El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces (13/02/2014)
estas notas que tituló “MEDIO SIGLO DE TELEVISIÓN ESPAÑOLA EN LAS ISLAS”: “…Cincuenta años dan
para mucho. Son los que ha cumplido Televisión Española en Canarias. Aún
recordamos aquellos comienzos, cuando todavía sin aparato en casa, eran
seguidos desde algún comercio cercano: las primeras informaciones, las primeras
transmisiones, los primeros programas… La televisión, aún en una oferta muy
limitada, única prácticamente, abría las ventanas del mundo y de las islas.
Por supuesto que hay licencia para la nostalgia pero
cualquier balance pasa por el papel del medio a la hora de vertebrar la
sociedad canaria. Así como hemos dicho que la contribución de Radio Nacional de
España, Centro emisor del Atlántico, ha sido decisiva, no siendo menor la
televisiva, sí que ha sido más cuestionada históricamente: no hay debate ni
análisis ni impresión que resista la inclinación de Televisión Española en
Canarias hacia Gran Canaria. O hacia Las Palmas, como se dice en lenguaje
coloquial. Más cobertura, más espacio o más tiempo para hechos noticiosos que
tenían como escenario la otra orilla: esa ha sido una queja muy extendida, en
ocasiones puede que exagerada. Aunque en nuestra particular opinión, siempre
atribuimos buena parte de esa culpa -sin personalizar- al propio centro de
producción de Tenerife, entre dejaciones, insensibilidad, omisiones y la
carencia de una respuesta informativa más activa o más dinámica.
En realidad, buena parte de estos cincuenta años ha
sido un juego de equilibrios, de luchas permanentes para librar las
peculiaridades territoriales, los intereses políticos y las presiones que
provenían del lado más insospechado. Interiormente, el desgaste para algunos
directores, jefes de informativos y editores ha sido descomunal. Como que se
entiende que no aguantaran.
Pero gracias a los avances técnicos -la implementación
del color fue un auténtico acontecimiento- y a la profesionalidad general de
Televisión Española en Canarias fue posible conocer mejor las islas,
simplemente. Una crónica de cualquier corresponsal en cualquiera de las islas
no capitalinas, basada muchas veces en recursos que duraban una buena
temporada; o la aparición de algún grupo artístico de esas mismas islas en
programas que, como Tenderete, universalizaban lo canario, supimos qué había en
esos territorios. La televisión los acercaba. El costumbrismo, las inquietudes,
los afanes institucionales, los personajes y los sucesos iban, progresivamente,
configurando una realidad social y económica que los TeleCanarias y el resto de
la producción propia se encargaban de impulsar y consolidar.
La Casa del Marino, la plazoleta de Milton, la calle
La Marina y la avenida Buenos Aires fueron sedes, en Las Palmas de Gran Canaria
y Santa Cruz de Tenerife, de los centros de producción de programas de Canarias
de TVE. Hasta la moderna instalación de nuestros días, en la avenida
Escaleritas de la capital grancanaria.
(En los estudios de la santacrucera calle La Marina,
por cierto, hicimos nuestros primeros pinitos televisivos, aun en blanco y
negro. Durante dos veranos consecutivos, finales de los setenta, sustituimos a
los compañeros de deportes: Calabuig, Díaz Cutillas, Paco Álvarez… Fue una
experiencia inolvidable, muy autodidacta: la pretemporada de la Unión
Deportiva, entonces en Primera división; los torneos veraniegos; las
aspiraciones de autonomía de la lucha canaria; el mundo de la vela latina; los
cinturones ciclistas en las islas… Entonces, comprendimos el valor de una frase
común: “Te vi por la ‘tele’).
Cincuenta años dan para mucho, vaya que sí. Blanco y
negro, las 625 líneas, el color, ‘adelante telecine’ y ‘envíalo por
teleproceso’, unidades móviles, enlaces, vía satélite, transmisiones… Se
acumulan tantos hechos y tantos métodos de trabajo como rostros que se hicieron
familiares: Carlos Pablo, Luis Zárate, Adela Cantalapiedra, Rosi Jorge, María
del Carmen Alemán -con la que presentamos algunos festivales artísticos-, José
Antonio Pardellas, Mari Carmen Iza, Luis Ortega, Armando Marcos, Paco Montes de
Oca, Pepe Martín Ramos, José Manuel Pitti, Cristina García Ramos… Perdón por
las omisiones, totalmente involuntarias. Excelentes profesionales, por cierto,
han quedado registrados los directores que se esmeraron en hacer un producto
televisivo digno.
Medio siglo, en fin, de poner imagen a la convivencia
y al desarrollo de los canarios. Y de trasladarla al exterior. Ahora que las
restricciones y las dificultades condicionan también planes de futuro, que al
menos la celebración de las bodas de oro sirva para dimensionar la aportación
del sello televisivo al archipiélago primero y a la comunidad canaria.
Por cierto, un logro de estos cincuenta años: jamás
hubo ‘telebasura’…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario