El
Amigo de juegos de la infancia y la imaginación de la Calle El Calvario de La
Villa de La Orotava; CARMELO SANTOS VILLAR. Remitió entonces (09/02/2015) esta fotografía del recuerdo.
Panorámica
donde vemos al recordado “Manolo el 88”, que había venido a la Villa de La
Orotava en tres ocasiones con la compañía teatral de María Teresa Pozón, cuya
carpa, pernoctó primero en la araucaria izquierda del camino Los Cuartos
(actual Avenida de Emilio Luque Moreno), en segunda y tercera vez, en la
desaparecida Terraza del Teatro Cine Atlante. Se le conocía por “Manolo el 88”,
debido a que en los descansos de las secciones teatrales, rifabas objetos de
regalos, casi siempre repetía el “88”, en voz sonara de origen peninsular.
Era
casado con una bella actriz de la misma compañía y al final optó por quedarse
en la Villa, donde montó una churrería con los “Fariña”, en lo bajo de la
Pensión de los mencionados en la calle El Calvario. Lugar con anterioridad
estuvo la barbería del fallecido Manolo Toste.
La
churrería fue una novedad en la villa, por primera vez se hacían los churros
cortados con una maquina con polea giratoria manual, de forma; trenzados, huecos, lazos, rectos, porras,
incluso en rosquillas. Manolo, siempre decía que el mejor sabor churrero
radicaba en el cambio constante de los aceites.
La
fotografía tomada al final de los años cincuenta, vemos en el despacho a;
Rafael Gómez (fallecido), natural de Écija provincia de Sevilla, había venido a La Orotava al servicio
militar en el acuartelamiento de infantería de San Agustín, trabaja de camarero
y churrero de los “Fariña”, posteriormente arrienda
el Bar "El Camellito" en lo bajo de la antigua sede social del
Liceo de Taoro en la calle de San Agustín, después
de haberlo dejado Fidel Delgado Hernández que había sido su fundador. Cuyo contrato
de arrendamiento se lo redactó el jurista orotavense Jesús Hernández.
Acosta. Y Manolo “El 88”
(fallecido en la capital tinerfeña).
Delante
entonces el niño y amigo Jaime Yanes Hernández, fallecido trágicamente en un
accidente de tráfico en la Avenida de Sor Soledad Cobián, concretamente un dos
de Febrero del año 2004, día antes de cumplir los 54 años de edad.
Todo
una mampara que en el tiempo habla por sí mismo.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario