El
amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ. Graduado en Historia por
la Universidad de La Laguna, remitió entonces (24/01/2016) estas notas que tituló;
“UN REALEJERO ALCALDE DEL CRIMEN DEL TRIBUNAL MEXICANO”.
Publicadas
en "La Opinión de Tenerife"
el 23 de enero de 2016: “… A lo largo de su historia, el municipio
de Los Realejos, como tantos otros puntos de Canarias, ha sido cuna de diversos
individuos que destacaron en múltiples ámbitos por su trabajo y tesón en el continente
americano. Dentro del amplio abanico de personalidades, podríamos resaltar, sin
lugar a dudas, la labor desarrollada por uno de aquellos nombres: Antonio Rojas
Abreu. El doctor en Historia y profesor titular de Historia de América de la
Universidad de La Laguna, Manuel Hernández González, expone algunos detalles en
torno a su vida y obra en el libro El
Sur Dominicano (1680-1795) Cambios sociales y transformaciones
económicas. Asimismo, el genealogista e investigador Antonio Luque Hernández
señala en su obra Las familias de Chaves y Montañés de Tenerife algunos
aspectos en relación al contexto familiar de nuestro biografiado. En ese
sentido, a partir de su investigación, sabemos que Antonio Rojas Abreu nació el
7 de febrero de 1706 en Realejo Alto, siendo hijo del Alférez Romualdo Rodríguez
de Rojas y Abreu, quien contrajo matrimonio en segundas nupcias con María Fonte
del Castillo y Martel. De ese matrimonio nacieron, además de nuestro
biografiado, los siguientes hijos: Juan y María Rojas Abreu.
Según establece el profesor Hernández
González, podemos saber que la formación de Antonio Rojas Abreu transcurrió en
tierras peninsulares, estudiando Derecho Canónico en la Universidad de Granada
y Civil en la de Salamanca. Fue alcalde mayor de la ciudad tinerfeña de La
Laguna, hasta su embarque para La Española, donde se quedó hasta 1742,
accediendo al cargo de fiscal de la Audiencia dominicana en 1734. Contrajo
matrimonio con Juana Clemencia en la isla de Santo Domingo, siendo nombrado
alcalde del crimen y juez provincial en la real audiencia de México, tal y como
establece Víctor Gayol en su obra Laberintos de justicia: las reglas del juego.
Desempeñó ese empleo hasta su jubilación en 1773. Durante ese periodo de tiempo
intervino en diversos procesos judiciales, destacando su participación en el
juicio emitido contra Lorenzo Boturini (1698-1755), historiador y cronista de
las Indias, acusado por el Virrey del lugar de actuar de forma ilícita para la
recaudación de dinero con la finalidad de adquirir una corona para la imagen de
la Virgen de Guadalupe, siendo, además, acusado de llegar a Nueva España sin
permiso. En ese sentido, tal y como destaca Carlos María de Bustamente en su
obra Mañanas de la alameda de México, “para la instrucción de ella comisionó al
alcalde del crimen, Don Antonio Rojas Abreu. Compareció ante éste magistrado
Boturini en 28 de noviembre, y exhibió porción de documentos con que probaba su
ilustre cuna y nobleza tan antigua, que contaba novecientos catorce años”.
Rojas de Abreu tuvo cuatro hijos,
destacando Francisco, quien llegaría a ser notable oficial del ejército; así
como Josefa Elvira, que se distinguió como poeta, tal y como apunta el profesor
Hernández González en la obra anteriormente mencionada.
En definitiva, a lo largo de nuestro
artículo hemos pretendido dejar constancia sobre algunos aspectos en relación a
la vida y obra de un realejero que destacó en diversos ámbitos de la sociedad
de la época. A juicio de Luque Hernández, la figura de Antonio Rojas Abreu se
une a la de otros dos paisanos representativos del momento: Isidoro González de
Mesa y Gonzalo Machado de la Guardia, formando los tres parte de “los más
ilustres y destacados canarios de su época”…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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