domingo, 25 de junio de 2017

DOMINGO HERNÁNDEZ Y HERNÁNDEZ “EL TÉCNICO”, CARRETERO DE CARRETEROS, EN EL RECUERDO



Fotografía que me entregó desinteresadamente su Señora; TERESA TRUJILLO Y SU HIJA CORALINA HERNÁNDEZ, en la que representa a toda su familia, y a la Mansión de Lercaro (La Mansión Ponte - Lercaro que, en su afán de poder, parece querer romper el molde urbano y se asoma, entre complaciente y orgullosa, a los campos vecinos, con su gallarda presencia), correspondiente a la Romería del año 1992 de La Villa de La Orotava.

Domingo Hernández y Hernández “El Técnico”, carretero de carreteros, fue un artesano - electricista de la Villa de La Orotava, elaborador de artísticas carretas para la romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, motivándose en bellos y nobles rincones villeros.
Según me cuentan sus desconsoladas; esposa e hija, Teresa Trujillo y Coralina Hernández (que me facilitaron las cinco mejores producciones): “…Sus inicios haciendo carretas en la romería de San Isidro datan de 1966.  En el año 1987 comenzó por reproducciones a escala de edificios históricos y emblemáticos de la Villa de la Orotava, llegando a una cifra tal que por su cantidad y problemas de ubicación ofertó a las autoridades locales para la creación de un museo, pero ante la escasa atención recibida derivó que esta colección fuese a parar a una entidad privada dedicada a la explotación turística, concretamente la Casa de Los Balcones, que adquirió en 1996 nueve reproducciones con idea de abrir un museo en la planta principal de la Casa Lercaro de La Orotava. A día aún sin inaugurar…”
En su homenaje póstumo de todo corazón, reproduzco el contenido histórico de seis de sus majestuosas producciones romera y villeras, que hacían grande la Romería de La Villa, correspondientes a los años; 1989, 1990, 1991, 1993, 1994, y 1995.
En el año 1989 presentó El Templo parroquial y Matriz de Nuestra Señora de La Concepción (1768-1788). Es, sin lugar a dudas, una de las más bellas expresiones del Barroco en Canarias, declarada Monumento Histórico Artístico Nacional el 18 de Junio de 1948. La piedra, sutilmente trabajada por el maestro cantero Patricio García, ha dejado en la fachada del templo uno de sus más bellos exponentes. Imágenes, retablos, orfebrería, etc. de los más insignes artistas de la época, están presentes en esta joya de la arquitectura religiosa (Lujan, Estévez, Ruiz Díaz. etc.).
Balcón Las Calaveras año 1990, localizado en la fachada norte  (calle Fernando Fuentes) del templo parroquial San Juan Bautista en Farrobo de La Villa de La Orotava.
La puerta existente bajo este bal­concillo que en sus cojinetes centra­les recoge varios motivos de calave­ras con tiara, bonete, mitra y corona real en clara referencia a su uso como primitiva capilla mortuoria de la parroquia. Destacable donde la tea es evidente.
En 1991 confeccionó el monumento en piedra bajorrelieve, de San Lorenzo (siglo XVI). Reproducción de la portada de estilo Plateresco construida en 1519 y que perteneció a la mansión del fundador y patriarca de la Villa de La Orotava, don Bartolomé BENÍTEZ Pereyra de Lugo, cuya heráldica en piedra realza la dovela central. Piedras que fueron halladas en labores de arado a principio del siglo XX por Don Domingo Hernández Salcedo, así como el San Lorenzo de Piedra, que tal vez perteneció al Convento de San Laurencio, nombre latinizado de Lorenzo, que se incendió en 1801, y que Viera le llamó el Escorial de Canarias.
