Goyo pernoctaba la Villa de la Orotava,
siempre repartiendo la prensa deportiva de la década de los años cincuenta, y
sesenta del siglo XX, carecía de una vivienda adecuada, no recuerdo donde, pero
siempre me llamaba la atención de verlo en los alrededores de la plaza La Paz,
la del Calvario de la Villa. Sus ingresos eran escaso, lo
suficiente para subsistir en el día a día, vivía en una situación
de pobreza y marginación social. Debido a su físico, su forma media trashumada,
con una peta en su espalda, repartiendo los lunes, el recordado “Aire Libre” y
los martes y sábados “La Jornada Deportiva”.
Siempre esperando el periódico deportivo en la
estación de guagua en la calle El Calvario, para llevarle el paquete a su
destinatario “Librería Miranda”, la centenaria Librería orotavense que cerró
sus puertas hace unos años, llamada por muchos la catedral del libro, y ocupa
de ilustres contertulios de la Villa. Goyo, realizaba esta operación para
reservar su paquetito de periódicos correspondiente con los que obsequiaba a
sus fijos clientes, en el trayecto desde la calle de La Carrera donde estaba
ubicada entonces la Librería, hasta la plaza de La Paz- Uno de sus clientes
fijos era mi padre Juan Álvarez Díaz, al que le dejaba los mencionados
periódicos en su industria de suministros en la calle El Calvario.
En la foto, lo vemos con un ejemplar de su reparto en
los inolvidables estudios de fotos Portero, en la calle El Calvario, una
familia oriunda de Chile que se afincó en la Villa al principio de los años
cincuenta del siglo XX, donde montaron una industria de fotografías.
El querido amigo y convecino Goyo, quiso poner fin a
su vida, nunca supimos los motivos, pero en un pequeño embase de agua para
riego de las fincas colindante a su vivienda, nos dijo adiós trágicamente.
Que en el lugar, a donde quiso ir sea más prospero, y
más esperanzador, Y misericordioso, para el reparto de aquellos inolvidables
periódicos de noticias deportivas tinerfeña.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERANTIL
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