En esta insólita fotografía del final del siglo XIX, podemos observar
cómo era la fachada del templo franciscano del convento de San Lorenzo de
la Villa de La Orotava, que Viera le bautizó por “…El San Lorenzo de
los conventos de las Canarias y el Escorial de sus padres más dignos...”, que reconstruyeron
los monjes de la tercera orden después del incendio ocurrido en el año 1801.
Vemos que la calle termina en la misma fachada, y para continuar hacía la
calle Salazar y la antigua de Castaño, actual Domingo González de Chaves y
García, se transcurría por la estrecha que pasa por el lado este de lo que hoy
es la plaza de San Francisco.
Además se conserva la Mansión del fundador del convento y de La Villa don
Bartolomé Benítez de Lugo.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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