Fotografía referente a la recordada plaza realejera, tomada en
el año 1950. Perteneció al incendiado convento de San Andrés y Santa Mónica.
Según datos históricos, en 1806, se quema el convento de San Juan
Bautista en el Realejo Bajo, salvándose la imagen de la Virgen del Carmen
patrona del Valle de La Orotava de origen genovés, la que fue trasladada a la
capilla del convento San Andrés y Santa Mónica (conocido por el convento de San
Agustín).
Juan de Gordejuela y
Grimón, aunque fuera de ascendencia vasca, había nacido en el Realejo de Abajo,
hijo de don Juan Vizcaíno de Escusa, y nieto de don Jorge Grimón. Recibió
cristiana sepultura en tierras del convento de agustinos de San Juan Bautista,
que él mismo había fundado, en lugar que hoy conforma el núcleo urbano de San
Agustín, llamado antes de San Sebastián. Fundó el convento de Agustinas
Recoletas, que puso bajo la advocación de Santa Mónica y San Andrés,
perteneciente, igualmente, a la orden agustiniana
El 21 de febrero de
1952 se produce el trágico incendio que destruyó totalmente el antiguo convento
de San Andrés y Santa Mónica conocido por el convento de San Agustín. Aquí se
encontraban instalados el ayuntamiento, juzgado municipal, delegación de
abasto, escuela pública, academia de música, colegio de segunda enseñanza y
otras dependencias oficiales, quedando totalmente en cenizas. También fue pasto
de las llamas la antigua ermita de la Virgen del Carmen, pero la gran
suerte fue que las veneradas imágenes existentes en la misma pudieron ser
retiradas rápidamente.
En la fotografía nos
llama la atención, el recordado Kiosco de la Música de estilo mudéjar,
construido en madera. Según comentario oral de nuestros mayores, ese Kiosco,
estuvo en la plaza de La Alameda o de la Constitución de la Villa de la Orotava
desde el final del siglo XIX hasta el principio del siglo XX, parece que se
desmontó y se llevó a la plaza de San Agustín del entonces Realejo Bajo, cuando
construyeron el actual.
Magnifica fotografía
correspondiente al año 1950, tal vez fuese tomada el domingo de la octava del
Carmen, dentro de sus fiestas Mayores, donde podemos observar, el paseo de
muchachos y muchachas estrenando sus trajes festivos, banderolas de adornos, la
montaña de la actual Colegio Pureza de María al fondo, y en el Kiosco, una
banda de música, probablemente la Filarmónica de la mencionada localidad está
deleitando el ambiente con el pasodoble, mazurca y demás.
La Banda de Música “La Filarmónica” del
Realejo Bajo, fundada en 1858, por Don Lorenzo Machado Ascanio y Lugo,
aficionado a la música y perteneciente a la alta graduación de las milicias
tinerfeña, director de los primeros grupos musicales en la villa de La Orotava.
Su primer director fue don Felipe Machado y Benítez de Lugo, hasta el año 1880.
Don Felipe nació en La Orotava el 5 de mayo 1836 y falleció en el Realejo donde
entonces vivía, el 20 de febrero de 1930. Tras su paso por la dirección de la
Filarmónica, otros maestros se hicieron cargo de la Agrupación que, en 1915,
siendo director don Agrícola E. García, fue legalmente constituida, con
Academia en la calle de la Acequia. El orotavense Don Agrícola E. García, profesor de piano y compositor de
cierto mérito, estuvo largos años al frente de la veterana y prestigiosa Banda
"La Filarmónica", donde desarrolló una fecunda labor. Esta histórica
agrupación musical, considerada la más antigua de Canarias. Pasó
momento difíciles en su historia, uno de ellos motivado por el incendio del
convento de San Agustín. Era Entonces director don Enrique Olivera y, en el
siniestro, desaparecieron el instrumental y archivo. Más tarde, se formó una
comisión para gestionar la compra de nuevo instrumental y, una vez logrado, se
continuaron las gestiones de numerosos vecinos. A don Enrique Olivera le
sucedió, como director, don Manuel Plasencia Pérez y, más tarde se hizo
cargo de la Filarmónica el padre don José Silverio y posteriormente don
Florentino Bencomo García, hasta el palmero don José Antonio Cuba.
Por el Kiosco de San Agustín,
probablemente, tomaran la batuta don Agrícola E. García, Don Enrique Olivera,
Don Manuel Plasencia Pérez, don José Silverio y quizá fuese el ultimo en
pisarlo Florentino Bencomo García.
Lo importante de esta
panorámica que se desarrolló ante de aquel cruel incendio, espectacularidad del
ambiente festivo del Carmelo, de la Virgen del Carmen (genovesa) de Los
Realejos, patrona de los marineros, de la mar y de los portuenses que suben a
vitorearla.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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