martes, 13 de junio de 2017

DE PASEO EL DÍA DE LA ROMERÍA



Mes de junio del año 1956, Domingo de la Romería, mis tíos; Enrique Abréu González, y Esperanza Rodríguez Fernández, con mi prima María Esperanza Abréu Rodríguez (5 años, actualmente en Madrid), pasean como preámbulo al inicio de la Romería de San Isidro Labrador y Santa María de La Cabeza de la Villa de La Orotava, por la calle El Calvario hacía la plaza de la Constitución, de la Alameda o del Kiosco de la Música.
Entonces la calle empezaba a abrirse hacía la Sidrona, puesto que vemos a la derecha el edificio de los herederos de “Fariña”, en construcción, sin acabar su fachada.
A la izquierda de abajo arriba los edificios de estilos canarios; Bar Almeida (se conserva), herederos de la familia: Méndez - González y el recordado inmueble neoclásico del estilo de don Mariano Estanga, donde estaba ubicado el Instituto de Previsión.
Mis tíos vivían en el Sur de Tenerife, concretamente en Los Álamos (Guía de Isora), ocupaba el puesto de encargado de un empaquetado de tomates de la familia “Negrín”, se hallaba de excedencia de la Cooperativa Agrícola del Norte de Tenerife (FAST), y siempre se acercaba por las fiestas mayores, a su pueblo la Villa de La Orotava, para disfrutar de ellas, además de visitar a sus padres (mis abuelos), hospedándose en la Fonda Victoria de la calle de San Agustín.
Referente al derribo del edificio del Instituto de Previsión y la actual fabrica. Mi amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELÍAN “ESPECTADOR”, remitió entonces (2015) estas notas: “…El edificio construido en la Villa de La Orotava, en la calle El Calvario, frente al actual auditorio de Teobaldo Power (edificado 1970-72 aproximadamente) es un mamotreto horroroso, que por presiones del entonces Banco Exterior de España (Madrid) se hizo, y no compagina ni tiene armonía con el resto de la calle en esa acera, y menos con la calle Rosales trasera.
Es una cosa horrible (todo lo contrario al que edificaron en la zona norte de la Plaza El Charco del Puerto de la Cruz) y Para colmo, está el pequeño Almeida edificio en ruinas, donde el barman  “Copelio” me servía aquellos exquisitos combinados año 1959-60. Ruinas que no se acaban de arrancar y hacer un edificio decente, que no deje la calle tan horrorizada con el mamotreto del ex Banco Exterior…”.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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