Interesante fotografía del
Puerto de la Cruz, cuando Martiánez se preparaba para el comienzo del Boom Turístico
al principio de la década de los años sesenta del siglo XX.
La panorámica me trae al
recuerdo juvenil, de los primeros hoteles que se instalaron en la Avenida
Colón; Tenerife Playa, Bélgica, Valle Mar y Las Vegas. La renovación de la
terraza de la playa de Martianez, instalando allí el recordado Cintra Pirata,
que en principio se llamó Papillón y al final el Columbio. En cuya terraza
actuaban los conjuntos musicales pop creados aquí en el Valle de La Orotava en
la década de los años sesenta del siglo XX, que imitaban música de los anglosajones
The Beatles; Los Vampiros Rojos de Los Realejos y Los Rayos Verdes de La
Orotava. A la derecha y al lado del Charco de la Coronela, aún podemos ver el
nido o trinchera de la guerra incivil española, donde muchos nos cambiábamos el
bañador. La parada de las guaguas encarnadas marca Commer frente al Hotel
Tenerife Playa.
El Puerto de la Cruz en el comienzo del Boom Turísticos, según
se bordea el litoral, en la primitiva zona de playa que ha sido el centro del
boom que experimentó la ciudad por los
años sesenta del siglo XX. Es una playa natural de arena negra volcánica,
protegida en parte por una escollera artificial. También llamada La Barranquera, por ser la
desembocadura del barranco de Martianez.
Es conocida por el nombre de playa Martianez. El
nombre, al parecer, procede del uso lingüístico común de la gente al juntar el
nombre y apellido del primitivo propietario de estos terrenos que se llamaba
Martín Yáñez.
La historia dice que en 1768 se construyó en medio de la playa
una batería costera que desapareció, al estar en medio de la desembocadura del
barranco, en una gran riada en el año 1826. En siglo XVIII se proyectó hacer en
el lugar un puerto, pero la idea no se llevó a cabo por la falta de ayuda. En
los años 40, también del siglo XX, se crearon las antiguas piscinas de Martiánez, con el mando económico.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
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