El amigo de la Villa
de Los Realejos; JERÓNIMO DAVID ÁLVAREZ GARCÍA, remitió entonces (18/02/2015) estas
notas que tituló “LA HACIENDA Y CASONA DE CASTRO DE LOS REALEJOS”: “…La gran propiedad
agrícola constituyó desde la Conquista un factor determinante en la evolución
económica y social en Los Realejos, ya que su origen se encuentra en la
concesión de grandes datas de tierra y agua en favor de Alonso Fernández de
Lugo, colaboradores y magnates financiadores de la conquista de Tenerife. De
entre las muchas haciendas con las que cuenta el municipio (Gorvorana,
Príncipes, Zamora, etc.), hoy estudiaremos la Hacienda y Casona de Rambla de
Castro.
Situada entre el Barranco de Godínez y la Rambla del
Mar, esta hacienda constituyó la principal propiedad de la familia Bethencourt
y Castro (su perímetro correspondería casi con la data del portugués Fernando
de Castro y su hijo Luis de Castro que fundó el mayorazgo en 1541). En el siglo
XIX poseía 80 fanegadas de tierra de regadío y fue visitada por numerosos
viajeros europeos, de ellos destacaremos a Sabino Berthelot, Jean Mascart y el
arquitecto francés Adolphe Coquet, (1841-1907) que nos legó un magnífico
grabado de la misma y la retrató en su obra literaria “Una excursión a las Islas Canarias”. Este viajero galo viajo
dos veces a Tenerife: en 1882 para realizar el mausoleo de los jardines del
antiguo Hotel Victoria de La Orotava y la segunda en 1889 para realizar los
planos del Sanatorio Taoro-Gran Hotel Jardín en Puerto de la Cruz. He aquí su
interesante visión, transcrita de su obra anteriormente citada, sobre nuestra
hacienda: “En un rincón del terreno
que desciende hacia el mar descubrimos una estancia deliciosa: la Rambla de
Castro. Es un quinta bonita, completamente rodeada de palmeras y cuyos
jardines, regados por las fuentes que manan de los bosques vecinos, siguen las
mil vueltas de las cavidades en las que están en alguna manera suspendidos. Las
terrazas unidas por desfiladeros estrechos que bordean los contornos del
acantilado, dominan el precipicio; los manantiales brotan por todas partes,
uniendo su dulce murmullo al ruido de las olas que vienen a morir a nuestros
pies.”
Actualmente La Hacienda y Casona son un Paraje Natural de gran belleza,
propiedad municipal que tras varias actuaciones de restauración y conservación
forman parte del patrimonio histórico y botánico de todos los canarios…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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