jueves, 14 de diciembre de 2017

EN MEMORIA DE MANOLO BELLO HERNÁNDEZ




El amigo JAVIER LIMA ESTÉVEZ. Graduado en Historia por la Universidad de la Laguna, remitió entonces (14/12/2016) estas notas que tituló; “EN MEMORIA DE MANOLO BELLO HERNÁNDEZ “: “…Se fue sin que nadie se lo esperara. Ocurrió el 14 de diciembre de 2013. Bruno Álvarez, profesor mercantil y amigo de Manolo Bello desde la juventud, recordaría con gran emoción en una sentida crónica la sorpresa de recibir una noticia de esas características, manifestando rápidamente amigos íntimos como la familia Santos su honda tristeza. Nadie se lo podía creer. Manolo Bello Hernández era hijo de Manolo Bello y Carmela Hernández, matrimonio muy trabajador y propietarios de una conocida venta y bodega que durante el pasado siglo XX representó un espacio esencial en el centro de La Orotava, ubicada en la céntrica Avenida Sor Soledad Cobián.
Desde muy joven, junto a sus hermanos (Carmita y Antonio) fue forjando con intenso trabajo su trayectoria. Su primera formación transcurrió entre el Colegio Santo Tomás de Aquino de la Villa de La Orotava y el Colegio San Agustín de Los Realejos. En La Laguna realizaría sus estudios universitarios en el ámbito del peritaje agrícola.
Contrajo matrimonio con Carmen Dolores Figueroa Hernández. Matrimonio de cuyo resultado proceden cuatro hijas (Carmen Dolores, Natalia, Beatriz y Laura). ¿Cómo le recuerdo? El paso del tiempo en ocasiones va difumando la huella de las personas; sin embargo, continúo teniendo muy presente a mi tío-abuelo Manolo Bello. En las ocasiones en las que nos veíamos me recibía con gran afecto. Era una persona lectora y culta; poseedor de una admirable biblioteca reflejo de una personalidad interesada por diversos temas. Con nostalgia, recuerdo la celebración organizada en torno a su jubilación. Hasta el Liceo Taoro, acudieron numerosos familiares y amigos para rendirle un cálido homenaje. Su sorpresa fue mayúscula y estoy seguro de que para él fue uno de los momentos más emotivos de su vida. También, la boda de sus tres hijas mayores representó un acontecimiento imborrable.
El tiempo pasa muy rápido. Sin embargo, en nuestra memoria permanecerá de forma eterna el recuerdo a su persona…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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