domingo, 31 de diciembre de 2017

CHARLA DEL PERIODISTA TARABILLA CON DON TOMÁS M. REID



Fotografía colección familia Wildpret, correspondiente al Puerto de la Cruz, primitivo Puerto pesquero y comercial, final del siglo XIX.
Notas publicadas en la revista Hespérides correspondiente al mes de septiembre año 1926. Página 49.

Para un asunto comercial e informativo, nos vimos precisados a 'llegar a LA CASA  T. M. Reid, del Puerto de la Cruz.  Pasamos  la tarjeta, y afablemente, nos recibe don Tomás M. Reid, gerente de la poderosa entidad.
Una vez que manifestamos el objeto de la visita que nos llevó a la citada casa y de ser  complacidos, viendo la corrección en el lenguaje castellano del señor Reid, nos aventuramos a preguntarle:
- ¿Es usted español?
-Sí; de nacimiento, pero de origen inglés. Nací aquí en el Puerto de la Cruz donde he vivido siempre; profesando a este rinconcito tanto cariño que dudo haya un aborigen que se lo profese mayor.
Ante esta noble exaltación de patriotismo comprendimos que estábamos ante un hombre de recio temple que no omitiría ningún sacrificio por  el engrandecimiento de su pueblo natal.
El señor Reid, con sinceridad espontanea nos va relatando minuciosamente el entorpecimiento que existe para que esté país no sea el predilecto del mundo turístico: Falta de líneas de comunicación, tanto terrestres como marítimas; los escasos lugares de recreo para el visitante  y no  tener acondicionada una playa decorosamente para el baño y los deportes marítimos.
Todo esto  -dice- es hijo de la' indolencia y por no darle valor a lo que constituye una fuente de riquezas por demás estimable.
y esto es ciertísimo. Ni las autoridades que tienen el imperioso deber de preocuparse, ni los particulares que podían constituirse en empresas para fermentar el turismo, hacen nada. Unos por miedo al eterno expediente, que se convierte en un pozo donde se ahogan todos los optimismos, y otros, por miedo la exposición de perder un puñado de pesetas.
Es, incomprensible prosigue nuestro interrogado que no sepamos aprovecharnos de este clima portentoso, de estos maravillosos paisajes ni de esa poderosa situación del Teide cuya perspectiva sobrepasa a toda ponderación.
Todas las  líneas de comunicación marítima debían tener medios de transporte para los turistas corno los tiene la casa Yeoward, para dar facilidades al acceso de visitantes, y todo esto objeto, de un pequeño estudio por parte de las autoridades podría conseguirse fácilmente, y ya conseguido coronando la obra con una propaganda sabiamente hecha, esta isla, sería la  edén altamente productiva.
En esta forma siguió hablando largamente el señor Reid, con un entusiasmo y una clarividencia del problema cumbre para estas islas, que para sí quisieran todos los que en sus manos tienen la solución y no saben o no quieren realizarla.
Falta de espacio, por tratarse de un extraordinario nos impide poder ser más, extensos en las manifestaciones que nos hiciera el Sr. Reid  el que como Presidente del Club inglés, en el Puerto, único lugar de recreo serio de la población, ha podido, pulsar infinitas impresiones y estudiar el problema en su verdadero origen.  
Nosotros haciendo justicia al Sr. Reid, no tenemos por menos que reconocer  en él un temperamento como hay pocos por  desgracia nuestra porque si hubiera muchos el problema del turismo dejaría de ser problema para convertirse en un axioma.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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