Fotografía y datos biográficos del libro de don Domingo Laguna.
Ilustre orotavense, de una humanidad enorme, operó a mi abuelo materno y
padrino Bruno Abréu Rodríguez zapatero y músico en su clínica santacrucera en
el anexo de la histórica plaza de Toros santacrucera, creo que lo hizo con toda
la humanidad de un ser de escasos recursos económicos.
Don Tomás Zerolo Fuentes, un médico considerado por los tinerfeños de una
incondicional humanidad, un gran hombre, un hombre bueno.
Fue un excelente cirujano, dotado de ricas cualidades humanas entre las que
sobresalen su vitalidad, simpatía y generosidad.
Nació en La Orotava el 18 de enero de 1893, hijo del Dr. don
Tomás Zerolo Herreras, prestigioso médico-cirujano, radicado en su Villa natal,
y de Isabel Fuentes González.
Hizo sus primeros estudios con los Hermanos de las Escuelas Cristianas, de
la calle de la Hoya, en La Orotava. Prosiguió sus estudios en el
colegio de los jesuitas de Beaumont, en Windsor, Inglaterra. Cuando tenía 17
años de edad, murió su padre y poco más tarde falleció su madre, durante un
viaje en tren.
Ingresó en el Royal College of Medicine, de Londres; allí cursó su carrera
y se graduó en 1919. Por oposición ganó la plaza de Jefe del personal de
Cirugía Clínica de, Hospital de San Bartolomé, de Londres. Fue elegido
Vice-Presidente de la Sociedad Médica Abemethy. Visitó, en 1918, en
misión oficial, como representante de España, los frentes de combate en la
Guerra Europea. A pesar de todos los éxitos obtenidos en Inglaterra,
decide regresa a su tierra, a la que añoraba. Llega a España en 1921, realiza
en Madrid los exámenes de reválida de sus estudios, y vuelve a Tenerife, donde
comienza a ejercer.
En 1922 contrajo matrimonio con Mercedes Davidson y Pérez Zamora; de este
matrimonio nacieron seis hijos: Mercedes, Tomás, Fernando, Isabel, Jorge y
José Miguel. Por estos años era Cirujano Jefe de Sala del equipo del Hospital
Civil de Santa Cruz de Tenerife.
Es nombrado Académico correspondiente de la Real Academia de
Medicina de Santa Cruz de Tenerife, el día 16 de febrero, de 1932.
El 3 de febrero, de 1935, falleció su esposa, D" Mercedes, un mes
después del nacimiento de su hijo José Miguel.
Año y medio más tarde, estalló la Guerra Civil; se presentó como voluntario
en la Comandancia General de Canarias el 18 de julio de 1936, y embarcó
para la Península en agosto de ese mismo año. Prestó sus servicios
como Capitán Médico en diversos frentes hasta que, en el mes de mayo de 1939,
es destinado al Hospital Militar de Tenerife, donde prestó sus servicios como
Jefe del Equipo Quirúrgico, hasta febrero de 1940.
En 1937, fue nombrado Presidente del Colegio de Médico de Santa Cruz de
Tenerife, pero no pudo tomar posesión de su cargo hasta el 12 de abril de 1940;
este cargo lo ocupó ya hasta su muerte.
En 1938, se casó con I)! Pilar Sáez de Montgaut, de cuyo matrimonio
nacieron seis .hijos: María del Pilar, Antonio, María del Carmen, Jaime,
Almudena e Ignacio.
En 1948, ingresa como miembro de la sociedad Internacional de Cirugía, y
este mismo año es propuesto para Académico numerario de la Real
Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife. El 27 de marzo de 1951, se
celebra el acto de recepción en el cual lee el discurso para su ingreso sobre
"Contribución al tratamiento quirúrgico del cardiespasmo" (Achalasia
de Hurst-Rieder).
Fue representante de España en los Congresos dela Sociedad Internacional
de Cirugía celebrados en Londres, 1947; Nueva Orleans, en 1949 y Copenhague, en
1955.
En 1952, termina la nueva clínica, de su propiedad, situada en la calle
Enrique Wolfson; antes poseía una clínica con doce camas. En este acto
estuvieron presentes las primeras autoridades civiles y militares; la bendición
la impartió el entonces Obispo de la diócesis, D. Domingo Pérez Cáceres.
En 1953, y a petición del Ministerio de la Gobernación, se le encarga
publicar una Memoria sobre la reorganización de los Servicios Sanitarios y
Hospitalarios de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife.
