sábado, 29 de julio de 2017

COSAS DEL PASADO OROTAVENSE (I)



Extraordinaria fotografía correspondiente al Valle de La Orotava del año 1900.
                                              
El 20 de Abril de 1902, se celebró en el Teatro de La Orotava una función Dramática - Literaria Musical, por el Colegio de Educación que regentaba Don Francisco Torréns y sus hijas. El programa se desarrolló con una primera parte musical - literaria a cargo de los alumnos del mencionado colegio; Discurso inaugural por la Señorita Carmen Torréns. Sinfonía Marta a 4 manos del maestro Flostow, por las Srtas. Glelia García y Concha Codina. ¡Quien supiera leer! (Dolora de Campoamor), representada por los niños Elvira y Melchor Zarate y Méndez. La ramilletera ciega (Poesía por Maury), por la niña Margarita Cháves Estrada (De la escuela del Realejo Bajo). Contra Soberbia Humildad (Dialogo), por las niñas Armanda y Ester de Ponte y Codesido. ¡Caridad! (Coro para niños por I. Hernández); niños del Colegio de Educación. ¡Pobre María! (Homologo por Miguel Echegaray); niña Luisa Méndez Borges. Bolero Brillante, Op. 26 de Leybach, por la Srta. Clelia García. Cosas de la edad (Dolorosa de Campoamor), por las niñas Valentina y María Hernández y Díaz Flores. Las dos muñecas (Monologo por J. de Dios Peza); Ester de Ponte y Codesido. Amor Filial (Coro por A. Widaurreta); Srtas. y niñas del Colegio de Educación. A Obtavia (Dolora de Campoamor), por las niñas Luisa Méndez Borges y Concha Bethencourt. En el cielo y en la calle (Fragmento de un poema inédito por J. de Dios Peza); por la Señorita Josefa Torréns y Pérez. El primer actor (Monologo por P.S.S.); por el niño Joaquín Estrada y Pérez Martel. En la segunda parte se escenificó dos obras: “La Cruz de Plata”, comedia en dos actos, por Don José Nicasio Casal, en la que tomaron parte las Señoritas Pilar Bethencourt y del Río, Magdalena Méndez y Lugo, Valentina Hernández y Díaz Flores, Matilde Tugores y Rojo, Concepción Codina y Ochoa, Cándida Jacinto del Castillo y González, Carmen Torréns y Pérez, Clelia García y González y Josefa Torréns y Pérez; las niñas Eugenia Lercaro y Muret, Armanda de Ponte y Codesido y Concepción Bethencourt y del Río; el niño Juan Bethencourt y del Río y Don José Codina y Ochoa. “Tirar la llave”; Monólogo por Juan de Dios Peza, desempeñado por la Srta. Carmen Torréns y Pérez. Los precios de las localidades estaban distribuidos; Plateas y palcos principales sin entradas, 6 pesetas; sillas de palcos altos, 1 pesetas, lunetas 1,25 pesetas; entradas general 0,75 pesetas, paraíso 0,50 pesetas.
El desaparecido periódico independiente, Araútapala del Puerto de la Cruz, en su edición del 27 de Noviembre del año 1.909, manifestaba una noticia bastante angustiosa y desagradable, de un crimen cometido en el barrio orotavense de "Aguamansa", un drama sangriento acontecido, por el hecho de que un marido mataba brutamente a su mujer. La noticia se recibió en la redacción por vía telefónica, en principio con pocos detalles, con laconismo exagerado, un acaecimiento transmitido desde la Villa de La Orotava, que contenía el siguiente memorándum: "Anoche, en el camino de Aguamansa, se cometió un horrible asesinato; un hombre mató a su esposa, después de cruel martirio. La desgraciada víctima se hallaba en el quinto mes de embarazo.” A muchas consideraciones se prestaba la inesperada noticia  de este crimen. Apenas hacía cinco meses, recientes aun los resultados de aquel famoso proceso instruido a consecuencia de la batalla campal que se desarrolló en la Plaza de los Remedios del pueblo de Buenavista, donde perecieron dos conocidas personas. Incluso se escribía sobre la referencia de otro crimen cometido la víspera de San Juan del mismo año, en el pago de la Perdoma. “De nuevo el puñal homicida ha venido a turbar la tranquilidad de la florida región orotavense; y una desconsolada familia llora amargamente la desaparición de un ser querido”. “Y ahora, en término horribles, pues un hombre fiera, enloquecido sólo por los celos, se arrojó sobre su pobre e indefensa esposa, y la asesinó de una manera trágica”.
