El
templo parroquial de Nuestra Señora de la Concepción de Los Realejos (Realejo
Bajo), se construye entre los años 1697 y 1701. La materia prima utilizada fue
la piedra de cantería extraída de la cantera del camino de Icod; piedra de la
Dehesa para las cornisas y más de doscientas losas de Los Cristianos (Arona)
para el resto. La sacristía se levanta años más tarde, en 1790, al ampliar la
existente para acoger los muebles y alhajas propiedad de la Iglesia. Con esta
ampliación el templo queda configurado con las características propias de las
iglesias canarias del siglo XVIII: capilla mayor comunicada con sacristías
colaterales y camarín posterior, unida a tres naves con las capillas laterales.
Estas capillas laterales tienen la típica techumbre de estructura mudéjar tan
característica de la arquitectura religiosa canaria. Las tres capillas de La
Concepción también se presentan separadas por sus correspondientes arcadas que
en este caso incorporan dos capillas laterales en la nave central que modifican
la simetría del templo.
Las
portadas, hoy, son propias del estilo canario existente en la isla. Una de
ellas, que pertenece a cierta dependencia situada a un nivel inferior al piso
del templo, es de traza gótica con arco conopial de complicadas curvas y
detalles muy del estilo en el resalte que sigue en todo el vano. De las tres
portadas, dos son muy parecidas, la del costado norte y la que ocupa el lado
derecho de la fachada. Constan de pilastras y entablamento que abarcan el arco
de medio punto con adornos típicamente platerescos que se acentúa por el
candelero que carga sobre cada pilastra. La tercera pilastra presenta sillares
rehundidos dándole un aspecto singular.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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