sábado, 21 de marzo de 2020

EL CAMIÓN DE DON SOTERO ÁLVAREZ BRITO



Don Sotero Álvarez Brito era hombre eminentemente honesto, de carácter estoico y parco en palabras, pero enamorado del oficio que se convirtió en su medio de vida, el transporte.
Nació en Villa de La Orotava en el año 1897 y residió toda su vida en la calle El Calvario de esta localidad, donde le tocó soportar  muchas vicisitudes, entre ellas la escasez de una guerra o la pérdida de dos hijos por enfermedad cuando ya disfrutaba de su jubilación.
Aprendió a conducir a la temprana edad de 17 años de la mano de don Enrique Ascanio y  Méndez, con un vehículo marca Martine, que éste había traído de un viaje a Inglaterra.
 A su vez, Sotero enseñaría a conducir a los hermanos de don Enrique y don Alonso Ascanio. Quedándose a trabajar con don  Tomás Ascanio en la finca del empaquetado La Charca de Agua, conduciendo coches como el Rapi o el Martine.
Después de unos cuantos años trabajando con don Tomás, tuvo la oportunidad de comprarse un camión marca Chevrolet, lo que le permitió independizarse. Más tarde cambiaría su camión por otro de la misma marca, pero de mayor tamaño. Con éste comenzó una nueva etapa, trabajando para el empaquetado de la FAST
También trabajó para la empresa de don Diego Álvarez, y volvería a cambiar su camión dos veces más, un Chevrolet matrícula TF5502 y un Austin matrícula TF, 8296, con el que se acabó jubilando.
La fotografía referente a su último camión Austin, matrícula TF. 8296, tomada en los cincuenta del siglo XX, en la plaza La Paz, delante de la Ermita El Calvario de la Villa de La Orotava. Es un ejemplo de vehículo extraordinario de marca anglosajona, con carrocería fabricada por ebanistas orotavenses, dotada de todos los elementos que se requerían para toda clase de transporte desde la banana al comercio, sin descartar la construcción.
Delante del camión, sus dos hijos menores: Antonio Álvarez (con pantalones cortos, emigró a Venezuela, donde siguió los pasos de su padre de camionero) y José Andrés Álvarez con un pantalón largo de tirantes que nuestras costureras villeras entonces fabricaban manualmente.
José Andrés, se quedó con el camión de su padre Austi (fotografía), con el tiempo, lo fue cambiando por modernos vehículos de grandes contenedores.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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