CANTO AL DRAGO MÁS HERMOSO JAMÁS NACIDO

Fotografía color sepia referente al Drago de La Laguna al comienzo del siglo XX, ubicado en el entonces viejo Seminario.

El amigo de la ciudad del Drago Milenario Icod de los Vinos; ÁLVARO FAJARDO HERNÁNDEZ, remitió entonces (12/06/2011) estas notas que tituló “CANTO AL DRAGO MÁS HERMOSO JAMÁS NACIDO.”

Publicadas en el Día, suplemento La Prensa el mes de junio del 2011: “… Mimesis de candelabro vegetal de difícil credo. Tentativa de naturales y altivas ramas troncales fruto de una traumática y eólica mutilación. Batutas, 11 veces lustrales, que dirigen el gran concierto cósmico del lugar. Dracaena draco de elegante y aparente fragilidad  confinada en un estrecho territorio de insoluta tierra nutricia con la que guardas un indisoluble e inseguro, pacto sexagenario. Interrupción prístina que gestó tu insólita y esbelta figura de túrgido ramaje que alardeas en la altura. Con  genes, de ancestral memoria, plagados de atávicos substratos  has configurado  un ramaje envolvente. Tu  local natividad  está al final de un  camino largo lagunero, flanqueado por  centenarias y exuberantes palmeras de telúrica fertilidad.

Árbol adamita, multiforme y proclive a la verticalidad. Tu belleza óntica, difusa e infusa, se palpa en cada cicatriz ramífera. Rodeado de forestas pretenciosas y domésticas verduras  con las que guardas relaciones inciertas, y de una verja de hierro que quiere ser tu celosa y confidente cárcel.

Árbol deífico y exótico de simétricos y potentes rulos que escalan  el cielo de la Humanista Laguna. Tu obligada estadía  natural  te modeló como el Drago más bello jamás visto en el  planeta. Tus genitores te colocaron entre rejas de aguzadas flechas y las paredes de su moderna mansión de la que un día, no muy lejano, te arrancarán, sin razón,  de tu nativo seno.

Desde “Las Castras” en El Tanque, recóndito lugar de medianías y cumbres, ideales para serenas reflexiones donde sueño con dragos, como hacía, con árboles, Santiago Naser, personaje de “Crónicas de una muerte  anunciada “de Gabriel García Márquez…”

BRUNO JUAN  ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL