Los
entonces jóvenes orotavenses residentes en la Calle El Calvario Margarita Dorta
(peluquera) y Fernando Álvarez Arbelo (maestro nacional), sentados en la viejas
plaza de San Francisco de la Villa de La Orotava al principio de la década de
los años cincuenta del siglo XX, a la espera del comienzo de la Romería de San
Isidro y Santa María de la Cabeza.
Entonces
era costumbre de sentarse en la plaza de San Francisco, se almorzaba y a
continuación los romeros acompañaban a los patrones San Isidro y Santa María de
la Cabeza en Romería por el trayecto tradicional hasta su Ermita en la Plaza de
la Paz.
Les
acompañan los sobrino de Fernando Álvarez Arbelo; Manolito, y Javier Arbelo, la
niña que está delante desconozco su identidad. Por lo que se ve aún la plaza de
San Francisco, permanecía de tierra, sin construirse tal como la vemos en la
actualidad.
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