En “Las Castras”, El Tanque, recóndito
lugar para serenas reflexiones, un 28 de Abril 2010.
El amigo de la ciudad del Drago Milenario
Icod de los Vinos; ÁLVARO FAJARDO HERNÁNDEZ, remitió entonces (06/02/2015) este
interesante trabajo sobre EL TINERFEÑO BARRANCO DE MASCA. A la memoria de Eric
Ragnar Sventenius (1910-1973) en el 1º
centenario de su nacimiento:
“…AGUA
AGUA,
AGUA
AGUA
simplemente.
AGUA
que siempre había.
AGUA
que bajaba encauzada.
AGUA
que fue poblamiento y vida.
AGUA que alimentó a la flora nativa.
AGUA que
formaron cauces y cañadas.
AGUA
que bebían rebaños de cabras perdidas
YO, EL
BARRANCO:
Todo
cuanto conozco, sé y soy lo aprendí, y se lo debo al AGUA, al ñame a la
palmera, y naranjos, y sobre todo, hoy, a las gentes de MASCA.
SE LO
DEBO AL:
AGUA
primigenia y millonaria que esculpió mi cauce en el telúrico basalto.
AGUA que desde milenios bajaba generosa, sin
prisas ni pausas, y a la que debo mi barranquera identidad.
AGUA,
que antes fue del mar y la montaña, regalándome los sobrantes para regar
patameros y palmerales.
AGUA
caída en placida lluvia otoñal, o de la nieve
ventisquera del Teide, y del adlátere Pico Viejo, mí cauce en años secanos.
AGUA
retenida en las “Eres”, reservorios y aljibes naturales, que calmaron la sed de
los primitivos guanches.
AGUA
que se deja llevar abandonada por el
cauce, como regalo generoso, de la tierra al mar que le sobra.
AGUA,
que en turbulenta cascada se desparrama
por farallones y andenes, arrastrando “bimbos” y piedras
Descomunales
AGUA
donde aletean nerviosos “foleles” multicolores, en permanente aprendizaje
zigzagueante de aéreos y acrobáticos
vuelos rasantes.
AGUA
que “topos humanos” buscaron y sacaron de las entrañas de la tierra en
kilométricas galerías hechas a mano.
AGUA
que en incontroladas avenidas y escorrentías dejan aislados al caserío, por
unos días, en su cotidiana intimidad.
AGUA
que el enjuto, níveo y Nativo Arias, contemplaba desde una casa rural aledaña.
AGUA
poco abundante, pero constante, que destilan las tabaibas y retamas.
AGUA
tributaria del Lomo Bolico, EL Cherfe y Gerge
y de las barranqueras de Araza, La Vica y El Turrón.
Aunque
un poco de mi AGUA barranquera calmó al sediento guanche. ¡¡ Con que alegría se
la regalé toda!!
AGUA
con la que Pérez, su Alcalde pedáneo, regaba EL “Mato”. Hoy un exuberante
Laurel de Indias que da sombra a su
estatua.
Agua
que calmo la sed
de
ínclitos científicos foráneos: Bramwell, Humphries y Metlesic, y los locales:
Telésforo Bravo, Celestino González, Cuscoy , Arnoldo Santos, Baeza, Olegario
Mesa y Wildpret, acompañados por Eric Sventenius, y los guías masqueros
Antonio, Leonardo, y el “risquero” Ismael Bello, que patearon tu relicto paisaje en busca de
ignotas e irredentas especies herbáceas Nativas, y algún que otro GATO
doméstico asilvestrado.
AGUA de
manantiales, fuentes y veneros que brota espontánea de lomos y furnias
perdidas.
AGUA
que empapó mi espalda e inundó mis botas, cuando, hace ya unos años, baje por
tu laberinto de rocas hasta la playa.
AGUA
fresca que, hace ahora 58 años, bebí de
un porrón refrescado a la sobra de ¿un naranjo?
AGUA
que el Campesino de Masca desvía, con la “torna”, para regar sus,cebollas y
frutales.
AGUA que
sirve de abrevadero a las cabras descarriadas.
AGUA
desbocada que arrasa y borra sendas y cañadas.
AGUA-mansa
que se precipita en cascada solitaria.
AGUA
que un día se cobró vidas humanas.
AGUA
que ya NO baja canalizada.
AGUA que
ya NO hay.
AGUA,
Simplemente.
AGUA,
AGUA
AGUA
HERMOSO
CANTO AL AGUA QUE ESTÁ EN LA ALBERCA (Poema de Pedro Salinas de su libro “La felicidad inminente”)
El agua
que está en la alberca / y el verde chopo son novios / y se miran todo el día /
el uno al otro. / En las tardes otoñales, / cuando hace viento, se enfadan: / el
agua mueve sus ondas, / el chopo sus ramas; / las inquietudes del árbol / con la alberca
se confunden / con inquietudes de agua.
/ Ahora que es la primavera, / vuelve el
cariño; se pasan / toda la tarde besándose
/ silenciosamente. Pero / un pajarito
que baja / desde el chopo a beber agua,
/ urba la serenidad / del beso con temblor vago. / Y el alma del chopo tiembla / dentro del alma del agua.
(Pedro
Salinas)
HOMENAJE
a los sacrificados cabuqueros, que con
su esfuerzo y el tesón de algunos ilusionados emprendedores hicieron
posible el “Milagro del agua” alumbrándolas
de las entrañas de Tenerife…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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