El 27 de septiembre de 1947 se inaugura oficialmente la
Hermandad de San Cosme y San Damián, que reunía a médicos, farmacéutico y
odontólogos. El primer Presidente fue don Tomás Zerolo; secretario, don Julio
Hardisson y director espiritual el P. Luís M' de Eguiraun. La Hermandad
pronto llegó a contar con 64 miembros. Fueron muy importantes los ciclos de
conferencias que se impartieron y los actos culturales especializados que
organizó. Un golpe muy duro para la Hermandad fue la muerte de don
Tomás, su Presidente y alma de la organización.
Gran amigo de la juventud y defensor de la familia, estuvo al Iado de toda
obra que intentaba defenderlas y protegerlas.
En 1935, se creó la Asociación de Padres de Familia y su primer
Presidente fue don Tomás Zerolo. La Asociación se encara con los
problemas reales de la familia y comprende la necesidad de crear centros de
educación religiosa para la juventud. A finales de 1939, con el Padre Luís,
como Asesor Religioso de la Asociación, se inician las negociaciones para
abrir en la capital un Colegio dirigido por los Padres Escolapios, para formar
a la juventud masculina. Las gestiones tienen éxito y en el mes de octubre de
1940, abre sus puertas el nuevo Colegio, situado en el antiguo Hotel Quisisana.
Su primer Rector fue el Padre Andrés Moreno Gilabert.
Desde 1955, don Tomás Zerolo se encontraba delicado de salud, a causa de
una leucemia que progresaba implacablemente; esta enfermedad parece que la
había contraído como consecuencia de la continua exposición a los Rayos X y a
la gran cantidad de sangre que donó a los heridos durante la guerra.
A pesar del conocimiento que tenía de su enfermedad, no consintió abandonar
su trabajo, dedicándose, si cabe, con mayor ilusión, al mismo, hasta que
consideró que el proceso de su dolencia le podía impedir la debida atención a
los enfermos.
Un día le enseñó a su hijo Tomás el resultado de unos análisis, y le
pregunto: ¿Qué juicio te merece el estado de este enfermo? Tomás los estudió
atentamente y respondió:-Este enfermo está muy mal, padre, muy mal. Me
atrevería a decir que le queda poco de vida. -Pues ese enfermo es tu padre,
hijo. Respondió don Tomás, sin perder la compostura.
Su muerte fue fiel reflejo de su vida, siempre entregada a los demás y de
una simpatía contagiosa y desbordante. Murió cristianamente, en la paz del
Señor, el 27 de enero, de 1956.
Los periódicos de la época, (La Tarde y El Día), dicen que su entierro
fue la mayor manifestación de duelo conocida hasta entonces. Durante el
recorrido hacia el cementerio, sobrevolaron el cortejo fúnebre varias avionetas
y un helicóptero, en homenaje a su gran labor en pro de los servicios de
transportes sanitarios aéreos. Su Excelencia el Jefe del Estado envió una
carta particular de pésame.
Después de su muerte se le nombro Presidente de Honor del Colegio Oficial
de Médicos de Santa Cruz de Tenerife. Y, cuando ya había fallecido, llegó la
noticia de que había sido nombrado, por unanimidad, Académico del Real Colegio
de Cirujanos de Inglaterra.
Por sus grandes méritos, a lo largo de su vida, se hizo acreedor a varias
condecoraciones y medallas: Comendador de la Orden Imperial del Yugo
y las Flechas, Cruz de Guerra, Cruz Roja al Mérito Militar, Medalla de
Campaña, Medalla de Voluntarios de Tenerife y la Gran Cruz de
Sanidad.
En el primer aniversario de su muerte, se le dio su nombre a una calle,
situada en la confluencia de la finca Bellamy y Horacio Nelson, en las
cercanías de la Clínica Zerolo.
En 1963, se inauguro, en El Médano, el aeródromo "Tomás Zerolo".
En 1973, la Asociación Española contra el cáncer da el nombre de
"Premio Dr. Tomás Zerolo Fuentes" al IV Concurso Nacional de Oncología
de dicho año, destinado a Licenciados o Doctores que presentaran un tema de
investigación sobre oncología.
Como donó su sangre para los heridos de guerra, el Dr. don Tomás Zerolo,
entregó las ricas cualidades de su vida en beneficio de la sociedad tinerfeña,
a la que amó y prefirió sobre todo.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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