Aniversario de su fallecimiento. Nació
en Madrid en el año 1918, y falleció en la misma ciudad el 3 de Diciembre del
2016 a los 98 años de edad.
Fue la segunda hija del matrimonio
madrileño; Aurelio Rodríguez Ferrándiz y
Esperanza Fernández García Navas: Esperanza (mi tía), Rosario, Aurelio y Juan Antonio
Rodríguez Fernández.
Su padre don Aurelio Rodríguez, era joyero de profesión, de tal
manera que lo propusieron para que fuese joyero del Rey, pero otro con más
recomendación se le adelantó, tiene muchas custodias por las iglesias de Madrid
hechas por él. Una de ellas, está en la iglesia de los Calatravas, en la calle
Alcalá de Madrid, además, era excesivamente “religioso” y pertenecía a varias
Iglesias donde tenía su cargo como feligrés. Esas Iglesias estaban muy cerca de
la Plaza y calle Matute. Entre ellas pertenecía a La Adoración Nocturna,
y Cofrade en La Iglesia más antigua de Madrid de San José en la Calle de Alcalá.
María del Rosario Rodríguez Fernández
(hermana de mí tía Esperanza) fue una mujer de convicciones espirituales
profundas y de una clarividencia humana extraordinaria.
Mi primo hermano Enrique José Abréu
Rodríguez (Quique, único primo por mi familia materna), remitió entonces (04/12/2016)
estas notas: “… Mi
tía Saro fue además una persona importantísima en la vida de mi hermana (María
Esperanza) y en la mía, tras la muerte (47 años de edad) de nuestro querido
padre Enrique Abréu González. Sería de ingratos por nuestra parte el no darle las gracias por todo el cariño que nos
regaló durante aquellos momentos tan difíciles….”
Solo la saludé una sola vez en la
vida, precisamente cuando fui a Madrid
en el mes de Septiembre del año 1976. Mis primos; Enrique y María
Esperanza e incluso mi tía Esperanza, me la presentaron en su domicilio
particular madrileño, conjuntamente con su marido don
Luis Nicolás Isasa registrador de la propiedad.
Un matrimonio del que guardo gratos
recuerdos por su amabilidad, su solidaridad y su estar entre toda mi familia.
María del Rosario Rodríguez Fernández
“La tía Saro”, como le llamaban mis queridos primos, y le seguiremos llamando
se fue feliz a la casa del padre un día gris de lluvias madrileño, puesto que
sus convicciones espirituales profundas, les encaminaban a un paraíso eterno
enorme, donde todos están tradicionalmente descalzos en un inmenso mundo
blanco, allí se reencontrará con todos los suyos, entre ellos sus adorados
padres. Sus hermanos, mi tía Esperanza. Allí tendrá una vida de tranquilidad,
de paz, de anhelo, de misericordia. Allí jugara sus partidas a las barajas que
tanto era su especialidad.
Aquí dejáis toda una caterva de hijos,
nietos, sobrinos y demás que siempre le quisieron, y le seguirán queriendo. Tía
Saro feliz viaje a tu mundo querido que te acompañe Santa Bárbara y hasta
pronto.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario