decir siempre la verdad, pero, por desgracia Gracia, en esta ciencia se ha impuesto un nacionalismo patriótico que desfigura la autenticidad de las crónicas. Por un apego mal entendido se tergiversan en ocasiones los sucesos en un afán de encumbrar o desprestigiar, nos aleja del auténtico objetivo del cronista, que es narrar veraz y objetivamente el pasado. Aunque también sea cierto que las civilizaciones pretéritas han basado su origen en la fábula; el hombre, no lo olvidemos, ama y necesita en mayor o menor medida el mito. Y como, por interés, se han exagerado o minimizado los fastos de las naciones, de la misma manera se han disfrazado los anales localistas.
Sus etapas históricas preferidas, en líneas generales, mi época favorita es el período de la ilustración, es decir, el siglo XVIII; seguramente por el optimismo de su filosofía, que confía en la capacidad del hombre para solucionar todos los problemas de la existencia. Este enfoque coincide con mi forma de ser. Su historia de La Orotava, «La Orotava, corazón de Tenerife» es fruto de una importante labor de investigación histórica, a la que me he dedicado, en los últimos años, con todo el ánimo y rigor del que puedo ser capaz. Es, igualmente, consecuencia de mi apego y preocupación por mi ciudad, por su pasado y, claro está, también por su futuro. Admiradores de don Alejandro Cioranescu, cuya escuela ha transformado la fisonomía de los estudios históricos en las Islas, y con el deseo de que una ciudad con tan esplendoroso pasado, como es la Villa de La Orotava, contase con una historia escrita por él, un día fueron don José de Lugo y Méndez, muerto en 1992, don Melchor de Zárate y Cólogan, y Antonio Luque Hernández a casa del profesor, y allí le propusieron que escribiera los fastos orotavenses, ofreciéndonos nosotros a cooperar en la forma que él dispusiera. Cioranescu no aceptó, los trabajos pendientes le impedían contraer cualquier nuevo compromiso pero ante mi insistencia me dijo que esa empresa podría constituir, para mí, un verdadero desafío; él se ofrecía como mi mentor en ese trabajo, Ya le he dicho que soy muy optimista, así que acepté el reto del maestro, y aquí está el resultado. Para la realización de esta obra he contado también, con la constante ayuda de eminentes historiadores de la valía de don Guillermo Camacho y Pérez Galdós, fallecido en 1995, a quien le debe útiles consejos y excelentes informaciones, y, muy especialmente, con el sistemático asesoramiento de don Enrique Roméu Palazuelos, conde de Barbate, además de la asistencia de don Melchor de Zárate y Cólogan, excelente genealogista y heraldista. Ellos completaron sus conocimientos, ayudándole a elegir lecturas y brindándome, de un modo altruista, sus extraordinarias facultades y experiencias. No obstante, la responsabilidad última de este libro me incumbe sólo a mí, sobre todo en los posibles desaciertos que pueda haber y en sus siempre inevitables limitaciones. No olvidemos que el trabajo del historiador es algo que siempre está en curso, es un «work in progress», donde cada autor va aportando sobre lo estudiado lo que su propio tiempo histórico y su competencia le permiten.
Don Antonio Luque cree que es esta la primera obra en conjunto publicada sobre la historia de La Orotava. En ella ha intentado relatar todos los sucesos memorables que la han conformado, con el rigor y la amenidad de que he sido capaz, ya que quiere dirigirse a un público amplio. El mérito es, a fin de cuentas, de los propios orotavenses.
La última carta que escribió el Cronista Oficial Emérito de la Villa de La Orotava, don Benjamín Afonso Padrón, a Antonio Luque Hernández por su inmenso trabajo bibliográfico en su gran producción LA OROTAVA CORAZÓN DE TENERIFE, publicada por el Excmo. Ayuntamiento de esta villa orotavense. Digo última carta, o mejor última crónica, que no salió a la luz de la imprenta de los periódicos tinerfeños, debido a que su edad y su enfermedad, ya no podían con él, lo que le decidió llevársela al domicilio del autor de este interesante libro bibliográfico orotavense, por lo que la transcribo íntegramente: “...La bibliografía histórica orotavense tendrá, en fecha próxima, un nuevo libro, desde su fundación, allá por el siglo XVI. Se trata de los rasgos definitorios de su personalidad como sede capitalina del Valle, y a lo que contribuyeron ilustres familias impulsoras del desarrollo económico, cultural, político, social y religioso.