Comienzan las diligencias. A las doce de la noche de un domingo del mes de Noviembre del año 1.909, se presentaron en el Cuartel de la Guardia Civil de La Orotava, cuatros campesinos, dando allí el parte de que muy cerca del camino de Aguamansa, y sitio conocido por Bebedero - Alto, se había cometido un asesinato. A los pocos momentos y con gran actividad, se pusieron en marcha, con dirección al lugar del suceso, dos parejas del Benemérito Instituto, comenzando a su llegada por buscar al feroz criminal que había huido, y a levantar el correspondiente atentado.
Los protagonistas. En el sitio anteriormente indicado, y en una finca de Dª. María Antonia Marrero, vivía Rosendo Pacheco Gutiérrez, de 26 años de edad; su esposa, Casimira Yanes Fariña, de 24 años, y una niña de corta edad, fruto de aquel matrimonio. Según versiones de aquellos vecinos, Rosendo había estado en ocasiones oscurecido, tomando una o dos copas de vino en una venta contigua a su casa con dos amigos; y, sin que estos observaran nada anormal en el citado Rosendo, se despidieron de él frente a su casa.
En la casa de Rosendo. Cuadro horrible. De las noticias que circulaban por la población, se obtuvieron las siguientes notas: Que los vecinos de Rosendo y Casimira calculaban que la agresión del primero a su esposa, debió haber tenido lugar entre ocho y media y nueve de la noche. El Rosendo, después de consumado el crimen, huyó, sin saberse su paradero. La infeliz Casimira fue encontrada dentro de un pajar que le servía de cocina, con la cabeza caída sobre el hombro izquierdo. Los brazos extendidos a lo largo del cuerpo, y las piernas encogidas. Tenía la camisa completamente destrozada y su pecho estaba acribillado de puñaladas. Asimismo lo estaban las manos y el cuello. La mano izquierda estaba totalmente destrozada. El suelo  donde yacía el cuerpo de la infeliz víctima estaba inudado de sangre y también aparecían grandes manchas en las ramas de castaño que cubrían los lados del pajar, como si la pobre Casimira se hubiese apoyado en ellas en su terrible agonía. Al día siguiente se personó en el Bebedero Alto el juzgado correspondiente, compuesto del inteligente y celoso Juez de primera Instancia de este partido, Don Manuel de la Cueva Donoso, y del Secretario del Juzgado Municipal, Don Romualdo Panasco, en substitución, este ultimo, del actuario Don Rafael Hernández Valencia, que se encontraba enfermo en cama.
El criminal en su huida. A las dos de la tarde fue practicada por el médico Don Miguel Fernández, acompañándole Don Tomás Zerolo y Don Osmundo Lercaro, y el practicante Don Nicolás Hernández. El Sr. Fernández en su informe manifestaba, que el cadáver de Casimira Yanes Fariña, presentaba tres heridas en la cabeza de forma estrellada, producidas probablemente con piedra o palo y varias contusiones en la cara; dos de arma blanca en el cuello, una de ellas tan importante, que penetraba en el tórax hiriendo una de las venas que salen del corazón; cinco en el pecho izquierdo, todas ellas penetrantes y producidas por arma blanca, con herida del pulmón del mismo lado; dos en el brazo izquierdo, de grandes dimensiones, que penetraban hasta el hueso, y una grande en la nalga izquierda que asimismo penetraba hasta la pelvis, hiriendo el intestino recto; una pequeña en un  dedo de la mano derecha, y una también pequeña, en la barba, de igual forma producidas por arma blanca. De las heridas del pecho dos de ellas cortaron tres costillas cada una. Al final se observó, que Casimira tenía alojado en el vientre materno, un pequeño feto, que parecía ser de cinco meses.
