El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS
remitió entonces (15/03/2020) estas notas que tituló; “EL
ROSTRO, LA VOZ DE CALABUIG”: “…Tenía 95 años y seguía yendo al fútbol. Creció profesionalmente en el
viejo Estadio Insular, al que vio cómo lo clausuraban, y fue habitual
espectador del moderno Estadio de Gran Canaria, donde su Unión Deportiva del
alma se debate entre frustraciones y proyectos.
Falleció ayer, el mismo día de
cómo afrontar la alarma nacional, Pascual Calabuig, quien tiene su sitio
destacado en los registros del periodismo deportivo. Porque sobresalió en todo:
escribía con agudeza y sorna, en el desaparecido Eco de Canarias, tras la pérdida de Antonio Ayala. Narraba
con sobriedad en Radio Atlántico primero y Radio Nacional de España después. Y
se emocionaba en el relato televisivo, contagiado por las vibraciones del
Náutico cuando éste luchaba contra gigantes y cabezudos en la vieja y pequeña
cazuela de la avenida de Anaga. Célebres también las primeras transmisiones de
lucha canaria, en las que siempre inculcó los valores del deporte vernáculo.
Ahí, en Anaga, le conocimos.
Luego le tratamos, hasta para sustituirle en la redacción de Tenerife de TVE
durante dos veranos consecutivos, para resumir, entre otras cosas, en cuarenta
segundos, la vela latina canaria, con las indicaciones que nos había legado. Años
después nos reencontraríamos para otros menesteres no vinculados al deporte ni
al periodismo activo. Tiempo para las remembranzas, la nostalgia y los
proyectos personales.
Calabuig vivió los tiempos
gloriosos del equipo amarillo, el estilo Molowny, el subcampeonato de Liga, la
alineación memorable (Oregui, Aparicio, Tonono, José Luis, Castellano, Guedes,
León, Justo Gilberto, José Juan, Germán y Gilberto I), la llegada de los
argentinos, los goles interminables de Morete... Pero también la amargura de un
descenso: cuando la Unión Deportiva perdió la categoría, su aparición al día
siguiente en la pequeña pantalla, su rostro y su tono eran un canto a la
tristeza. Los periodistas también tienen sus corazoncito.
Por eso siguió de cerca los
avatares del club amarillo y la trayectoria deportiva. Pero estuvo atento
siempre a cualquier manifestación deportiva. En Gáldar le hicieron hijo
adoptivo. Fueron más de sesenta años de un ejercicio tenaz, consecuente y
responsable de periodismo deportivo, mesurado y sin estridencias, que también
desempeñó a escala nacional con crónicas e intervenciones que sirvieron para
proyectar el nombre de las islas.
Pascual Calabuig, la voz, el
rostro de una larga época de la historia deportiva de las islas, siempre será
recordado…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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