Al llegar a mi
casa después de una jornada académica en el IES La Orotava Manuel González
Pérez del Barrio San Antonio, me encuentro con Milagro González “Leal”, solo me
pregunta por la edad de “Manolo”, que acaba de morir. No tenía ni idea a quien
se refería, le pregunté que me identificara a “Manolo”, la sorpresa fue tan grande
cuando me habla de Manolo Bello.
En unos
instantes me quedé demasiado preocupado, Manolo Bello Hernández, Manolito Bello
un amigo de la infancia, nos había dejado para siempre. Qué barbaridad y que
triste es la vida, había hablado con él hace como una semana en la Calle El
Calvario, mi calle. Lo que me era imposible creérmelo e imaginármelo.
Efectivamente
nos conocemos desde la infancia, aunque él era mayor que yo cinco años, iba a
cumplir los setenta años en el próximo mes de Marzo, el día catorce.
Había nacido
en la Villa de La Orotava el 14 de Marzo de 1944, su padre Manolo Bello tenía
una venta de víveres, primero con su hermano Eustaquio y después se
independizaron. Eustaquio se quedó en el Paseo de Domínguez Afonso y Manolo la
montó en la Avenida de Sor Soledad Cobián, muy cerca del estadio
Municipal “Los Cuartos”. Mis padres y mis abuelos maternos eran clientes
asiduos de su venta, recuerdo ir a comprar con mis hermanas y ver a Manolito y
a su padre Manolo trabajando en aquella inolvidable venta de suministros.
Su vida
académica la realizó en el colegio de Santo Tomás de Aquino, donde estudió el
bachiller, y el peritaje mercantil, al finalizar estos estudios en el
mencionado colegio, se matricula en el selectivo de Perito Agrícola en la
antigua y recordada politécnica de La Laguna en la calle de San Agustín.
Realiza el
servicio militar en la desaparecida IPS en Los Rodeos, y una vez finalizada su
carrera de agrónomo, trabaja muchos años en la desaparecida empresa “INCA”,
independizándose por su cuenta en una análoga empresa personal en la carretera
vieja de Santa Úrsula. En la actualidad estaba prejubilado y jubilado
totalmente, por lo que había vendido su empresa personal.
En su
juventud, era muy aficionado al fútbol, a su UD. Orotava, al Juvenil Iberia.
Perteneció y fue cofundador de la Rondalla de la Agrupación Juvenil Teide. Que
tenían su cuarto de ensayo en la casa de la calle León antigua de Los Tostones
conocida por “Casa Avecrén” (actual sedes de los servicios municipales).
Casó con una
gran dama del Puerto de la Cruz Carmen Dolores Figueroa, del matrimonio
tuvo cuatro hijas; Dolo, Nati, Bea y Laura.
Siempre lo
veía caminando por su Orotava, con chandas deportivas, caminaba y caminaba,
para estabilizar su enfermedad cardiovascular, otras veces paseaba con se
querida y desconsolada esposa Carmen Dolores. Siempre nos cruzábamos en el
trayecto, cambiábamos impresiones. Más que nada hablábamos de aquella terrible
tragedia que se produjo en el mes de julio del año 1965, acaecida en la famosa
playa “El Bollullo” de La Orotava, en la que perdió la vida el querido y
recordado entonces joven amigo Honorio Abréu Rodríguez, me contaba Manolito que
por entonces él estaba en el servicio militar en la IPS, y tuvo que trajinar
durante veinte y cuatro horas de las que disponía del permiso correspondiente.
Manolito, la
verdad que siempre pasan en la vida cosas como esta, pero son de la misma
naturaleza, ayer estábamos hablando y hoy ya no nos vemos más. Todos tenemos
este destino, todos, aquí nadie nos quedamos. Siempre parece mejor el descanso
externamente, un mundo desconocido, un mundo feliz de la esperanza, un mundo de
la concordia, un mundo de la serenidad.
Allí están tus
grandes amigos; Tino y Pino. También están tus padres, quizá te reencuentre con
el amigo Honorio Abréu, quizá. Pero aquí con nosotros se queda tu querida y
desconsolada esposa, una gran señora Carmen Dolores, cuatro
maravillosas hijas, las cincos te quieren, te seguirán queriendo, te lo
prometo. Gracias Manolo por tu caballerosidad, por tu solidaridad. Un abrazo
hasta pronto.
La amiga de la Villa de La Orotava, DACIL SANTOS PÉREZ, remitió entonces (16/12/2013)
estas notas: “…Bruno, muchas gracias por este bonito recuerdo para Manolito Bello. Sabes
la gran relación que mi familia tiene con los “Bello"; somos una gran
familia. Sé que mis padres lo han recibido con una gran fiesta "ahí
arriba"; seguro que no ha faltado una buena paella. Podría decir muchas
cosas de Manolito y todas buenas; como esposo y padre era excepcional y como
amigo incondicional. Gracias Manolito Bello por estar siempre ahí y por
querernos tanto…”
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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