Jesús Hernández Díaz, le conocí desde mi infancia y
juventud, precisamente cuando trabaja de ebanista en el taller de Cándido León
Cabrera en el popular Barrios de Los Cuartos de La Villa de La Orotava.
Aprendió el oficio de su padre maestro Pablo
Hernández, en su taller que tenía en sociedad con su tío maestro Juan
Hernández, en el callejón de Los Cuartos, por debajo de la zapatería de mi
abuelo materno; Bruno Abréu Rodríguez.
Jesús para mí siempre fue al igual que sus hermanos un hombre humilde, honesto,
trabajador y muy luchador. Siempre trabajando para sacar su familia adelante.
Nació en la Villa de La Orotava y falleció en la
misma Villa el día ocho de abril del 2017.
Hijo de Pablo Hernández (ebanista y a su vez hijo de molineros de gofio) y de
María Díaz (ama de casa), familia conocida por "Los Grillos.
Conocí a tres hermanos más de su padre; Isabel esposa de Santiago Oramas
(camionero) que vivió al lado de casa, Justo taxista de la parada de los ricos
en el Llano de La Orotava y miembro de la Peña el Tín con mi padre Juan Álvarez
Díaz, y Juan que fue socio con su padre de un taller en el Barrio de Los
Cuartos.
Fue el mayor de nueve hermanos, esposo de Estrella y padre de
cinco hijos: Máximo, David, Hermengaudio, Estrella y Honorio.
Estudió en las escuelas graduadas publicas en lo bajo del Ayuntamiento,
actualmente Colegio Público de Nuestra Señora de la Concepción ubicado en la
calle Magistrado Barreda (en antaño calle La Paloma). Como de costumbre en
nuestra Villa, su hijo mayor; Máximo heredó su profesión de ebanista.
La carpintería, al principio era propiedad de su padre maestro Pablo y su
tío maestro Juan (padre de Manolo Hernández conocido en el mundo del fútbol
regional por “El loco”). Esta histórica industria que estaba ubicada en el
callejón que se conocía por el callejón de maestro Bruno (Bruno Abréu
Rodríguez, zapatero y músico, mi abuelo materno), tengo un recuerdo imborrable
de ella, siendo un niño le pedí a mi abuelo Bruno que me hiciera una manga para
las procesiones infantiles, mi abuelo que tenía tanta amistad con los hermanos
ebanistas y vecinos maestros Pablo y Juan, le pidió que me la hiciese, tanto
fue así que un día posterior a la Semana Santa apareció en casa una magnifica
manga infantil que mi madre María del Carmen Abréu González modista de caballero
me la forró de tela terciopelada color lila, y así mi ilusión quedó patente
para jugar con los santos.
Posterior como in diqué, se fue a trabajar al taller de Cándido León
Cabrera, y finalmente como todos los buenos ebanistas DE LA Villa de La
Orotava, se independizó y montó su propio taller.
Con mucho trabajo y esfuerzo compro su casa en el callejón Juan Padrón
(antiguo El Loro), cerca del barranquillo de Araujo por debajo del desaparecido
Cine Teatro Atlante.
Jesús, te pido de todo corazón, contigo seguirán; tu desconsolada esposa Estrella,
tus hijos, tus nietos, todos siguen contigo, pues en este terruño te querían a
rabiar, te adoraban, te estaban agradecido por lo bueno que era, por lo que
trabajaste por ellos, ahora te atañe tu tregua, tu feliz descanso, pues esto no
acaba aquí sigue por caminos que son interminables.
Jesús, recuerdo que aquí en las calles de tu
Villa de La Orotava daba gusto hablar contigo eras una excelente persona, eras
una lección de amor, de concordia, no olvide que por ahí están tus padres Pablo
y María, tu tío Juan que tanto hicieron para que ese recordado taller fuera lo
que fue, un vivero de carpinteros y ebanistas. Un abrazo y hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario