El templo de
San Francisco y la anexa ermita de San Juan Bautista forman en la actualidad
una sola edificación. La ermita, situada en la calle a la que da nombre, es
junto con la de San Amaro, en La Paz, los dos inmuebles más antiguos que
existen en el Puerto de la Cruz.
Según el
malogrado profesor e investigador orotavense Alfonso Trujillo, el convento y
sus capillas portuenses fueron edificados entre 1599 y 1608 por el alarife Juan
de Texera. A su lado está la iglesia de San Francisco, que es lo único que se
conserva del antiguo convento franciscano.
El acceso a la
misma se realizaba por el costado izquierdo de la nave principal pero al
construirse el convento, dicha entrada queda incorporada dentro de su claustro,
accediéndose entonces a la ermita por dos puertas construidas hacia la calle de
San Juan. Aún se puede observar la piedra labrada formando el arco de acceso
entre los retablos del Corazón de María y del Señor del Huerto.
El Patrón
cedió la ermita a la Congregación Franciscana con el fin de que estableciesen
en ella una vicaría de 2 o 3 sacerdotes, sujetos al guardián de La Orotava,
para que dijesen misa, confesasen y ayudasen en lo espiritual a los vecinos
que, siendo en número de 40 a 50, no había clérigo que quisiese bajar a
decirles misa por la distancia, tomando posesión efectiva de la misma en 1609.
De su variado
patrimonio religioso y artístico destaca las imágenes de San Juan Bautista, del
siglo XVII y atribuida a Andrés de Ocampo, y la del Cristo de la Misericordia,
única obra conocida del artista tinerfeño Domingo Pérez Donis, de la primera
mitad del siglo XVII, con los brazos articulados para poder realizar la ceremonia
del descendimiento.
Su iglesia es
de dos naves, y la menor de ellas amenazaba ruina, pero en 1831 a 1832 se
edificó parte de la pared quitándole una gran vidriera de arco que daba a la
calle de Quintana, y sustituyéndola por un marco de luz pequeño. Sus cortísimas
rentas apenas llegaban a 1666 reales antiguos.
Los decretos
Ley de 19 de febrero y 8 de marzo de 1836 la llamada Desamortización de
Mendizábal, de Juan Álvarez de Mendizábal entonces ministro de Hacienda, que
pasó al Estado las propiedades improductivas y en poder de la iglesia y las
órdenes religiosas, obliga al cierre del convento, permaneciendo al culto
solamente la iglesia, que ya en 1830 y 1832 había sido objeto de alguna
restauración
El
Ayuntamiento del Puerto de la Orotava había solicitado desde principios de
siglo el uso de los conventos para distintas funciones, como Hospital,
escuelas, cuna de expósitos, cárcel, o salas consistoriales, durante las etapas
liberales se dispuso de parte de las edificaciones conventuales, pero la propiedad
definitiva para el Municipio no llego hasta el año 1866.
Este convento de San Francisco desapareció pasto de las llamas en el año
1967 estaba como ciudadela desde hacia bastantes años, donde vivían
innumerables familias. La iglesia de San Francisco y ermita de San Juan
permaneció cerrado al culto después del incendio hasta principios de los años
ochenta.
En el solar
que ocupó el antiguo convento se levantó el Parque de San Francisco, auditorio
municipal con capacidad para 2.000 personas donde se celebraban la mayoría de
eventos musicales, teatrales y festivos de la ciudad, entre lo que destacó el
recordado festival de la Canción del Atlántico.
A raíz del expediente de conservación iniciado por el Excmo. Ayuntamiento
del Puerto de la Cruz en el año 1981 siendo alcalde Francisco Afonso Carrillo,
la actual iglesia de San Francisco es declarada monumento histórico artístico
cinco años más tarde, siendo objeto de restauración por parte de la Consejería
de Cultura del Gobierno de Canarias.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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