sábado, 10 de junio de 2017

CHICHO EN EL RECUERDO


Fotografía de mi colección particular tomada de mi cámara, del mural que se le tributó en su Barrio Los Poyos, donde se puede observar el Kiosco-Carrito que regentó su madre Candelaria.

 

Chicho el de los Poyos nos dijo adiós definitivamente. Triste noticia, sucedida el día 10 de junio del 2016.

Un día caluroso para despedir a un verdadero ángel que convivió con todos los orotavenses, con amor, con dulzura y con fidelidad durante 68 años.

La persona con Síndrome de Down, tiene como toda una gran tarea humana en la vida que realizar; desarrollar su personalidad psicológica y alcanzar la madurez de todas las cualidades específicamente humanas. Es absolutamente necesario comprender que toda persona con el Síndrome de Down o sin él, constituye un ser individual.

CHICHO para todos los villeros de La Villa de La Orotava fue ese popular personaje con Síndrome de Down que nació en el año 1948, en el seno de una familia humilde orotavense, su padre fue trabajador y ex futbolista del UD Orotava (Copos de Nieve), su madre ama de casa regentó muchísimos años un carrito de ventas de golosinas en los Poyos popular Barrio villero cerca del histórico y antiguo campo de fútbol “El Quiquirá”.

Todos los orotavenses le tuvieron un severo cariño, en el fútbol con el UD. Orotava, en el Baloncesto con el CB San Isidro, en los Carnavales con la Peña El Casco y sus pistolas, en la Romería de San Isidro con su madre, en casa Don Egon Weben con los dulces "futuro" patrimonio de la humanidad.

Celebró  su primera comunión en el templo de San Agustín rodeado de los suyos.

Chicho para arriba, Chicho para abajo, al final por su característica dejó de salir, la edad y su salud y su enfermedad ya no estaban para tanto, pero “la Carducha”, la guagua perrera de la localidad le llegó a ofrecer gratuitamente auténticos paseos desde los Poyos a la Piedad y viceversa.

Sus caminatas de siempre que en tiempos no lejanos realizaba a pies por el casco histórico de la Villa, visitando a sus amigos, bromas aparte, más tarde lo hace en comodidad con la reapertura de la tradicional Carducha, vestido de policía e incluso hizo servicios cuando la villa no necesitaba semáforos, pues su pito era suficiente para ello.

En los Poyos su Barrio tenía sus tertulias, concretamente en la barbería - peluquería de José Luis García.

Sus palabras de desconsuelo; cocón, pupa aquí, Yuyo, eran ficciones, de su vida.

Ahora no sé por dónde caminará Chicho, lo que si estoy seguro que su madre doña Candelaria (Yaya) la del carrito de golosinas, una autentica señora dio su vida por él, y gracias señora, pues sin ella el popular Chicho no hubiese llegado tan  lejos con nosotros, le espera en el paraíso eterno de la esperanza y de la misericordia. Así pues su madre aquí en nuestro terruño necesita un merecido homenaje de todos los habitantes de La Villa de La Orotava.

Al fallecimiento de su querida madre, se hizo cargo Sara y una hermana, pero la edad no perdonó, y Chicho fue internado en común acuerdo con todos sus familiares en un geriátrico ubicado en el famoso Barrio “La Corujera” del municipio de Santa Úrsula.

El popular orotavense Chicho ya no está con nosotros, pero estoy seguro que en ese lugar eterno del descanso, sigue siendo el gran niño. Muy majo y presumido sí señor, siempre con los tirantes, corbata y cintos.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


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