Fotografía de mi colección particular
tomada de mi cámara, del mural que se le tributó en su Barrio Los Poyos, donde
se puede observar el Kiosco-Carrito que regentó su madre Candelaria.
Chicho el de los Poyos nos dijo adiós definitivamente. Triste noticia, sucedida
el día 10 de junio del 2016.
Un día caluroso para despedir a un verdadero ángel que convivió con todos
los orotavenses, con amor, con dulzura y con fidelidad durante 68 años.
La persona con Síndrome de Down, tiene como toda una gran tarea humana en
la vida que realizar; desarrollar su personalidad psicológica y alcanzar
la madurez de todas las cualidades específicamente humanas. Es absolutamente
necesario comprender que toda persona con el Síndrome de Down o sin él,
constituye un ser individual.
CHICHO para todos los villeros de La Villa de La Orotava fue ese popular
personaje con Síndrome de Down que nació en el año 1948, en el seno de una
familia humilde orotavense, su padre fue trabajador y ex futbolista del UD Orotava
(Copos de Nieve), su madre ama de casa regentó muchísimos años un carrito de
ventas de golosinas en los Poyos popular Barrio villero cerca del histórico y
antiguo campo de fútbol “El Quiquirá”.
Todos los orotavenses le tuvieron un severo cariño, en el fútbol con el UD.
Orotava, en el Baloncesto con el CB San Isidro, en los Carnavales con la
Peña El Casco y sus pistolas, en la Romería de San Isidro con su
madre, en casa Don Egon Weben con los dulces "futuro" patrimonio de
la humanidad.
Celebró su primera comunión en el
templo de San Agustín rodeado de los suyos.
Chicho para arriba, Chicho para abajo, al final por su característica dejó
de salir, la edad y su salud y su enfermedad ya no estaban para tanto,
pero “la Carducha”, la guagua perrera de la localidad le llegó a
ofrecer gratuitamente auténticos paseos desde los Poyos a la Piedad y
viceversa.
Sus caminatas de siempre que en tiempos no lejanos realizaba a pies por el
casco histórico de la Villa, visitando a sus amigos, bromas aparte, más tarde
lo hace en comodidad con la reapertura de la tradicional Carducha,
vestido de policía e incluso hizo servicios cuando la villa no necesitaba
semáforos, pues su pito era suficiente para ello.
En los Poyos su Barrio tenía sus tertulias, concretamente en la barbería -
peluquería de José Luis García.
Sus palabras de desconsuelo; cocón, pupa aquí, Yuyo, eran ficciones, de su
vida.
Ahora no sé por dónde caminará Chicho, lo que si estoy seguro que su madre
doña Candelaria (Yaya) la del carrito de golosinas, una autentica señora dio su
vida por él, y gracias señora, pues sin ella el popular Chicho no hubiese
llegado tan lejos con nosotros, le espera en el paraíso eterno de la
esperanza y de la misericordia. Así pues su madre aquí en nuestro terruño necesita
un merecido homenaje de todos los habitantes de La Villa de La Orotava.
Al fallecimiento de su querida madre, se hizo cargo Sara y una hermana,
pero la edad no perdonó, y Chicho fue internado en común acuerdo con todos sus
familiares en un geriátrico ubicado en el famoso Barrio “La Corujera” del
municipio de Santa Úrsula.
El popular orotavense Chicho ya no está con
nosotros, pero estoy seguro que en ese lugar eterno del descanso, sigue siendo
el gran niño. Muy majo y presumido sí señor, siempre con los tirantes, corbata
y cintos.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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