lunes, 25 de diciembre de 2017

APUNTES DE LA NAVIDAD EN CANARIAS



El amigo JAVIER LIMA ESTÉVEZ. Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió entonces (25/12/16) estas notas que tituló; “APUNTES DE LA NAVIDAD EN CANARIAS”.
Publicadas en LA OPINIÓN DE TENERIFE, el 24 de diciembre de 2016: “... La Navidad representa una época del año que aglutina en nuestro inconsciente testimonios y recuerdos de seres que ya no están entre nosotros. Son momentos de alegría y disfrute en compañía de nuestros seres queridos. Para conocer tal situación en Canarias a principios del siglo XX nos aproximaremos a la consulta de fuentes hemerográficas y bibliográficas. De esa forma, conocemos a través de un artículo publicado en Unión Conservadora, el 8 de enero de 1900, el esfuerzo realizado por los redactores del periódico Gente Nueva; encargados de organizar el festival "Árbol de Navidad", desarrollado el día 6 de enero de 1900, actuando para recordar un día especial entre los niños independientemente de su condición social.
Por otra parte, durante esas fechas también destacaría la labor desarrollada por el sacerdote José Feo en Gran Canaria, a través del reparto de ropa y juguetes entre más de 150 niños. Un hecho que extraemos a través de la consulta de un artículo del periódico Diario de Las Palmas, en su edición del 2 de enero de 1900, disponible también su consulta a través del portal Jable de la ULPGC.
Interesante sería la labor desarrollada por el periodista Esteban Domínguez, quien recopila en su obra Apuntes Realejeros, diversos testimonios asociados a vivencias de la Navidad a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX en tal municipio tinerfeño. En concreto, nos sitúa ante el recuerdo del historiador e investigador D. Guillermo Camacho, D. Manuel Hernández y Dña. Bienvenida Hernández. En torno al primer caso, Guillermo Camacho recordaría disfrutar de la Navidad entre Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas a lo largo de su juventud, afirmando que “no faltaban los pasteles tan tradicionales de estas tierras y antes de que llegara el día 24 se celebraban las misas de luz, para luego concluir con la misa del gallo y el Nacimiento del Niño Dios”. No dudaría en exponer que ese día era un acontecimiento de especial recuerdo, celebración y disfrute independientemente de la situación económica de cada familia. Asimismo, en torno al Fin de Año manifestaría que “antes se decía el Día del Año. Ese día habían parrandas, juergas y todo lo que se quiera”. Por su parte, el segundo informante, nacido a finales del siglo XIX, recordaría las Navidades de su juventud marcadas por la asistencia a la Misa del Gallo. La noche de Navidad en su familia era un acto muy sobrio. Una cena compuesta “por gofio, potaje y pescado salado”. Tras sacar al Niño Dios en procesión, se desplazaba de parranda junto a sus amigos por diversas calles del pueblo. Por último, Esteban Domínguez relata el testimonio de Bienvenida Hernández. Se trataba de una señora que recordaba desde su juventud la Navidad como un momento de gran celebración en el que los vecinos acudían a “la iglesia para festejar la Navidad junto al Niño Dios”, destacando que durante las misas de luz ”las gentes iban con sus panderetas y carracas y salían por las calles animando a los demás”. Para Bienvenida, la Misa del Gallo constituía un acontecimiento solemne en el municipio, destacando el momento de la salida del Niño Dios “en los brazos del cura alrededor de la iglesia, mientras se oían los villancicos, las panderetas y las guitarras”.  En la cena de esa noche recordaba encontrar gofio, carne de cochino, rolón, algún pastel e incluso licor casero.
En definitiva, toda una serie de testimonios que nos aproximan y sitúan ante diferentes realidades de una misma celebración en nuestro territorio en el tránsito de los siglos XIX al XX. Felices Fiestas…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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