El amigo de la Villa de Los Realejos; JERÓNIMO DAVID ÁLVAREZ GARCÍA remitió entonces (2015) estas
notas que tituló; “EL INTERIOR DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN DE LOS REALEJOS”: “…Don
Juan de Gordejuela fundó en el S. XVII este convento femenino de San Andrés y
Santa Mónica, junto al masculino de San Juan Bautista que influyeron religiosa,
económica y socialmente en ambos Realejos. Época de conventos marcada por la
piedad y el poder de estos nobles personajes que los utilizaron como
enaltecimiento y consolidación social de su linaje. Clausura de las clases
acomodadas, con el tiempo también acogió a gran número de vecinas (monjas de
velo blanco, las monjas nobles vestían velos negros). Ambos Monasterios
mantuvieron relaciones económicas y se socorrieron mutuamente, pues los enseres
del agustino se custodiaron en el Recoleto y las posesiones de estas fueron
"administradas" por los varones. Las relaciones entre frailes y
monjas, no siempre comprendidas o mal interpretadas por autores y lectores y la
Venerable Hermandad creada en el S.XVII, determinaron una maraña de relaciones
humanas. El incendio del convento masculino de 1806, la reconstrucción del Camarín,
la Desamortización y el aciago siniestro del convento desamortizado de 1952
definieron el culto y la ubicación de Ntra. Sra. del Carmen. El incendio y
posterior desamortización del convento agustino, nutriría al citado instituto
femenino y a la Parroquia de la Concepción de Realejo Bajo de numerosos objetos
de culto e imágenes. Entre ellas el Nazareno, la Dolorosa, la Magdalena y San
Juan. La intervención estatal se justifica por el mal aprovechamiento de los
bienes eclesiásticos, en un marco económico y de conflictos bélicos que
necesitaba a toda costa hacer caja. Esto no impidió, que la subasta de dichos
bienes se perpetrara con ciertas irregularidades, beneficiando a la renaciente
burguesía agraria y comercial del Valle de la Orotava. Hacia 1836 las monjas de
velo negro que aun residían en el convento eran: Sor Bárbara de la Santísima
Trinidad, priora, Sor Jesús Mª de San José, superiora, Sor Mª de San Antonio
del Corazón de Jesús, Sor Juana del Sacramento de Ponte y Sor San Aurelio
Andueza, según hace constar el notario don Juan Crisóstomo Álbelo. Debido al
incendio que se produjo en el desamortizado Convento de San Andrés y Santa
Mónica en 1952, fue Nuestra Señora del Carmen acogida en la Parroquia de la
Concepción y posteriormente, reubicada en su Santuario una vez concluida su
reedificación donde recibe culto actualmente. La
biografía de la última religiosa es la siguiente: Nació en Güimar en 1774 la Madre Sor Jesús María de
San José Álvarez de Castro, que falleció en 25 de diciembre de 1861 a los 87
años de edad. Retratada por la viajera Elisabeth Murray en su obra, fue
sepultada en el cementerio de Realejo Bajo…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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