El amigo del Puerto de la Cruz;
AGUSTÍN ARMAS HERNÁNDEZ, remitió entonces (16/04/2014) estas notas que tituló;
“APUNTES HISTÓRICOS SOBRE LA SEMANA SANTA PORTUENSE (II)”: “…El Cristo Difunto o de la Misericordia. Antiguamente
salía esta procesión del Convento de San Francisco, pues la imagen fue hecha
para dicho Convento por el escultor lagunero del siglo XVII, Domingo
Pérez Donis. Al regresar la imagen, después de recorrer procesionalmente
las calles del pueblo, se la bajaba al sepulcro que existía en medio del Altar
Mayor. En el año de 1889 cuidada de esta escultura y del Cristo de la Humildad
y la Paciencia, otra talla del siglo XVII traída para el Convento de Sto.
Domingo, su Mayordomo, el Dr. D. Juan González Martel. El precioso paño que
cubre al Cristo Difunto en la urna, es obra de las monjas del ex
-convento de Nuestra Señora de las Nieves.
La Dolorosa de Luján.
Fue hecha esta imagen, llamada antiguamente del Retiro, para el Convento
de S. Francisco, desde donde se trasladó a la Parroquia, siendo colocada en una
hornacina del altar del Gran Poder de Dios.
El altar que perteneció a dicha imagen en la iglesia de S.
Francisco y que en la actualidad ocupa el Cristo de la Humildad y Paciencia.
Fue donada por el Alférez don Gregorio Martín de Aguilar. Para colocar la
imagen del Retiro, policromaron el retablo y añadieron la siguiente
inscripción, que aún existe: Al centro: <O vos omes qv Transitis Perviam: Si
est Dolor Similis>, a la derecha: <Si cui Dolor Meus>.
Las imágenes del Gran
Poder de Dios y san Pedro. En el libro primero de fábrica, al folio 96 se hace
mención, por primera vez de la existencia del altar e imagen del Gran Poder de
Dios, fechada en 1706, lo que demuestra que la imagen debió llegar al Puerto al
final del siglo XVIII. La talla es de escuela sevillana. Los ángeles que le
acompañan en su peana son obra del escultor santacrucero Sebastián Fernández
que los hizo el año 1755, y la pintura, así como el policromado de los que se
hallan en hornacina del retablo, son obra del artista portuense
José Tomás Pablo, que fue también el autor de los dibujos, pinturas y
policromado del trono del Señor, terminado el año 1752. La <Peana o
piedra> en que va sentado, está forrado de plata labrada al martillo por el
orfebre lagunero Alonso Sossa, en 1753. La talla de san Pedro es obra del
escultor orotavense Fernando Estévez del Sacramento. De esta imagen cuidaba la
Hermandad del Gran Poder de Dios.
La Custodia de Pascua
de Resurrección. La Custodia Grande de plata sobredorada fue donada a la
parroquia de limosna por el señor don José Leal en el año de 1703. Fue hecha en
la isla de Cuba por un tal Escobar y costó 5500 reales. Esta magnífica joya de
pedrería y filigrana barroca, rematada por ocho campanillas en la parte
superior y baja del pie, está considerada como una de las piezas más
valiosas de cuantas se custodian en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de
la Peña de Francia…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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