El
amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces
(23/12/2017) estas notas que tituló; “VÍSPERA NAVIDEÑAS DE HACE TREINTA AÑOS”: “…“El Puerto, esa fiesta permanente”, “Seiscientos parranderos”, “Ocho
horas de música en vivo”, “III Cross de Navidad en la ciudad turística”,
“Ambiente navideño en el Puerto”..., eran titulares de prensa de las vísperas
navideñas en el Puerto de la Cruz de 1987. Cumplía veinticinco años “Mi vaca y
yo”, uno de los restaurantes más afamados de la ciudad, donde comieron los
entonces Príncipes Juan Carlos y Sofía, en el que era de su viaje de novios
tras el enlace matrimonial, allá por los años sesenta. Se disputaba un torneo
de baloncesto que llevaba el nombre de la ciudad y una feria de atracciones
ocupaba durante varias semanas la explanada del refugio pesquero.
El Puerto de hace treinta años
conservaba cierta pujanza aunque todos éramos conscientes de que la potencia
del sur era cada vez más notable. Aquel fue un invierno medianamente frío de un
año muy lluvioso (en septiembre un temporal dejó sin fluido eléctrico el
aeropuerto de Gando, en Gran Canaria; y un mes después, unas intensas
precipitaciones produjeron escorrentías en el norte tinerfeño, donde el sector
de Icod el Alto (Los Realejos) se vio afectado por serias inundaciones y varios
desprendimientos).
1987 fue, además, año
electoral. Volvía a ganar el PSOE cuya mayoría -luego perdida, por problemas
planteados por dos ediles- permitía la reelección de Félix Real González como
alcalde. El consistorio celebraba pleno en aquellas vísperas, con propuestas de
la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI) e Izquierda Unida Canarias
(IUC), que fueron aprobadas, aunque lo más relevante, según Diario de Avisos, fue que
resultó aprobada la financiación de la deuda con la antigua compañía de
suministro eléctrico, UNELCO. Los periódicos dan cuenta de que días después
quedó expuesto al público el listado de valores catastrales.
En la calle, los empleados del
viejo bar 'Dinámico' luchaban por sus puestos de trabajo, antes de que el
Ayuntamiento acometiera la remodelación del kiosko que lo albergaba. La
Universidad Popular Municipal Francisco
Afonso proseguía su denso programa de actividades, con una
iniciativa específica para formar actores. La Oficina Municipal de Información
al Consumidor (OMIC) afrontaba la campaña de Navidad con sugerencias y consejos
sobre usos y compras.
Jornada, en su edición del 23 de
diciembre, publicaba una entrevista con el propietario del hotel 'Monopol' y
presidente del Centro de Iniciativas y Turismo (CIT), Gerardo Gleixner. Su
veteranía y su visión propiciaron un titular que se cumpliría: “El Puerto se
hace pequeño para su expansión turística”. Los visitantes y algunos empresarios
locales, por cierto, se quejaban en la prensa de esos días de un mal
preocupante: el 'time-sharing' (tiempo de ocio compartido), cuyos vendedores
llegaron a protagonizar escenas de auténtico acoso callejero.
En fin, como puede comprobarse,
unas vísperas navideñas muy animadas las de hace treinta años, como lo prueban
el que hubiera fiestas de diversos tipos en colegios y establecimientos
privados y que los munícipes de tres corporaciones democráticas brindaran en el
consistorio por el progreso de la ciudad. Hasta eso se ha perdido. Tiempos…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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