El sábado 18 de Octubre del año 1.913, se estrenó en el teatro de Orotava la función cinematográfica “La Peña del mal consejo”, una creación sublime y trágica, escenificada en la moderna cinematografía, integrada por 3.000 metros de celuloide y divida en 4 partes, integrada por un inspiradísimo argumento, tratado sobre la joven Nina, bella pastora semisalvaje que vive contenta y feliz sin más preocupaciones que las que proporciona su peque o rebaño. Y Toto un joven gentil, valeroso y audaz que con valor temerario ahuyenta y pone en fuga a unos ladrones que intentan robar la cabaña en que habita. Ambos se enamoran locamente, pero el amo, dueño del cortijo en que los dos habitan, es un gran dueño de la ciudad, hombre viciosos dominado por el juego y la bebida. Un día Nina sufre un accidente desgraciado y corre un gravísimo peligro, del que le salva Toto valerosamente, quedando la joven muy agradecida. El amo que se entera del percance ocurrido a Nina y de la acción de Toto felicita a este elogiando mucho su conducta. Toto y su pastora están cada vez más enamorados el uno del otro y un día que se encuentran los dos al borde de un principio en un sitio conocido por “La Peña del mal consejo”, Toto en un arranque apasionado le dice a la Nina: “Jura que serás mía durante mi vida y después de mi muerte”, juramento que hace Nina solemnemente. El amo invita un día a unos amigos a cazar y un cazador torpe hiere gravemente a Nina. Con gran pesar de Toto el amo se la lleva a la Ciudad para que se cure. Pasados dos meses queda Nina completamente restablecida habiéndole parecido a la joven la casa del amo, el país de las hadas. La rústica belleza de Nina ha impresionado también al amo, que ha perdido la tranquilidad. Le propone a Nina quedarse  con él en la Ciudad; pero ella que desea volver al campo no accede. Sin embargo a la vista de la joya que le ofrece siente una atracción irresistible, que no puede dominar, terminando por rendirse a las caricias del amo, y por acceder a ser su esposa, convirtiéndose de pastora humilde en gran señora y olvidando el sagrado juramento hecho al pobre Toto, que allá en la montaña sueña con el amor de su Nina y cuenta uno a uno los minutos que faltan para que vuelva su zagala. Desesperado Toto por la tardanza de Nina envolver al cortijo, se decide a bajar a la Ciudad en busca de noticias. Llega a la casa de su amo y allí dice a los criados: “Avisen a Nina que aquí está su novio”. Los criados se burlan de él y avisan al amo de lo que pasa. Este lo hace llegar hasta su presencia y después de escuchar sus lamentaciones por la tardanza de Nina en volver al cortijo, le dice; “Pues mira Toto, desde hoy Nina es tu ama”.  Dos años después nadie se acuerda de Toto, pero él ha cumplido su condena y vuelve a la tierra en que nació con el firme propósito de vengarse de la autora de su desventura. La ocasión no tarda en presentársele. Nina y su esposo han ido de paseo al cortijo y Toto que está al acecho los ve y aprovecha una ocasión en que el amo se aleja solo por el campo, para tirarle un certero lazo y apoderase de él. Fuertemente atado y amordazado le lleva hasta la “Peña del mal consejo” y allí le obliga a escribir un papel para su esposa que dice así: “Nina, te espero en la cima de la roca del mal consejo; ven sola, te espero”. Roberto. Este papel es entregado a Nina, la que sin sospechar lo que ocurre, monta a caballo y se dirige al sitio que su marido le indica. Allí se encuentra con Toto quien le muestra su marido amarrado a un árbol. Entonces Toto la coge por la cintura y se arroja con ella por la terrible pendiente, en presencia del marido, que ve horrorizado aquella trágica escena sin poder moverse ni hacer nada para evitar tan tremenda desgracia. Toto se ha vengado, obligando a Nina a cumplir parte de su juramento. Ya que no quiso ser suya durante su vida, lo será después de la muerte. Todo un comentario de una cinta gramática, comentario de la pluma del ilustre villero - palmero Don Antonio Lugo Massieu, comentario magistral que pusieron en escena notables artistas, con vistas panorámicas de sorprendente hermosura, soberbia fotografía, de una cinta que tuvo sublime éxito en La Orotava.

BRUNO JUAN ALVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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