Fotografía colección particular tomada de mi cámara.
He estado buscando la biografía de este artista orotavense que conozco y
aprecio, mirando en la red aparece una escrita por (http://ezearenas.artelista.com/) con
la cual me identifico, e incluso con su arte zurbaranesco que plasma en sus
alfombras.
A Ezequiel de León Cruz lo describo como el sucesor de José González Alonso
(figura señera de uno de los periodos más creadores de
la historia de La Orotava, en la que sobresalían sus transparencias, artista
genial, dejando impresa una garra de gigante. Pero ese gigante lo creaba con
los mejores tesoros extraídos del Teide, como el cobre de los azulejos o el
polvo anaranjado de Izaña) en la cátedra del alfombrísmo de
la plaza.
Ezequiel de León Cruz, nace en la Villa de La Orotava en el año 1962 y el
es cuarto de seis hermanos.
Desde muy temprana edad se familiariza con el arte de la escultura en el
taller de su padre D. Ezequiel de León y Domínguez, artista éste, considerado
como el escultor del arte religioso del siglo XX.
Precedido por la larga y dilatada carrera de su progenitor, el joven inicia
su andadura en el mundo del arte y ya desde muy pequeño juega con los
materiales del taller de su padre, ya sean lápices, barro o pinturas.
A la edad de 8 años gana el Premio Regional de Postal de Navidad que
convoca la entonces Caja General de Ahorros y Monte de Piedad. Es quizá en ése
momento cuando su entusiasmo por el arte se torna definitivo.
Ezequiel de León y su hermano Jesús pasan casi toda su infancia en el taller
paterno inmersos en el aprendizaje. Es Jesús el destinado a seguir los pasos de
su padre y a volcar su talento en la creación de escultura religiosa.
Ezequiel por su parte se especializa en pintura y depura su técnica hasta
convertirse en profesor en la Academia Municipal del Ayuntamiento de la Villa
de La Orotava. Su pintura, siempre atenta al paisaje y en ocasiones deudora del
surrealismo, le vale premios y menciones que no le distraen de su vocación
paralela de restaurador de escultura religiosa. Con su padre y su hermano Jesús
asiste a congresos Nacionales de Restauración y Conservación de Bienes
Culturales del año 88 al 96 en Bilbao, Valencia, Sevilla, Cuenca y Tarragona.
Desde muy pequeño acompaña a su padre en la confección de alfombras
florales, antigua y bella tradición que se cultiva en La Orotava.
Las alfombras de tierra y de flores con las que se tapizan las calles de La
Villa en la época del Corpus merecen reconocimiento internacional por su
calidad artística y estética. Su belleza y mérito cuentan con el beneplácito de
los expertos y despiertan la admiración de los miles de visitantes que cada año
en el mes de junio disfrutan de esta manifestación artística tan peculiar.
Ezequiel demuestra muy pronto que el talento de su padre como alfombrista tiene
un digno heredero y siguiendo su ejemplo combinado con el tesón del
autodidacta, asombra a los entendidos realizando en tierra copias exactas de
obras de el Greco, Goya, Rubens y otros maestros.
El artista dirige frecuentemente su mirada a los clásicos, cuyos referentes
fundamentales encuentra en Miguel Ángel y Rafael si bien siente una marcada
predilección por Murillo y Velázquez.
El paso de los años depura tanto su estilo que en el año 92 se le otorga un
premio internacional como representante del arte de la realización de alfombras
y en ese mismo año acude a la Exposición Universal de Sevilla como alfombrista
oficial de la Villa de La Orotava.
En el año 97 se hace cargo de la realización del tapiz central de la plaza
del Ayuntamiento y su estilo despierta la admiración de los miles de visitantes
que observan la confección de la alfombra. En años sucesivos el trabajo se hace
más y más exquisito hasta que en el año 99 parte del motivo central de la
alfombra, esta con una superficie de 920 metros cuadrados, causa sensación ya
que reproduce los brazos de la Creación de Miguel Ángel con una superficie de
90 metros cuadrados cada uno y un largo de más de 32 metros, sin perder un
ápice de perfección tanto en el dibujo de la anatomía como en el volumen
conseguido. En febrero del año 2006, viaja a San Antonio de Texas con un grupo
de colaboradores a confeccionar una alfombra para el 275 aniversario de su
fundación, causando una gran sensación por lo insólito de este arte
efímero.
Actualmente Ezequiel de León es considerado el mayor exponente de esta
insólita manifestación creativa en la que supera en calidad artística y
perfección técnica a todos sus predecesores y al resto del reducido número de
alfombristas que son capaces de realizar obras de arte con tierras de colores;
un arte que está considerando único en el mundo en su especialidad.
Según
el amigo JUAN MANUEL REYES CORNEJO: “…Menos mal que
un Villero como el Amigo Bruno, pone en valor a un hijo de la Villa, e intenta
romper esa máxima de "que nadie es profeta en su tierra" junto con
Don Tomás Machado, Don Pedro Hernández Méndez o Don José Hernández Alonso, Ezequiel
de León y Cruz (La Orotava, Tenerife, 1962).
Herencia familiar: Hijo del
renombrado escultor y restaurador Ezequiel de León Domínguez (1926–2008), quien
además de instaurar en Canarias una importante escuela de imaginería religiosa,
magnificaron el bello y excepcional arte de las tierras del Teide en la plaza
del Ayuntamiento, de formación temprana: Desde muy joven se familiarizó con el
taller paterno, explorando pintura, escultura y restauración.
Innovación técnica: Su uso de
tonos naturales, hiperrealismo y volúmenes anatómicos lo distingue, perfeccionando
una técnica que fusiona tradición y maestría clásica.
Proyección internacional: En
2006 llevó su arte efímero a San Antonio (Texas) y México; más recientemente ha
participado en el prestigioso Chalk Festival de Sarasota (EE. UU.), como único
alfombrista español invitado.
Inspiración clásica: Reproduce
obras de maestros como El Greco, Goya, Rubens, Miguel Ángel, Rafael, Velázquez
y Murillo, con precisión anatómica, perspectiva y detalles volumétricos.
Impacto visual: Sus
composiciones suelen ser inmensas, hiperrealistas y emotivas, elementos
esenciales de la gran alfombra central del Corpus en La Orotava.
Maestro y docente en la
Academia Perdigón, (aunque su categoría profesional por la que es retribuido
sea la de conserje) enseña dibujo, pintura y esta técnica singular a nuevas
generaciones.
En resumen, Ezequiel de León y
Cruz fusiona arte clásico, técnica hiperrealista y tradición folclórica en
impresionantes alfombras efímeras que no solo embellecen su villa natal, sino
que también brillan en escenarios internacionales...”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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