El templo Basílica Catedral de San Cristóbal de La Laguna, también
denominada Catedral y Santuario de Nuestra Señora de Los Remedios, en La
Laguna, es una Catedral neogótica en su cuerpo principal, y neoclásica en
la fachada, sede de la Diócesis de Tenerife, dependiente de la archidiócesis de
Sevilla. En la catedral está la sede de la parroquia de Nuestra Señora de los
Remedios, advocación mariana a la cual está consagrada la catedral. En este
templo reposan los restos de Alonso Fernández de Lugo, conquistador de la isla
y fundador de la ciudad, apodado "El Adelantado".
La catedral se encuentra en el casco histórico de la ciudad de La Laguna,
declarado Patrimonio de la humanidad en 1999, por la Unesco.
En 1511 se levanta, en el actual emplazamiento (Plaza de Fray Albino), una
ermita, que se sustituirá en 1515 por una construcción mayor, dedicada a
la Virgen de los Remedios, de estilo mudéjar, cuya torre es erigida en 1618. El
templo se convierte en Catedral en 1819, cuando se establece en La Laguna la
nueva diócesis. La fachada, neoclásica, data de 1825 y la estructura
actual se construye entre 1904 y 1916 y es de estilo neogótico. En su interior
destaca el púlpito de mármol italiano de Carrara y también parte del conjunto
del Retablo de Mazuelos. Sobresalen además obras de gran valor de Cristóbal
Hernández de Quintana, Luján Pérez y Fernando Estévez. La catedral, construida
con una estructura de hormigón, fue uno de los primeros edificios en España en
que se utilizó este material que actualmente se usa extensivamente en todo tipo
de edificios. Sin embargo, al ser pionera en este campo, la tecnología no
estaba demasiado desarrollada, por lo que tiene numerosos defectos que han
llevado a que se hayan tenido que acometer cuantiosas obras de reparación y
mejora. La imagen del Santísimo Cristo de la Laguna se traslada cada año hasta
esta catedral, donde permanece unos días con motivo de sus fiestas de
septiembre.
En 1997 esta catedral acogió la imagen de la Virgen de Candelaria Patrona
de Canaria con motivo de su visita a esta ciudad, donde permaneció con la
imagen del Cristo de La Laguna.
En la época en la que fue construida y consagrada como catedral, la
capitalidad de la isla estaba en la ciudad de La Laguna, al igual que la sede
diocesana que aún permanece en esta ciudad.
El elemento más destacado del interior de la catedral, es el retablo o
altar de Nuestra Señora la Virgen de los Remedios, Patrona de la ciudad de
La Laguna y advocación mariana a la cual está consagrada la Catedral. La
imagen viste ricos mantos y se encuentra en un trono de baldaquino de plata,
con el sol de ráfagas y la media luna a sus pies. La Virgen lleva en
sus manos al niño Jesús. Le acompañan otros dos santos: San Fernando Rey y
Santa Isabel de Portugal. Este copatronazgo tiene un doble significado: de una
parte, la vinculación del territorio a la Archidiócesis de Sevilla, al configurarse
como obispado dependiente de la misma, y de otro se relaciona con los reyes que
aprobaron la creación de la diócesis: Fernando VII, a través de su Real
Auxiliatoria de 1819, y su esposa, la reina doña Isabel de Braganza.
El copatronazgo de San Juan Bautista ofrece la otra variante para la
elección de protectores, en la etapa posterior a la conquista. En 1582, como
consecuencia de una epidemia de peste bubónica que asoló la ciudad, el Cabildo
civil lo eligió como patrono y abogado de la peste, pero su conmemoración cayó
pronto en el olvido. Cuatro ventanales siguientes, de trazado bastante más
simple, son bíforas, semejantes a las otras dos que abrían el espacio del
crucero. El inmediato al ventanal dedicado a la Virgen está cubierto con San
Joaquín y Santa Ana, lógicamente unidos a los ciclos marianos. De hecho, se
encontraban presentes en la primitiva fábrica, en torno a 1590, acompañando a
la Virgen en la capilla de Ntra. Sra. de la Luz.
Figura del mismo modo unida al ciclo mariano es San José. En el segundo
rompimiento de este ventanal aparecería San Antonio de Padua, incluido en este
lugar por haberse puesto la obra de la nueva catedral bajo su protección.
Girando ahora al lado de San Cristóbal, se presentarían a San Pedro y San Pablo
y, a continuación, San Placido y San Roque, copatronos menores de la ciudad.
Curiosamente San Roque, abogado de los apestados, no tiene en exclusiva, la
intercesión de esta enfermedad en La Laguna. En dicho centro se reconoce como
patrón del gremio de mamposteros, de modo que en los libros de la ermita se
inscriben los alarifes de la ciudad. El antiguo templo de los Remedios conservó
hasta su demolición un altar en el trascoro dedicado a San Roque donde dos
beneficiados celebraban su fiesta. Como consecuencia, será elegido como abogado
en la erección de la catedral neogótica.
El copatronazgo de San Plácido debe relacionarse más bien con el azar. En
1607 la isla se verá invadida y esquilmada por una plaga de langosta africana.
En una última ventana dejó constancia de los personajes que tuvieron contactos
directos con Canarias, a través de Pedro de San José Betancourt, fundador de la
orden Betlemita que, por lo demás, nunca pudo afincarse en Canarias, y
originario del pueblo tinerfeño de Vilaflor, y el padre Claret. En cuanto a la
representación iconográfica, la mayoría de las imágenes se representa con sus
atributos convencionales. Así, las rosas de Santa Isabel, el hábito del
peregrino de Santiago el Mayor, el perro y la escudilla para San Roque, Santa
Ana enseñando a leer a su hija y su esposo con el hábito de rabino y
cayado, San Antonio con el niño en los brazos, la barca para San Pedro, etc.
También se encuentra un icono de la Virgen de Guadalupe patrona de México.
En el interior de la catedral también se encuentra la imagen del Santísimo
Cristo de Los Remedios (imagen "gemela" del Cristo de la Laguna).
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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