lunes, 12 de junio de 2017

EL PÁRROCO



Artículo del amigo del Puerto de la Cruz; MELECIO HERNÁNDEZ PÉREZ, escrito en su interesante libro “ANECDOTARIO DEL PUERTO DE LA CRUZ”, que titula el párroco: “…Posiblemente por el talante liberal y cosmopolita, pero más que nada por una injusta e inmerecida fama, el Puerto hasta no hace mucho era considerado desde fuera como lugar pecami­noso y amoral.
Lo cierto es que la parroquia estaba sin cura y el Obispa­do había designado al nuevo párroco; pero cuando los compañe­ros se enteraron que iba al Puerto de la Cruz, le advirtieron:
-A peor sitio no han podido mandarte.
-ya! El Sr. Obispo me manda y tengo que ir, gústeme o no, ya que tengo espíritu de sacrificio y estoy al servicio de Dios. -Lo entendemos. Pero ya que no puedes eludirlo, tú, a Dios rogando y con el mazo dando, porque el Puerto es un pue­blo condenado.
Efectivamente, la primera aparición del cura, ya se sabe, por la novedad, la iglesia casi se llena, lo que sucedía en conta­dos acontecimientos. Así que tenía buena ocasión el párroco pa­ra dejar bien trazada su trayectoria en su nuevo destino, y se ha corroborado que habló con gran firmeza desde el púlpito, como 'un justiciero:
"Noble pueblo de Puerto de la Cruz, os espera por vues­tros pecados un castigo que habrá de venir del cielo... “Y así siguió la perorata por esos derroteros, dando lección de moral y ética, que a su juicio era lo que necesitaba el pueblo. Y volvió a insistir:
"Noble pueblo de Puerto de la Cruz, hay que estar prepa­rado para recibir el tremendo castigo que como una nube se cer­nirá sobre vuestras cabezas, porque el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra..."
Los fieles ya empezaban a sentirse incómodos, pero como se trataba de un orador que no habían oído antes y era el nuevo párroco, no sabían a qué venían aquellas reiteradas y furibundas amenazas.
Pero el cura seguía en el mismo tono y cada vez ponía más énfasis al referirse al castigo de Dios.
"Noble pueblo de Puerto de la Cruz, las iras de Satanás se desatarán sobre vosotros. Arrodillaos y cerrad los ojos porque ya está aquí, en esta sagrada casa, el castigo anunciado!"
Aterrados, y sin comprender, pero obedientes, como casi siempre, se arrodillaron todos, excepto uno, que sonriente fue di­visado por el sacerdote, quien en medio de un silencio tenebroso se digirió al profanador alargando el brazo y con la voz enron­quecida:
-¿y tú, pecador, de qué te ríes? ¿Es que no te arrodillas? ¿Es que no temes condenarte eternamente?
Todas las miradas se volvieron hacia el hombre que per­manecía en pie, que era joven y solía embriagarse, cuando oyeron de éste la ocurrente contestación:
-¡No vaya reír...  si todo eso nada tiene que ver conmigo... porque yo soy de La Orotava y de la Villa de Arriba! …”
Notas omisiones relativas al relato del amigo del Puerto de la Cruz; Melecio Hernández: “…Don Federico Ríos Machado nunca fue Párroco de Nuestra Señora de la Peña de Francia, no hay que confundirlo con Don Federico Afonso González que fue Párroco hasta el día de su muerte acaecida el día 18 de Mayo de 1959 en su ciudad natal: Los Silos.
Don Federico Ríos Machado murió en Santa Cruz de Tenerife el día 16 de Diciembre de 1958 a los 61 años de edad. Sus restos fueron trasladados al siguiente día al cementerio católico de este Puerto, su ciudad natal. Fue coadjutor de Don Federico Afonso González.
Como se podrá comprobar por las fechas de sus respectivos óbitos, ni siquiera pudo sustituir al párroco porque murió primero que éste…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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