En el año 1993, presentó una carreta motivada en la hacienda de San Sebastián, erigida a finales del siglo XVII en el camino de La Luz por el matrimonio compuesto por Don Sebastián Montañés y Machado, nacido en Los Silos el 2 de Agosto de 1667 y Doña Gabriela María Chaves del Castillo, casada en la iglesia de Santiago Apóstol de Los Realejos el 28 de Octubre de 1692, remontándose el apellido Montañés a mediados del siglo XVI, donde ocupó altos cargos en la administración civil, milicia y del clero, reflejada en el libro “Las Familia Chaves y Montañés” del amigo desde la infancia en la Villa, el Heraldista  Antonio Luque Hernández. Así mismo de la obra “La Orotava y sus fiestas” de don Manuel Rodríguez Mesa menciona que: En el folio 523 del “LB. 8º de Ent.” De Lla  Concepción de la Villa, puede leerse que el 15 de Octubre de 1761 “se hizo fiesta en la hermita..., sé Vendijo i fue el Veneficio, se cantó misa y prssºn...” y que los cuatro ducados que costó la ceremonia los pagó “Da theresa tholosa, biuda de Dn francºMontañés”.
En 1994, presenta la reproducción de una hacienda agrícola muy peculiar por su estilo y que luce en el naciente del Valle de Taoro, situada en la finca “El Pino” (San Pablo),  vinculada a la familia “Ascanio”, de gran arraigo orotavense y propietaria de importantes cultivos plataneros en el Valle.  Data esta edificación en su primera Inscripción Registral, de fecha 17 de Septiembre de 1867 perteneciendo entonces a Don Pedro de Vergara del Castillo y posteriormente a Don Tomás Ascanio y Aponte quien traspasa su propiedad a Doñas Antonia y Don Enrique Ascanio Estévez en el año 1891 y más tarde a Don Tomás Ascanio y Méndez de Lugo en 1930 y por último a Don Antonio Ascanio y Monteverde en el año 1944, su actual propietario. En los años finales de la década de los ochenta fue restaurada a su estado actual por su hijo Antonio Ascanio Sotomayor y Doña Sophie Baillon quienes la adaptaron a una cómoda vivienda familiar. Aunque en años anteriores fue dedicada principalmente a usos agrícolas hay que señalar en su anecdotario que, con motivo de la gran epidemia cólera - morbo del 1893 fue utilizado, dada su estratégica posición en la carretera de acceso al Valle de La Orotava, como puesto de control sanitario.
En el año 1995, presenta a la Ermita - Mayorazgo de San Felipe Neri situada al final de la calle del Agua que fundara el presbítero Luis Rizzo Grimaldi y Lugo el 23 de Junio de 1676, como figura en el friso de la portada de cantería sumamente elegante, es prácticamente desconocida en sus datos, exceptuando las Sinodales de los obispos del siglo XVIII en las que destaca las jubilosas festividades del Santo de su advocación, se sumaban en 1741 las de la desaparecida virgen de le Merced como nos cuenta Rodríguez Mesa en su libro “La Orotava y sus fiestas”. Esta Ermita fue adquirida a principios de este siglo por Don Francisco Pérez y en la actualidad pertenece a los herederos de Doña María Delfina González de Chávez Pérez, parece ser que perteneció a los marqueses de la Quinta Roja hasta principios de este siglo, (1840-1880). Figurando entre los propietarios Don Diego de Ponte del Castillo, VIII Marqués, el de la triste historia del sepulcro vacío, víctima de la intransigencia como lo cita Manuel Linares, natural de Guía Isora, en su obra “Un libro más” editado en La Habana, donde asentó, a finales del siglo pasado.
Su último año trabajando por la Romería de su villa, se produjo en la edición correspondiente al año 1997, coincidiendo con la celebración de los 150 años de las Alfombras de Flores. Para ello realizó la réplica de la Mansión de las tres hadas (Leonor, Teresa y Pilar) orotavenses creadoras del arte floral, la casa de los “Monteverde” (en la que se aprecia el afán de sus primeros dueños en dejar constancia pétrea de inquietudes histórico-artísticas y sus relaciones europeístas), y como entonces no le ayudaron, y después de tanto sacrificio y lucha por la romería orotavense, pasó a dejar de trabajar. Su señora esposa Teresa Trujillo me lo ha recordado: “…Me gustó mucho el comentario de cada carreta y también que hayas hecho alusión de porqué no tiene las maquetas, o no las tenemos, aunque si tenemos una que nunca salió en una romería, es la casa de Monteverde…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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