Plaza de la Constitución, antiguo Llano de San Roque y que más decir de
este bello rincón de la Villa de La Orotava.
Este admirable territorio, que en principio fue el Llano de San Roque,
anexo a la desaparecida ermita del mismo santo y que después ocuparon los
agustinos y levantaron su convento de “Nuestra Señora de Gracia”.
Se llama Plaza de la Constitución como homenaje a la Pepa gaditana, la
conocemos por la plaza del Kiosco de la Música, puesto que en su zona central
está ubicado el Kiosco de la Música, que construyó en el año 1914 el orotavense
don Félix Reyes Martín, a cambio de una concesión administrativa por veinte
años, para explotar en lo bajo un bazar o un bar. Es de estilo Mudéjar,
fabricado con el primer cemento y acero - hierro, sustituyendo a otro de mismo
estilo que era totalmente de madera desarmable y fue a parar a la plaza de San
Agustín del entonces desaparecido municipio Realejo Bajo.
Plaza de los soldados, en el viejo convento (después de la desamortización
de Mendizábal) se instaló el acuartelamiento primero de cazadores (final del
siglo XIX), posterior de infantería (principio del siglo (XX). Plaza de los
amores, de los casamientos, plaza de la partición de la aristocracia (Coburgos)
por la zona sur y plebeya por la del norte y plaza de los carritos de golosinas
y demás.
La panorámica corresponde al principio del siglo XX. Insólita panorámica,
donde se ve la plaza villera desde el Kiosco de la Música desmontable de madera
de estilo Mudéjar anterior al actual.
Insólita, donde vemos a unos chavales con el vestuario de la época, los
niños de alta sociedad (fijasen en sus calzados - botines), la niña de la
izquierda descalza, campesina por supuesto y plebeya de todo corazón.
Por la derecha observamos; La casona donde estuvo emplazado el Telégrafo,
en su parte alta vivió la familia de don Pedro Dorta (zapatero), procedente de
Los Silos, que con el tiempo montaron una fábrica de zapatos, secamiento del
cuero y peletería en Santa Cruz de Tenerife (la primera en la provincia
tinerfeña).
El inmueble donde estuvo ubicado el recordado Bar “TE VEO” regentado por
Lorenzo Báez, posterior se quedó Fidel Labrador Hernández, en la parte alta
vivía la familia “Amaro”, el abuelo de mi compañero de pupitre, en la escuela
de doña Lucía Mesa, y bachillerato en el Colegio de San Isidro Juan Ramos
Amaro, que era churrero, cuya churrería la tenía en la calle El Calvario, se
fue a Santa Cruz de la Palma y su hijo se quedó con ella.
La casita donde nació el Fraile Abréu, un gran poeta y literato. Los
almacenes del acuartelamiento de San Agustín que se convirtieron en garajes,
asentamiento de un balcón canario, y su portada plateresca del siglo XVII,
correspondiente al ex convento. Y por último el templo de San Agustín
(curiosamente con sus ventanas abiertas).
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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