lunes, 4 de diciembre de 2017

QUÉ MARAVILLA EN EL TIEMPO (III)



Plaza de la Constitución, antiguo Llano de San Roque y que más decir de este bello rincón de la Villa de La Orotava.

Este admirable territorio, que en principio fue el Llano de San Roque, anexo a la desaparecida ermita del mismo santo y que después ocuparon los agustinos y levantaron su convento de “Nuestra Señora de Gracia”.

Se llama Plaza de la Constitución como homenaje a la Pepa gaditana, la conocemos por la plaza del Kiosco de la Música, puesto que en su zona central está ubicado el Kiosco de la Música, que construyó en el año 1914 el orotavense don Félix Reyes Martín, a cambio de una concesión administrativa por veinte años, para explotar en lo bajo un bazar o un bar. Es de estilo Mudéjar, fabricado con el primer cemento y acero - hierro, sustituyendo a otro de mismo estilo que era totalmente de madera desarmable y fue a parar a la plaza de San Agustín del entonces desaparecido municipio Realejo Bajo.

Plaza de los soldados, en el viejo convento (después de la desamortización de Mendizábal) se instaló el acuartelamiento primero de cazadores (final del siglo XIX), posterior de infantería (principio del siglo (XX). Plaza de los amores, de los casamientos, plaza de la partición de la aristocracia (Coburgos) por la zona sur y plebeya por la del norte y plaza de los carritos de golosinas y demás.

La panorámica corresponde al principio del siglo XX. Insólita panorámica, donde se ve la plaza villera desde el Kiosco de la Música desmontable de madera de estilo Mudéjar anterior al actual.

Insólita, donde vemos a unos chavales con el vestuario de la época, los niños de alta sociedad (fijasen en sus calzados - botines), la niña de la izquierda descalza, campesina por supuesto y plebeya de todo corazón.

Por la derecha observamos; La casona donde estuvo emplazado el Telégrafo, en su parte alta vivió la familia de don Pedro Dorta (zapatero), procedente de Los Silos, que con el tiempo montaron una fábrica de zapatos, secamiento del cuero y peletería en Santa Cruz de Tenerife (la primera en la provincia tinerfeña).

El inmueble donde estuvo ubicado el recordado Bar “TE VEO” regentado por Lorenzo Báez, posterior se quedó Fidel Labrador Hernández, en la parte alta vivía la familia “Amaro”, el abuelo de mi compañero de pupitre, en la escuela de doña Lucía Mesa, y bachillerato en el Colegio de San Isidro Juan Ramos Amaro, que era churrero, cuya churrería la tenía en la calle El Calvario, se fue a Santa Cruz de la Palma y su hijo se quedó con ella.

La casita donde nació el Fraile Abréu, un gran poeta y literato. Los almacenes del acuartelamiento de San Agustín que se convirtieron en garajes, asentamiento de un balcón canario, y su portada plateresca del siglo XVII, correspondiente al ex convento. Y por último el templo de San Agustín (curiosamente con sus ventanas abiertas).

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

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