Aniversario de su fallecimiento. Mi amigo
de la calle El Calvario desde la infancia de la Villa de La Orotava ISIDORO
SÁNCHEZ GARCÍA, remitió entonces (20/02/2014) estas notas que tituló; “SE FUE MANOLO CABRERA”: “…: Javier el Pinto me
había comentado que Manolo Cabrera estaba muy fastidiado de salud. Fue la
pasada semana cuando nos vimos en la puerta de la tienda de Multióptica Orotava
al intentar saludar al amigo Antonio Santos. Hablamos de nuestros problemas familiares
pero lo vi disfrutando. Insistía sin embargo en lo mal que estaba Manolo
Cabrera, compañero mío del Colegio y de Javier por razones de folklore.
Formaron parte del grupo que viajó en los años 60 a Nueva York en las
expediciones oficiales de Coros y Danzas.
Coincidí con Manolo Cabrera en varias épocas de mi
vida. Primero en el Colegio salesiano de San Isidro; luego en el cuartel de San
Agustín donde su padre era Capitán quien más tarde, ya retirado, fue presidente
de la UD Orotava. Recuerdo una madrugada de las fiestas patronales de la Villa
cuando Manolo me despierta todo apurado para que le consiguiera flores del
Parque Nacional del Teide para las Alfombras del Corpus. Desde el balcón
de sus casa en las cuatro esquinas se contempla una vista magnífica del arte
floral orotavense el jueves de las alfombras.
Ya en su etapa profesional lo tropezaba en el Banco
Exterior donde trabajó toda su vida, y más tarde, en la etapa democrática,
coincidimos como concejales en el ayuntamiento de La Orotava con otro pariente
común, también en el PP, Chito. Su obsesión eran los presupuestos y la
Auditoria. Una vez retirados nos veíamos en muchas ocasiones en el sur de la
isla, por la zona de Los Gigantes. A los dos nos gustaba el mar y los buenos
puros. De hecho nuestras familias orotavenses habían emigrado a Cuba y de hecho
coincidí con su madre cuando el hermanamiento con Caibarién, en Santa Clara.
Ella tenía familia en Camajuaní, por los Estévez.
Hacía tiempo que no lo saludaba y fue Bruno quien me
da noticias recientes y tristes sobre él. Se acaba de marchar en otro día de
este loco mes de febrero, como le sucedió a otros ilustres villeros:
Buenaventura Machado y Camilo Pérez. Ahora le tocó a Manolo Cabrera
¡Descansa en paz, compañero¡…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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