Mes de
junio del año 1961, lunes de las fiestas Mayores de la Villa de La Orotava,
entonces se remataba con una verbena popular en la Plaza del Ayuntamiento, con
fuegos artificiales de los realejeros hermanos Toste, en los que se
presenciaban ruedas con fuegos artificios de distintos colores y el bailar de
dos machangos.
En esa
misma tarde, paseo por el Puerto de la Cruz, playa de Martiánez, un pequeño
chapuzón y merienda en el recordado Merendero
(Guachinche) del orotavense Agustín Hernández y Hernández.
La
panorámica tomada en ese divino lugar portuense de cefalópodos frescos y buen
vino de la zona villera de Los Gómez: Un servidor, Joaquín Álvarez Espejo (mi
primo), Carmilla Álvarez Abréu, Gilberto Naranjo Sosa y dos amigos del último
de Santa María de Guía de Grancanaria.
En ese
año aprobé con sobresaliente el examen de ingreso en el bachillerato, como
alumno del colegio de San Fernando en la calle de San Francisco de La Orotava,
por libre en el Instituto de Enseñanzas Medias de la Laguna (San Agustín - Cabrera Pinto). Mi primo Joaquín Álvarez
Espejo terminaba sexto de bachiller y revalidas en el Instituto de enseñanzas
medias del ex convento de Santo Domingo de Santa Cruz de La Palma.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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