Una amplia panorámica de sus vivencias. Desde los primeros pobladores con sus usos y costumbres. El cultivo del campo; la orga­nización militar con sus fortalezas costeras contra la piratería de la época; la creación y asentamiento de iglesias y ermitas; la vida parroquial y conventual; las luchas reivindicativas; las celebraciones memorables cívicas y religiosas. Todo un amplio abanico de aconteceres.
Es autor de esta obra, Historia de la Orotava, Antonio Luque Hernández, miembro del Instituto de Estudios Canarios.
Durante cinco años, se dedicó a la tarea investigadora en archivos y bibliotecas públicos y privados, para coronar esta empresa histórica literaria. Y tuvo, también, las valiosas ayudas, según dice él en su reseña de gratitudes, de Alejandro Cioranescu, Enrique Romeu Palazuelos, Guillermo Camacho y Pérez Galdós, Melchor de Zárate y Cólogan, José de Lugo y Méndez y Juan de Zarate y Cólogan.
La dedicatoria es para sus padres, Emilio Luque Moreno y Aída Hernández y González de Chaves.
Recordemos que su progenitor fue, aquel Médico de reconocido prestigio, que la Villa distinguió por sus humanitarios servicios, dando su nombre a una calle, con esta leyenda: Avenida del Dr. Emilio Luque Moreno.
Asimismo extiende esta ofrenda, a su esposa María del Carmen Ascanio y Cúllen, a sus hijos Antonio, Emilio y María del Carmen Eladia y a todo el vecindario.
Son doce capítulos: desde lo que llama antiguos tinerfeños hasta el que cierra la obra con una guía histórico-monumental.
Algo he leído de este orotavense, Antonio Luque. Entre sus artículos, los bien documentados de la revista mensajera de las aspiraciones e inquietudes de la ciudad de Constantina, donde nació su padre; sus colaboraciones en diarios de la provincia; su libro de "Cartas de Don José de Viera y Clavijo a Diversas Personalidades", con prologo de Enrique Romeu Palazuelos, que subraya elogiosamente los comentarios de Antonio Luque acerca de estas misivas.
La Orotava es sobre todo, monumento de la historia insular religiosa y artística. Códice abierto a la evocación con las imágenes sugerentes que son sus casas de estilo canario, sus patios, sus jardines, sus exconventos e iglesias en el marco exuberante de su Valle. Es como un maravilloso retablo que invita a la investigación, al estudio de su existencia. Antonio Luque ha sabido encontrar una selección de temas para esta Historia que verá la luz pública próximamente.
El pasado año, el Ayuntamiento conmemoró sus cien años de historia editando un interesante libro, coordinado por Juan J. Martínez Sánchez.  También fue impresa la Guía Histórica-Artística con prólogo de Domingo Hernández Perera.
La Orotava enriquece así su tesoro bibliográfico. Bienvenida esta obra de Antonio Luque. Creo que es una valiosa aportación para el archivo bibliográfico de esta Villa de la Orotava, a la que decía aquel inolvidable icodense, poeta y amigo, Emeterio Gutiérrez Álbelo: "Eres tú toda entera, desde el mar a la cumbre, una Alfombra de Flores para que pase Dios..."

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

2 comentarios:

  1. Buenos días Antonio,
    Acabo de encontrar tu interesante blog. Interesante descubrir, en uno de tus artículos anteriores, que mi abuelo Thomas Reid, sugirió que era español. (Español de nacimiento, claro, pero con pasaporte británico y representante del gobierno de Sus Majestades británicas!).
    De todas formas, te envié un Whatsapp en enero porque un historiador americano está muy interesado en hablar contigo sobre Piazzi Smyth y otros asuntos. Por favor ponte en contacto conmigo en info@tenerifeprivatetours.com
    Saludos,
    John Reid

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  2. Buenas tardes Bruno,

    Le pido disculpas. Con tantas cosas en la cabeza me doy cuenta ahora que el blog no es de don Emilio Luque. De todas formas, si aun no se ha puesto en contacto con usted don José Betancourt (profesor en EEUU) por favor envíeme un email (a la dirección en mi anterior mensaje).

    Gracias y saludos,
    John Reid

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