Nombre de una
calle histórica de la Villa de La Orotava, ubicada por debajo de Los Peralitos,
Cruz Verde y la Piedad. Entre dos
históricos molinos de gofios el de la misma “Piedad” y el del “Cubo
Alto”.
Curiosamente se puede
decir, que un altísimo número de orotavenses jamás la han pernoctado, ni
siquiera saben dónde queda.
Parece un cuento
de hada, se trata de dos callejones, mientras que uno va hacía el barranco
próximo el otro parece una serventía de una finca.
Llama la atención
al principal, habitado por varias familias villeras, en la que destaca el
colorido de sus casitas, sobre todo su embellecimiento con plantas y flores delante
de sus pintorescas fachadas tradicionales de nuestro terruño.
Un colorido muy
parecido, a los celebres callejones de las principales ciudades andaluzas, como
la calle de las Flores en Córdoba, o alguna que otras del Barrio de la Santa
Cruz de Sevilla.
Esa zona de la
Villa de La Orotava, antes del año 1916, fue el centro neurálgico de entrada y
salida hacía la capital Tinerfeña, a través del histórico camino Real conocido
por el Camino Polo, conectaba por la Florida, Pino Alto, La Corujera, Ravelo etc.
A partir del año
1916, con la construcción de la carretera del Pinito, que conectó La Villa de
La Orotava con Vilaflor a través de Las Cañadas, cambió la vida de los
orotavenses, por lo que las entradas y salidas a la Villa, se concentraron en
la parte baja de la ciudad.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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