lunes, 19 de febrero de 2018

LA HACIENDA Y CASONA DE CASTRO DE LOS REALEJOS



El amigo de la Villa de Los Realejos; JERÓNIMO DAVID ÁLVAREZ GARCÍA, remitió entonces (18/02/2015) estas notas que tituló “LA HACIENDA Y CASONA DE CASTRO DE LOS REALEJOS”: “…La gran propiedad agrícola constituyó desde la Conquista un factor determinante en la evolución económica y social en Los Realejos, ya que su origen se encuentra en la concesión de grandes datas de tierra y agua en favor de Alonso Fernández de Lugo, colaboradores y magnates financiadores de la conquista de Tenerife. De entre las muchas haciendas con las que cuenta el municipio (Gorvorana, Príncipes, Zamora, etc.), hoy estudiaremos la Hacienda y Casona de Rambla de Castro.
Situada entre el Barranco de Godínez y la Rambla del Mar, esta hacienda constituyó la principal propiedad de la familia Bethencourt y Castro (su perímetro correspondería casi con la data del portugués Fernando de Castro y su hijo Luis de Castro que fundó el mayorazgo en 1541). En el siglo XIX poseía 80 fanegadas de tierra de regadío y fue visitada por numerosos viajeros europeos, de ellos destacaremos a Sabino Berthelot, Jean Mascart y el arquitecto francés Adolphe Coquet, (1841-1907) que nos legó un magnífico grabado de la misma y la retrató en su obra literaria “Una excursión a las Islas Canarias”. Este viajero galo viajo dos veces a Tenerife: en 1882 para realizar el mausoleo de los jardines del antiguo Hotel Victoria de La Orotava y la segunda en 1889 para realizar los planos del Sanatorio Taoro-Gran Hotel Jardín en Puerto de la Cruz. He aquí su interesante visión, transcrita de su obra anteriormente citada, sobre nuestra hacienda: “En un rincón del terreno que desciende hacia el mar descubrimos una estancia deliciosa: la Rambla de Castro. Es un quinta bonita, completamente rodeada de palmeras y cuyos jardines, regados por las fuentes que manan de los bosques vecinos, siguen las mil vueltas de las cavidades en las que están en alguna manera suspendidos. Las terrazas unidas por desfiladeros estrechos que bordean los contornos del acantilado, dominan el precipicio; los manantiales brotan por todas partes, uniendo su dulce murmullo al ruido de las olas que vienen a morir a nuestros pies.”  
Actualmente La Hacienda y Casona son un Paraje Natural de gran belleza, propiedad municipal que tras varias actuaciones de restauración y conservación forman parte del patrimonio histórico y botánico de todos los canarios…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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