Artículo del amigo del Puerto de la Cruz; MELECIO
HERNÁNDEZ PÉREZ, escrito en su interesante libro “ANECDOTARIO DEL PUERTO DE LA
CRUZ”, que titula el párroco: “…Posiblemente por el talante liberal y cosmopolita, pero más que nada
por una injusta e inmerecida fama, el Puerto hasta no hace mucho era
considerado desde fuera como lugar pecaminoso y amoral.
Lo cierto es que la parroquia estaba
sin cura y el Obispado había designado al nuevo párroco; pero cuando los
compañeros se enteraron que iba al Puerto de la Cruz, le advirtieron:
-A peor sitio no han podido mandarte.
-ya! El Sr. Obispo me manda y tengo
que ir, gústeme o no, ya que tengo espíritu de sacrificio y estoy al servicio
de Dios. -Lo entendemos. Pero ya que no puedes eludirlo, tú, a Dios rogando y
con el mazo dando, porque el Puerto es un pueblo condenado.
Efectivamente, la primera aparición
del cura, ya se sabe, por la novedad, la iglesia casi se llena, lo que sucedía
en contados acontecimientos. Así que tenía buena ocasión el párroco para
dejar bien trazada su trayectoria en su nuevo destino, y se ha corroborado que
habló con gran firmeza desde el púlpito, como 'un justiciero:
"Noble pueblo de Puerto de la
Cruz, os espera por vuestros pecados un castigo que habrá de venir del
cielo... “Y así siguió la perorata por esos derroteros, dando lección de moral
y ética, que a su juicio era lo que necesitaba el pueblo. Y volvió a insistir:
"Noble pueblo de Puerto de la
Cruz, hay que estar preparado para recibir el tremendo castigo que como una
nube se cernirá sobre vuestras cabezas, porque el que esté libre de pecado que
arroje la primera piedra..."
Los fieles ya empezaban a sentirse
incómodos, pero como se trataba de un orador que no habían oído antes y era el
nuevo párroco, no sabían a qué venían aquellas reiteradas y furibundas
amenazas.
Pero el cura seguía en el mismo tono y
cada vez ponía más énfasis al referirse al castigo de Dios.
"Noble pueblo de Puerto de la
Cruz, las iras de Satanás se desatarán sobre vosotros. Arrodillaos y cerrad los
ojos porque ya está aquí, en esta sagrada casa, el castigo anunciado!"
Aterrados, y sin comprender, pero
obedientes, como casi siempre, se arrodillaron todos, excepto uno, que
sonriente fue divisado por el sacerdote, quien en medio de un silencio
tenebroso se digirió al profanador alargando el brazo y con la voz enronquecida:
-¿y tú,
pecador, de qué te ríes? ¿Es que no te arrodillas? ¿Es que no temes condenarte
eternamente?
Todas las miradas se volvieron hacia
el hombre que permanecía en pie, que era joven y solía embriagarse, cuando
oyeron de éste la ocurrente contestación:
-¡No vaya reír... si todo eso nada tiene que ver conmigo...
porque yo soy de La Orotava y de la Villa de Arriba! …”
Notas omisiones relativas al relato del
amigo del Puerto de la Cruz; Melecio Hernández: “…Don Federico Ríos
Machado nunca fue Párroco de Nuestra Señora de la Peña de Francia, no hay que
confundirlo con Don Federico Afonso González que fue Párroco hasta el día de su
muerte acaecida el día 18 de Mayo de 1959 en su ciudad natal: Los Silos.
Don Federico Ríos
Machado murió en Santa Cruz de Tenerife el día 16 de Diciembre de 1958 a los 61
años de edad. Sus restos fueron trasladados al siguiente día al cementerio
católico de este Puerto, su ciudad natal. Fue coadjutor de Don Federico Afonso
González.
Como se podrá comprobar
por las fechas de sus respectivos óbitos, ni siquiera pudo sustituir al párroco
porque murió primero que éste…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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