El amigo del
Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces (08/02/2015) estas
notas que tituló; “RECUERDO DE UN TEMPORAL”: “…Se cumplen cincuenta y un años (2008) del temporal de viento y
lluvia que azotó el norte de Tenerife. Fue un sábado 15 de febrero de 1958.
Barrancos desbordados, vías cortadas, desprendimientos de tierras, árboles
derribados, núcleos incomunicados, decenas de viviendas afectadas, servicio
eléctrico interrumpido, daños considerables en las escasas infraestructuras de
entonces, pérdidas en la agricultura y en la ganadería, oleaje espectacular que
causó estragos en distintos puntos del litoral, una víctima mortal en La Guancha...
La furia de la naturaleza se desató sin control aquel día.
Algunas personas que recuerdan aquella infausta jornada coinciden en destacar
la violencia del viento. La gente se refugió en sus casas, no había nadie en
las calles, la noche -más oscura que nunca- se hizo interminable. Fueron
vientos huracanados, con velocidades superiores a los ciento treinta kilómetros
por hora. Llovió torrencialmente en las medianías.
Durante los días posteriores, cuando amainó el temporal, todos
querían comprobar sus efectos devastadores. El jardín botánico fue otro de los
lugares sensiblemente dañados. En La
Vera, su flamante cine, inaugurado unos pocos días antes,
quedó prácticamente arrasado. Apenas sobrevivió parte de la fachada. El
vendaval se había cobrado más de cinco mil hectáreas de platanera. Hubo que
reconstruir empaquetados, escuelas, casas... Las fotografías de la época
reflejan la magnitud del suceso. Las pérdidas se cifraron en cientos de
millones de pesetas. Las autoridades hicieron lo que pudieron, a la espera de
ayudas que llegarían meses después. Fue un sábado 15 de febrero Alguien
recuerda horripilada aquella fecha de 1958…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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