Decada
del año veinte del siglo XX, mi recordado e inolvidable tío materno Enrique
Abréu González (derecha) y Casimiro González (izquierda con cigarrillo a
ristre). Dos entonces jóvenes orotavenses (16 años), posan para la cámara del
fotógrafo “Roda”, en los originales y esplendidos Jardines de la Villa de La
Orotava “Victoria”, que actualmente conocemos por “Jardines del Marquesado de
la Quinta Roja”.
Hablo
de esplendido, puesto que en la actualidad, es una pena pernoctar ese
territorio, que solo conserva el Mausoleo o Sepulcro vacío y sus escalinatas,
puesto que todo lo demás como el enrejado de hierro forjado donde se posan los
protagonista de la panorámica, desaparecieron a cal y canto, así como
muchísimos elemento, relacionado con el propio jardín, la masonería de la época
y demás.
Con
vestuarios de gala, confeccionado en los talleres de mi querida madre María del
Carmen Abréu González, ambos jóvenes visten de gala, por las fiestas Mayores de
la Villa de La Orotava. Mi tío nos dejó con solo 47 años, tras un fallo médico,
que no le detectaron la peritonitis a tiempo y Casimiro, vivió hasta los noventa años, recuerdo de verlo pasear
por las calle del Casco Histórico de La Villa de La Orotava, contándome
muchísimas anécdotas.
Mi tío
Enrique, estudió en Las Graduadas del Ayuntamiento (el primero de la clase de
su promoción), casó en Madrid, trabajó
en la FAST y en la compañía de Entrecanales. Casimiro, muchos años operario de
la firma Comercial orotavense de don Bernardo Hernández León. Era bajito de
estatura, pero tenía un corazón grande. Estudió en el Colegio de San Isidro con
los Lasalianos, y vivió con la familia de la Villa González de Chaves y
Celorrio, compartiendo habitación en tiempos colegiales con mi suegro Félix
González de Chaves y Fernández de Acosta (del Pago de la Cruz Santa – Los
Realejos), ya que era el hermano menor del patrón de Casimiro.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
Gracias por el artículo Bruno.
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