El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; ÁNGEL GARCÍA
GONZÁLEZ, remitió entonces (2014) estas notas que le escribió a un amigo de Las
Palmas y que tituló; “UNA ANÉCDOTA QUE HUELE A AMARILLO”: “…Mal día deportivo fue el domingo 22 de junio del
2014 para todos los canarios. Por cuatro chiquillajes, se bajó en un minuto a
2ª, después de llevar noventa y dos en 1ª. Desgraciadamente ya no tiene remedio
y como la vida tiene que seguir, te voy a contar lo que le pasó a un vecino mío
en otro Las Palmas-Córdoba, a principios de los sesenta, que se hizo famoso por
una enorme pintada que apareció en las gradas del Insular y que decía VIVA
CANARIAS LIBRE.
Mi vecino Jesús (1940)
era un afamado carnicero del Matadero de La Orotava y que como cosa rara sabía
cortar muy bien la carne. Era el encargado todos los años por estas mismas
fechas (Fiestas Patronales) de la matanza del cochino que un coronel de
Aviación tenía su finca agrícola, lindante con nuestra calle.
Pero ese año que nos
ocupa, Jesús se encontraba haciendo la mili en Gando, por recomendación de
nuestro coronel-jefe en Los Rodeos. Este le consigue una semana de permiso,
para que estuviera el lunes a primera hora y proceder a la matanza y
consiguientes comilonas con sus invitados.
Cuando Jesús iba llegando al muelle se ve arrollado por una numerosa peña de la Union Deportiva que iba hacia el Insular con gran acopio de ron. En menos de media hora ya estaba Jesús en la grada más alta frente a tribuna, cargado como un chucho, sin la chaquetilla del uniforme y cantando que mueran los godos.
Cuando Jesús iba llegando al muelle se ve arrollado por una numerosa peña de la Union Deportiva que iba hacia el Insular con gran acopio de ron. En menos de media hora ya estaba Jesús en la grada más alta frente a tribuna, cargado como un chucho, sin la chaquetilla del uniforme y cantando que mueran los godos.
Una vez acabado el ron,
Jesús quería más y más y como no se lo daban, comenzó a cantar mueran los
canariones y se armó la marimorena. Sus recientes amigos lo levantaron en el aire,
tarea no difícil por las escasas carnes que tenía, y a fuerza de golpetazos fue
bajando como un avión de papel por toda la grada, hasta que aterrizó en el césped,
junto a un linier. El árbitro paró el partido, llamó a los grises que lo
molieron a golpes y se lo llevaron detenido y acusado de invasión de campo y
tentativa de agresión a un colegiado.
Al día siguiente, ya
cerca del mediodía, los teléfonos de ambos coroneles no paraban de comunicar,
pues a Jesús no lo encontraban ni en Tenerife ni en Las Palmas. Jesús estaba en
un cuartelillo policial durmiendo la pea.
Cuando malamente lo pudieron identificar ya que había perdido la
documentación, vino la policía militar y lo llevó a Gando. Y de aquí al hospital,
pues parecía un Cristo de los moretones que tenía. Cuando estuvo curado, le
comunicaron que tenía dos meses de arresto.
El cochino canario del
coronel chicharrero (sin ánimo de ofender, faltaría más), como los malos estudiantes,
se tuvo que quedar para septiembre. Que se te pase el cabreo. Un abrazo, Ángel
García…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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