Fotografía del principio de la década de los años sesenta del siglo XX,
correspondiente al primer centro de estudios de primates del mundo, ubicado
entonces en el Puerto de la Cruz.
El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces (21/02/2013)
estas notas que tituló “CASA AMARILLA”: “…es una de las
personas que más esfuerzos ha volcado en la recuperación de la casa amarilla,
que albergó, allá en el límite del término municipal con la Orotava, y en las
primeras décadas del siglo XX, el primer centro de investigación primatológica.
Melchor Hernández Castilla, el psicólogo portuense, no
ceja en su empeño. Y por eso gratifica verle conferenciar, reciclando material
y aportando cualquier testimonio novedoso, como hizo días pasados en el
instituto de estudios hispánicos de canarias. Allí acudieron compañeros,
profesores, investigadores y personas interesadas en el asunto. Es
curiosa la presencia de tantos extranjeros, muchos más que nativos. Sin
duda, tiene mucho que ver la figura de Wolfgang Khöler, que da nombre a una
fundación que, poco a poco, va extendiendo su radio de acción en círculos
científicos y universitarios. Khöler y cuanto le rodeó, que no es poco, incluso
alguna novela que imprime más interés a sus importantes investigaciones en el
comportamiento de los primates. Pero es el entusiasmo de Melchor lo que se
quiere ponderar. Con toda justicia. Esta es una causa que se abraza porque
personas y profesionales como él dedican afanes incesantes, pese a los
imponderables y las penurias convertidas en auténticas tribulaciones cuando de
aguardar respuestas de la administración se trata. Se le nota en su exposición,
tan metódica como fresca, a veces espontánea, intercalando vivencias o
comentarios de gráficas que ha ido obteniendo durante tantos años de estudio.
Melchor amasa prudentemente su sueño de ver reconstruida la casa amarilla que,
ahora mismo, tiene el mismo aspecto ruinoso y destartalado que conocemos desde
hace meses. una prudencia que no quiebra cuando tiene que hablar del doctor
mas, de su colegio profesional, de Jane Goodall, de Manuel ‘el de los
machangos’ o de cualesquiera otras autoridades científicas con las que ha ido
relacionándose para acentuar su entusiasmo y sus ganas. El empeño es que el
Puerto de la Cruz renueve la sede del que fuera primer laboratorio de investigación
de los chimpancés. El abandono y eternos pleitos judiciales han ido
condicionando la materialización de un proyecto ambicioso que merece respuestas
que, al menos, signifiquen que algo marcha. Por eso, siempre se agradecerán
testimonios como el de Melchor Hernández Castilla ahora que se cumplen cien
años del comienzo de las investigaciones de Khöler, ahí mismo, en la paz, donde
su huella ha quedado para siempre. Aunque los portuenses aún no sean
plenamente conscientes de ello…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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