sábado, 17 de junio de 2017

EZEZEQUIEL DE LEÓN CRUZ, CATEDRÁTICO DEL ALFOMBRÍSMO DE LA PLAZA


Fotografía colección particular tomada de mi cámara.

 

He estado buscando la biografía de este artista orotavense que conozco y aprecio, mirando en la red aparece una escrita por (http://ezearenas.artelista.com/) con la cual me identifico, e incluso con su arte zurbaranesco que plasma en sus alfombras.

A Ezequiel de León Cruz lo describo como el sucesor de José González Alonso (figura señera de uno de los periodos más creadores de la historia de La Orotava, en la que sobresalían sus transparencias, artista genial, dejando impresa una garra de gigante. Pero ese gigante lo creaba con los mejores tesoros extraídos del Teide, como el cobre de los azulejos o el polvo anaranjado de Izaña) en la cátedra del alfombrísmo de la plaza.

Ezequiel de León Cruz, nace en la Villa de La Orotava en el año 1962 y el es cuarto de seis hermanos. 

Desde muy temprana edad se familiariza con el arte de la escultura en el taller de su padre D. Ezequiel de León y Domínguez, artista éste, considerado como el escultor del arte religioso del siglo XX.

Precedido por la larga y dilatada carrera de su progenitor, el joven inicia su andadura en el mundo del arte y ya desde muy pequeño juega con los materiales del taller de su padre, ya sean lápices, barro o pinturas.

A la edad de 8 años gana el Premio Regional de Postal de Navidad que convoca la entonces Caja General de Ahorros y Monte de Piedad. Es quizá en ése momento cuando su entusiasmo por el arte se torna definitivo.
Ezequiel de León y su hermano Jesús pasan casi toda su infancia en el taller paterno inmersos en el aprendizaje. Es Jesús el destinado a seguir los pasos de su padre y a volcar su talento en la creación de escultura religiosa.
Ezequiel por su parte se especializa en pintura y depura su técnica hasta convertirse en profesor en la Academia Municipal del Ayuntamiento de la Villa de La Orotava. Su pintura, siempre atenta al paisaje y en ocasiones deudora del surrealismo, le vale premios y menciones que no le distraen de su vocación paralela de restaurador de escultura religiosa. Con su padre y su hermano Jesús asiste a congresos Nacionales de Restauración y Conservación de Bienes Culturales del año 88 al 96 en Bilbao, Valencia, Sevilla, Cuenca y Tarragona.

Desde muy pequeño acompaña a su padre en la confección de alfombras florales, antigua y bella tradición que se cultiva en La Orotava.

Las alfombras de tierra y de flores con las que se tapizan las calles de La Villa en la época del Corpus merecen reconocimiento internacional por su calidad artística y estética. Su belleza y mérito cuentan con el beneplácito de los expertos y despiertan la admiración de los miles de visitantes que cada año en el mes de junio disfrutan de esta manifestación artística tan peculiar.
Ezequiel demuestra muy pronto que el talento de su padre como alfombrista tiene un digno heredero y siguiendo su ejemplo combinado con el tesón del autodidacta, asombra a los entendidos realizando en tierra copias exactas de obras de el Greco, Goya, Rubens y otros maestros.
El artista dirige frecuentemente su mirada a los clásicos, cuyos referentes fundamentales encuentra en Miguel Ángel y Rafael si bien siente una marcada predilección por Murillo y Velázquez.

El paso de los años depura tanto su estilo que en el año 92 se le otorga un premio internacional como representante del arte de la realización de alfombras y en ese mismo año acude a la Exposición Universal de Sevilla como alfombrista oficial de la Villa de La Orotava.

En el año 97 se hace cargo de la realización del tapiz central de la plaza del Ayuntamiento y su estilo despierta la admiración de los miles de visitantes que observan la confección de la alfombra. En años sucesivos el trabajo se hace más y más exquisito hasta que en el año 99 parte del motivo central de la alfombra, esta con una superficie de 920 metros cuadrados, causa sensación ya que reproduce los brazos de la Creación de Miguel Ángel con una superficie de 90 metros cuadrados cada uno y un largo de más de 32 metros, sin perder un ápice de perfección tanto en el dibujo de la anatomía como en el volumen conseguido. En febrero del año 2006, viaja a San Antonio de Texas con un grupo de colaboradores a confeccionar una alfombra para el 275 aniversario de su fundación, causando una gran sensación por lo insólito de este arte efímero. 

Actualmente Ezequiel de León es considerado el mayor exponente de esta insólita manifestación creativa en la que supera en calidad artística y perfección técnica a todos sus predecesores y al resto del reducido número de alfombristas que son capaces de realizar obras de arte con tierras de colores; un arte que está considerando único en el mundo en su especialidad.

Según el amigo JUAN MANUEL REYES CORNEJO: “…Menos mal que un Villero como el Amigo Bruno, pone en valor a un hijo de la Villa, e intenta romper esa máxima de "que nadie es profeta en su tierra" junto con Don Tomás Machado, Don Pedro Hernández Méndez o Don José Hernández Alonso, Ezequiel de León y Cruz (La Orotava, Tenerife, 1962).

Herencia familiar: Hijo del renombrado escultor y restaurador Ezequiel de León Domínguez (1926–2008), quien además de instaurar en Canarias una importante escuela de imaginería religiosa, magnificaron el bello y excepcional arte de las tierras del Teide en la plaza del Ayuntamiento, de formación temprana: Desde muy joven se familiarizó con el taller paterno, explorando pintura, escultura y restauración.

Innovación técnica: Su uso de tonos naturales, hiperrealismo y volúmenes anatómicos lo distingue, perfeccionando una técnica que fusiona tradición y maestría clásica.

Proyección internacional: En 2006 llevó su arte efímero a San Antonio (Texas) y México; más recientemente ha participado en el prestigioso Chalk Festival de Sarasota (EE. UU.), como único alfombrista español invitado.

Inspiración clásica: Reproduce obras de maestros como El Greco, Goya, Rubens, Miguel Ángel, Rafael, Velázquez y Murillo, con precisión anatómica, perspectiva y detalles volumétricos.

Impacto visual: Sus composiciones suelen ser inmensas, hiperrealistas y emotivas, elementos esenciales de la gran alfombra central del Corpus en La Orotava.

Maestro y docente en la Academia Perdigón, (aunque su categoría profesional por la que es retribuido sea la de conserje) enseña dibujo, pintura y esta técnica singular a nuevas generaciones.

En resumen, Ezequiel de León y Cruz fusiona arte clásico, técnica hiperrealista y tradición folclórica en impresionantes alfombras efímeras que no solo embellecen su villa natal, sino que también brillan en escenarios internacionales...”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


No hay comentarios:

Publicar un comentario