Ilustre personaje orotavense, fue alcalde de la ciudad, en su empresa
trabajó como chofer particular mi abuelo paterno José Álvarez Luque, natural de
Antequera Málaga, que vino a la Orotava con la quinta del año uno como
componente del batallón de Borbón.
Don Enrique de Ascanio y Estévez, nació en la Villa de la Orotava, el 15 de
julio de 1856, recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Nuestra Señora
de la Concepción, el 12 de agosto siguiente.
Hijo de Don Tomás de Ascanio y Aponte y de Doña María de la Natividad
Estévez Oramas y Melo, única hija y sucesora en el Mayorazgo de Don Domingo
Estévez Oramas y Ugarte, coronel de Caballería de los Reales Ejércitos, exento
del Real Cuerpo de Guardias de Corps de Su Majestad, Caballero de la Orden de
San Hermenegildo, Alcalde de Orotava, y de su esposa Doña Antonia de Melo y
Calzadilla.
Estudió sus primeras letras en su Villa natal, perfeccionando sus conocimientos
teóricos y técnicos en Francia e Inglaterra, país que visitó frecuentemente, en
cuya capital, Londres, tuvo abierta oficina, en la que se gestionaban sus
negocios de exportación de frutos.
Casó en la misma iglesia de su bautismo, el 24 de enero de 1879 con Doña
Eladia Méndez de Lugo y León-Huerta, hija de Don Alonso Méndez de Lugo y
Xuarez de la Guardia, y de Doña María Josefa de León Huerta y Salazar, su
primera esposa, hija de los Marqueses de Santa Lucía y nieta de los Condes del
Valle de Salazar.
Caballero Cofrade de la Noble Esclavitud de San Juan Evangelista de La
Laguna, desde el 14 de mayo de 1893. Varón agnado de la casa de Ascanio Bazán,
poseía una de las fortunas más importantes de la nobleza de Canarias, de su
época.
Se interesó desde muy joven por la problemática del agro canario,
especialmente por la del Norte de Tenerife, su padre había cultivado y
exportado "cochinilla", en sus tiempos principal producto del campo
canario, pero con el descubrimiento de las anilinas, este cultivo perdió su
interés y ante la crisis, encontraron en el plátano el cultivo alternativo. Era
Don Tomás de Ascanio, buen amigo y discípulo del científico Sabino Berthelot,
su maestro en el Liceo, colegio que el sabio francés regentó en La Orotava, y
Berthelot, influyó en el Sr. Ascanio, y en otros grandes terratenientes para la
implantación del plátano como cultivo mayoritario.
Don Enrique afianzó el cultivo de la platanera, empezado por su padre,
convirtiéndose pronto en uno de sus más importantes cultivadores, organizó en
su Hacienda de San Pablo, en Orotava, un empaquetado de ejemplar
funcionamiento, surtido con las frutas procedentes de sus fincas, de tal forma
modélico, que el 28 de marzo de 1906, con motivo de su viaje a Canarias, fue
honrado con la visita de S.M. el Rey Don Alfonso XIII, que le concedió, por
sus merecimientos y trabajos en este sector, en aquella época vital para
Canarias, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Agrícola.
Intuyó la necesidad de construir embalses, para regular los acuíferos, y
planeó la construcción del embalse, conocido como "Charca de Ascanio",
obra realizada más tarde por sus hijos, que en los años de crisis de la primera
Guerra Mundial, contribuyó a paliar el paro obrero existente, en el Norte de
Tenerife.
Alcalde de la Orotava, durante su mandato, y sólo gracias a su garantía
personal, se concluyó el Palacio Consistorial de La Villa, levantado sobre el
solar donde estuvo el Convento de las monjas Claras, los primitivos planos del
Ayuntamiento fueron elaborados por el arquitecto Don Pedro Mafiotte, en 1869,
en tanto el proceso para su terminación es de 1882, con la intervención de Don
Manuel de Oraa y Arcocha. La terminación y el fin de obras es de Don Antonio
Pintor y Ocete, de 8 de mayo de 1891, autor también del proyecto de la plaza.
Gracias a la generosidad de Sr. Ascanio se adquirieron en Londres, los
instrumentos musicales de la banda municipal "Santa Cecilia". Legó en
la calle de San Agustín unas casas, para su posterior derribo, y construcción
de un edificio sede del Casino de Orotava, proyecto nunca realizado, pero cuya
venta representó un buen impulso para la consolidación de esta institución
social, de gran prestigio en el Norte de Tenerife, sobre todo en la segunda
mitad del siglo XX. Del matrimonio Ascanio y Mendez de Lugo nacieron cuatro
hijos: Don Tomás, casado con Doña Catalina de Monteverde y Lugo, inolvidable
dama orotavense. Don Alonso de Ascanio, Diputado provincial de Canarias, esposo
de Doña Juana Báker y Ascanio, distinguida y ejemplar mujer fallecida en la
juventud. Don Enrique, que contrajo matrimonio con Doña Juana Carpenter y
Hernández de ilustre cuna, y Sofía María de la Natividad de Ascanio y Méndez de
Lugo, que casó con Don Domingo de Salazár y Cólogan, Licenciado en Derecho,
Presidente del Cabildo Insular de Tenerife.
Todos los cuatro hermanos Ascanio y Méndez de Lugo, dejaron larga y
distinguida descendencia, que por sus propios méritos, y las representaciones
que en ella concurren constituyen una de las más relevantes de la Nobleza de
Canarias.
Don Enrique falleció en La Orotava el 15 de enero de 1911.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABREU
PROFESOR MERCANTIL
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