Dibujo en 3D (foto izquierda) realizado a través de las nuevas tecnologías
por mi amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; LUIS GARCÍA MESA correspondiente
a los jardines de la Casa Franchi de la Villa de La Orotava, realizado copiando
uno de los grabados existentes (foto derecha, tomada del norte al sur)
correspondientes a las dos láminas realizadas en el siglo XVIII, donde existió
un drago milenario de grandes dimensiones y la palmera denominada de la
conquista destruida por el temporal del año 1826 que azotó a Tenerife.
Según nos cuentas el amigo de la infancia de La Villa de La Orotava;
ANTONIO LUQUE HERNÁNDEZ en su libro La Orotava “CORAZÓN DE TENERIFE” páginas;
437 – 438 – 439 y 440: “...Don Antonio de Franchi (1651 –
1713), caballero de Alcántar, reparó la fabrica original, ya por su ancianidad
muy deteriorada. Su hijo el coronel Juan Domingo de Franchi y Benítez de Lugo (1698
– 1774) gozó estos mayorazgos; en 1745, un incendio arruinó esta casa, aunque
más tarde logró reconstruirla espléndidamente. Aquella mansión y sus jardines
fueron representados por el pintor suizo Sigmund Freudenberg (1745 – 1801), y
luego estampados en Bruselas por el grabador Simon Cattoir (1698 – 1781). El
coronel Juan Domingo de Franchi instituyó un pósito de misericordia, en 1756,
aparte de legar por su testamento al rey Carlo III algunas de sus más valiosas
joyas. Su hermano Carlos de Franchi fue coronel de los reales ejércitos, además
de escritor y ejemplar conciudadano. Por este tiempo visitó la casa de Franchi
Lord George Macartney, quien incluyó una descripción de estos jardines en su
trabajo, publicado en Londres, en el año 1791, An autbentic accont of embassy
from the King of Great Britain to the Emperor of China, en cuatro
volúmenes…. Berthelot, enamorado de la botánica encuentra en los
jardines, diseñados a la francesa, y en el gran drago su fundamental atracción:
“ Un drago se erguía frente a mi alojamiento. Árbol de estraña estructura, de
porte gigantesco, que la tormenta había herido sin poder abatir. Diez hombres
abarcaban con dificultad el tronco. Este prodigioso fuste presenta en el
interior una profunda oquedad excavada por los siglos. Una puerta rutica de
paso a esta gruta cuya bóveda, medio arruinada, soporta todavía una enorme
rama. Largas hojas afiladas como espadas erizan su copa, y blanco panículos,
que florecen en otoño, extienden un manto de blancura sobre este verde monumental…”.
El amigo y compañero de docencia; JUAN JOSÉ MARTÍNEZ SÁNCHEZ en su
libro “LA OROTAVA LUGAR Y VILLA” paginas; 84 – 85 – 86 y 87: “…Allí es donde se
encontraba el famoso drago, contemporáneo de las épocas más remotas de la
historia. Humboldt le asignaba seis mil años de existencia. Su circunferencia,
medida en la época de la conquista, era de 18 metros; tres siglos más tarde, el
naturalista Ledru constataba que el perímetro del árbol no había
aumentado sino un pie; se veía por la lentitud de su crecimiento, el enorme
número de años que había debido tardar en desarrollarse. Este gigante ha
desaparecido, abatido por una tormenta...”.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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